En 2016 publicó su primer EP, La gran revolución. La nueva era es el segundo, el último hasta ahora. Sweet Q es un grupo emergente que intenta hacerse un hueco en el ámbito musical español. Sus miembros la definen como una banda «indie pop rock». Con su reciente creación ha dado un paso más en su evolución, aunque sin perder la esencia que le caracteriza.
Lo primero de todo, para quien no os conozca todavía, contadnos. ¿Quiénes formáis Sweet Q y cómo surge este proyecto?
Sweet Q somos Hari, Manuel, Luis y Jesús Manuel, cuatro tipos de Madrid (menos Manuel, que es de Tenerife) que hacen indie pop rock, si hubiese que definirnos dentro de un estilo. Llevamos alrededor de dos años y medio juntos, aunque el proyecto como tal tiene algo más de recorrido. Nuestra idea es hacer la música que nos gusta, sin ceñirnos tampoco a ningún canon actual e intentar ofrecer algo que podamos considerar totalmente nuestro.
Acabáis de publicar vuestro segundo EP, La nueva era, ¿qué música podemos escuchar en él?
Hay un poco de todo, melodías detallistas y sutiles, estribillos pegadizos… Algunas tienden hacia un rock más directo, otras tienen tintes de psicodelia… La verdad es que hay bastante variedad musical para ser cuatro temas.
Este trabajo ha sido grabado, producido y mezclado por Ramiro Nieto en los estudios Audiomatic, ¿cómo ha sido la experiencia de trabajar con un artista tan versátil como él?
Ha sido una gran experiencia. Ramiro tiene las cosas muy claras a la hora de trabajar, sabe cómo potenciar las virtudes de una banda y además se implica mucho con los temas. Hemos aprendido mucho del proceso de composición y arreglo gracias a él, le estamos muy agradecidos por ello.
¿Qué habéis querido transmitir con este disco?
Hemos intentado ir un paso más allá en nuestro sonido, pero conservando la esencia de nuestros temas. Siempre intentamos hacer que las canciones tengan un significado y un mensaje, aunque éste queda libre a la interpretación de la persona que lo escucha. Con este nuevo EP intentamos abrir los ojos a la gente, de que lo verdaderamente importante en este mundo depende de nosotros y de nadie más. Cuando eres niño tienes una forma de pensar diferente, luego creces y todo se vuelve más complicado. Hay que encontrar el equilibrio perfecto. Puede que en realidad eso sea lo que queramos transmitir.
A la hora de componer vuestros temas, ¿de dónde nace vuestra inspiración?
De muchos sitios. El cine, las series, la fantasía, la ciencia ficción, los musicales de Broadway, el arte, la literatura… y por supuesto la música actual. Y el día a día, claro. Nunca hemos compuesto nada pensando en un tema en concreto. Simplemente surgen. A lo mejor estamos un día viendo Firefly y al día siguiente en la ducha nos surge Mal. Así funcionamos.
En 2016 publicasteis vuestro primer EP, La gran revolución. En ambos se nota un cambio en cuanto al sonido de los mismos, ¿a qué viene dado?
Bueno, hemos intentando mejorar algunas cosas, sobre todo en cuanto a composición y arreglos. La gran revolución era más rock, queríamos que sonase mucho a directo, con potencia… Aparte era mucho más amateur. No tuvimos la ayuda de nadie, y en este sí. Queríamos dar un salto cualitativo y huir un poco de eso. Los temas eran diferentes, más elaborados… queríamos que fuesen más fáciles de escuchar, mejorar como banda, por decirlo así.
Tanto el título de éste como el del recién publicado tienen cierto punto de declaración de intenciones.
Si. Como ya te comentamos, nuestras canciones siempre tienen algún tipo de mensaje para descubrir, no sólo en los títulos sino en las letras. Internamente solemos jugar con el concepto: “Después de ‘La gran revolución’ llegó ‘La nueva era’”. También puede ser extrapolable a nuestra carrera como banda. Cada título podría ser una etapa de Sweet Q. Esperemos que así sea al menos, jajaja.
Cuando tenéis que tomar decisiones en relación a aspectos del proyecto, ¿cómo os organizáis? ¿Es complicado llegar a un concenso siendo cuatro?
Intentamos hacer todo lo más democráticamente posible, pero es cierto que entre cuatro siempre tiene que haber algo que sirva de desempate para cuando haya división de opiniones. Por lo general, siempre acaba cediendo alguno. Unas veces unos y otras veces otros. Pero intentamos mantener siempre el buen rollo, y cuando todos estamos centrados en el mismo objetivo suele ser fácil hacerlo. De hecho nuestro equilibrio como banda es muy bueno, nos llevamos a matar pero luego nos queremos. Es broma.
Últimamente los grupos están mostrando especial mimo a la hora de pensar en la imagen que ilustrará la portada de sus trabajos, y el vuestro es un ejemplo, ¿qué importancia tiene para vosotros este aspecto?
Muchísima. Para nosotros, un disco no es solamente la música. Es todo, todo tiene que ir en consonancia con lo que intentas transmitir. Nosotros siempre hemos querido cuidar esa cuestión mucho, no por querer aparentar ni nada de eso, sino porque entendemos que si no estaríamos incompletos. Nos encanta ver que a la gente le gusta la portada, el videoclip, nuestra web… al fin y al cabo eso también es Sweet Q.
¿Cómo surgió la idea de ilustrar La nueva era de esta forma? ¿Teníais una idea previa?
No, siempre dejamos libertad creativa a la gente que trabaja con nosotros. Sara lo hace codo con codo desde “La gran revolución”. Ella escucha el disco y después lo plasma gráficamente sobre la base de lo que le sugiere. Por eso nos gusta aún más el resultado.
¿Cuáles son los planes de Sweet Q a corto plazo? ¿Qué fechas tenéis previstas?
Acabamos de presentar el álbum en la sala Maravillas y próximamente iniciaremos una mini gira, pero de momento no tenemos fechas cerradas. Ahora mismo estamos centrándonos en el videoclip del segundo single para lanzarlo dentro de poco, que será Mal. Después de eso, empezaremos a anunciar conciertos.