El pasado 1 de marzo la banda madrileña publicaba su cuarto trabajo de estudio. Miss Caffeina vuelve a reinventarse y a arriesgar con Oh Long Johnson, un disco reflexivo en el que el grupo habla sobre sus inquietudes personales y el mundo que le rodea. Si hay algo que le caracteriza es su inconformismo a la hora de crear música, lo cual se vuelve a poner de manifiesto es este álbum. Alberto, Sergio, Álvaro y Toni vuelven a dar rienda suelta a su creatividad para regalarnos, una vez más, la mejor versión de Miss Caffeina.
Oh Long Johnson se publicó el 1 de marzo, y ya habéis tenido un par de citas con los fans durante su promoción (en Madrid y Sevilla), ¿qué mensajes os están llegando sobre este trabajo?
Alberto: Sorprendentemente, desde las 12 que salió la versión digital del disco, hemos tenido un aluvión de comentarios, y casi todos positivos. Y lo que hemos destacado es que nadie coincide en el tema favorito, y eso está muy bien porque quiere decir que hemos hecho 11 canciones bastantes diferentes para que la gente pueda tener su favorita. El feedback es muy bueno.
¿Qué nos vamos a encontrar en este nuevo disco? ¿Sobre qué nos habla?
Sergio: Se llama Oh Long Johnson, que es el título del vídeo de un gato, que parece que habla y dice “oh long Johnson”. Nos sirve como un concepto que da cabida a unos temas de los que se hablan en el disco. Es un momento reflexivo, levantar la cabeza de la pantalla y pensar en determinadas dinámicas, relaciones, nuestro pasado, nuestro futuro… Te diría que es un álbum más reflexivo que los anteriores.
En Oh Long Johnson habéis seguido investigando, desde el punto de vista creativo, el camino que abristeis con Detroit, ¿cómo ha sido el proceso de creación de este disco?
Alberto: El principio ha sido un poco como siempre en el sentido de que cada uno hemos estado trabajando en nuestras canciones por separado. Y una vez que hemos tenido el repertorio, las hemos trabajado juntos. Pero esta vez creo que nos hemos obligado a hacer otro tipo de melodía, salirnos de donde nos encontramos habitualmente cómodos, y que pienso que es muy reconocible ya. En mi caso, en vez de componer con la guitarra me he ayudado de bits y cantar encima, porque las melodías te llevan a otro sitio.
Toni: También a la hora de producir el disco, teniendo en cuenta que la voz de Alberto estuviera más presente, dejando más espacios, menos capas en los instrumentos. Que los arreglos que funcionan estuvieran, pero sin tanta capa.
Habéis confiado de nuevo en Max Dingel para su grabación, ¿cómo ha sido esta etapa del proyecto?
Alberto: Ha sido dedicarme muchísimo tiempo a las bases, a las baterías, que el 90% están programadas, y a los bajos. Dedicamos a esto unas dos o tres semanas, hasta la desesperación, porque era lo importante de este disco. Era lo que lo iba a definir además de la voz. Todo lo demás se fue haciendo donde se necesitaba, no había que meter guitarras o sintetizadores por meterlos, sino que teniendo esto lo demás era construir hacia arriba. Es verdad que es la primera vez que hemos tenido a un arreglista vocal, y que igual viendo la experiencia, lo tendremos en los próximos discos. Es una figura que mola mucho, y que me hubiese gustado tener antes.
¿Qué significa este disco para vosotros?
Sergio: Personalmente, satisfacción, porque creo que hemos dado lo que teníamos. Es un trabajo que pone otro punto de inflexión en nuestra carrera. Hemos intentado hacer cosas diferentes, intentar trascendernos a nosotros mismos, y por lo que dice la gente, parece que se nota. Aunque sigue conservando que suena a Miss Caffeina, hay muchos elementos distintos, y esperamos que suponga un escalón hacia arriba como lo supuso Detroit.
Miss Caffeina, una de las cosas que ha dejado clara después de tantas canciones es que ha demostrado que el pop puede tener caminos infinitos, ¿estáis de acuerdo con esto?
Sergio: Totalmente.
Alberto: Para mí es el género más permisivo. No hay nadie que diga “¡Ah! Pues esto no es pop”. Que sí lo hay en el rock, en el indie, en el jazz… El pop es un embudo en el que entran muchas cosas y te sientes muy libre. Igual hay canciones nuestras que son más o menos pop, pero es un sitio donde nos sentimos cómodos. Yo prefiero que nos califiquen de pop que de otra cosa porque si no a la mínima que te sales, ¡zasca!
Vivimos en una sociedad donde todo se critica y en menos de un minuto se puede tirar por tierra todo un trabajo de meses sin ningún tipo de miramiento, sobre todo desde las redes sociales, ¿cómo gestionáis esta parte de la fama?
Sergio: Cada vez con más tranquilidad. Antes nos afectaba mucho una crítica, porque si te hacen tres comentarios al día, y uno es que eres una mierda… (risas), te hunde un poco. Es cierto que ahora hay mucho feedback, también es verdad que está muy representada la figura del troll o el hater. La gente a la que le gustas a veces no habla, pero quien quiera decirte que eres una mierda, si tiene la oportunidad, lo hará.
Toni: Por ahora no he visto muchas críticas negativas sobre este disco.
Alberto: No, por suerte. Todos los comentarios que he leído sobre esto han sido muy respetuosos, y son de gente a la que le gustan más los primeros discos que estos. Es una opción. Y siempre que se diga desde el respeto, lo entiendo. Hemos cambiado tanto que si la gente quiere guitarras o quiere oscuridad, entiendo que las eche de menos. Yo no echo de menos la oscuridad (risas).
Además sois un grupo que se caracteriza por no ser conformista, por siempre buscar nuevos caminos o nuevos sonidos a la hora de hacer música. Es importante reinventarse constantemente en este mundo, ¿no?
Alberto: Para nosotros sí, desde luego. Hay gente que se siente muy cómoda teniendo una fórmula y hacer por ejemplo diferentes letras. Contar distintas historias en diferentes discos, pero con el mismo envoltorio. Nosotros no, no nos mola eso. Y creo que lo guay es que la gente lo espera. Nos llegan comentarios del tipo “tenía mis dudas sobre qué giro iban a dar ahora”, y eso es muy guay, porque en los grupos que me gustan es igual.
Álvaro: Creo que somos un grupo que genera mucha expectativa siempre. Cada momento, cada disco, cada gira… Y creo que la evolución está en tu “yo” personal, según tú vayas evolucionando. También la música de nuestro alrededor va evolucionando, y por tanto nos influye.
¿Creeis que esto ha sido un plus para que Miss Caffeina sea una de las bandas más seguidas e importantes del panorama musical actual?
Alberto: Igual es algo característico.
Sergio: No sé si es algo que te dé un plus de cara a la gente, porque si ves como se escucha música en España, se valora mucho también a los artistas fieles a sí mismos o a un estilo en concreto. Al final se trata de canciones, es una obviedad, pero si las canciones transmiten, conectas con el público y ya está. Para nosotros, en concreto, quedarnos en el mismo sitio nos aburre tremendamente. Creo que es una necesidad interna de la banda ir mutando y cambiando con cada disco. Nuestro público sabe que Miss Caffeina es cambio, aunque el “artista X” no lo es. Nosotros sí, y lo valoran. Y nosotros valoramos que nos entiendan. De hecho, yo daba las gracias por dejarnos componer en libertad. Eso tiene premio y para nosotros es muy importante.
¿Cómo se presenta el futuro de Oh Long Johnson? ¿Cómo será la gira comienza a finales de marzo? Además tenéis varios festivales confirmados ya…
Alberto: Empezamos la gira el 28 de marzo en Bilbao. La idea es hacer, después de la gira Mahou que es de salas pequeñas, algunos festivales. Creo que de aquí a septiembre tenemos casi 40 fechas. Y luego a partir de septiembre darle una segunda vuelta a la gira de salas y terminar la segunda ronda de festivales. Más o menos es lo que venimos haciendo con los anteriores discos.
Álvaro: Seguramente volvamos a México.
Alberto: Y cosas que luego van surgiendo entre medias.
Fotografía de portada de Patandi.