El sello Pedro Y El Lobo presenta ‘Darkest Hour’, el nuevo sencillo de Low Roar, proyecto del músico y cantautor Ryan Karazija. La canción está disponible en todas las plataformas digitales desde el pasado el 18 de octubre.
‘Darkest Hour’ es una carta de despedida a un amor fugaz. Encima de una guitarra acústica y pinceladas electrónicas, la suave voz de Ryan revela la historia de una relación en retrospectiva. Hay una perfecta conexión entre la simpleza de la música –un indie-pop directo y melódico– y la frase más contundente, casi dylan-esca, de la canción: “I’m just thankful that I met you, babe”.
Este es el segundo adelanto de ross., el cuarto álbum de estudio de la banda que se publicará el 8 de noviembre. El disco fue co-producido por el aclamado productor y ganador de tres Grammys, Andrew Scheps (Red Hot Chili Peppers, Adele); Mike Lindsay (de la banda británica Tunng); y el propio Ryan Karazija.
ross. será lanzado en todas las plataformas digitales el 8 de noviembre. Esta fecha también verá la publicación del videojuego más esperado del año: Death Stranding, del renombrado diseñador y productor Hideo Kojima. Esto no es una coincidencia, pues Low Roar contribuyó con varias canciones para el soundtrack del juego, incluyendo algunas de este nuevo álbum. Esta colaboración nació a partir de que Kojima descubriera la música de la banda por accidente en una tienda de discos de Reykjavik y tomó fuerza con la aparición de la canción ‘I’ll Keep Coming’ (del álbum 0) en el primer trailer de Death Stranding.
Low Roar nació en Islandia en 2011, cuando grabó su álbum debut homónimo en la cocina de su apartamento. Su sonido melancólico y el éxito de su segunda producción –0 (2014)– hizo fácil catalogar a la banda como parte de la tan idealizada escena islandesa, con la cual se asoció mucho en sus inicios. Sin embargo, en los últimos años Low Roar ha trascendido cualquier etiqueta de “hecho en…”. ross. es el resultado de un artista de California, viviendo en Varsovia, grabando en el Reino Unido y en constante movimiento alrededor del mundo. Ryan se ha hecho el hábito de documentar su vida en canciones honestas que te pueden acariciar el alma o romperte el corazón dependiendo de la hora del día. En el fondo, es música profundamente personal que no surge de un paisaje externo, sino desde las emociones humanas más básicas.