Con motivo del concierto que Dúo Orquesta Regalizes ofreció el pasado sábado 21 de octubre en La Sala (Sevilla), Gatrópolis mantuvo una agradable conversación con sus integrantes, Fran Ropero y Aarón Sáez, para conocer más sobre este proyecto que nació en 2013, fruto de la admiración y el cariño que ambos les profesan a la copla y a la canción española. El lugar elegido para este encuentro no podía ser más acorde con la ocasión, un pequeño bar, de los de toda la vida, en el mítico barrio de La Macarena, junto a la basílica donde habita la Esperanza. Allí hablamos sobre música, canciones, planes de futuro y, también, de nostalgia.
¿Cómo nace el proyecto de Dúo Orquesta Regalizes?
Aarón: Nos conocimos Rope y yo hace muchos años, en un encuentro de cantautores en Jaén.
Ropero: Fuimos a un albergue recién restaurado que estaba perdido por la montaña. Nos conocimos en el coche yendo a Jaén.
Aarón: Ahí nos conocimos, y luego empezamos a hablar de coplas, de lo que nos gustaba, de que yo tenía varias escritas y que no sabía dónde meterlas. Después de muchos años, tras tener durante mucho tiempo las coplas paradas, le propuse que nos fuéramos los dos a cantarlas, bueno, él a cantarlas y yo a tocarlas. Y así apareció esto.
¿Por qué os decidisteis por este género?
Aarón: Fue un poco lo que nos unió. Cuando nos conocimos, ambos veníamos de la canción de autor, en la que tampoco encajábamos. No nos sentíamos totalmente identificados dentro de ese género. De hecho, nuestras carreras han ido por sitios muy distintos, pero en eso coincidíamos, en la copla, la canción española… nos sentíamos a gusto. Además nadie estaba haciendo canciones nuevas sobre ese género, y nos apetecía mucho.
Visitáis Sevilla, por segunda vez con este proyecto, ¿qué tal la ciudad? ¿cómo es el público de aquí?
Ropero: Hace un par de meses estuvimos en el Teatro Central. También estuvimos en el Monkey Week del año pasado, en un escenario donde cada uno cantaba con el estilo de su padre y de su madre. La gente se acercaba, y le llamaba la atención. Nosotros queremos aportar algo distinto.
De unos años para acá la música que se suele consumir o que se escucha en festivales, en su mayoría, suena un poco repetitiva, ¿es complicado hacerse un hueco con una apuesta tan distinta como esta?
Aarón: Mi experiencia personal, tanto con Varry (Brava) como con Regalizes u otros proyectos, es que hay gente que hace lo que hace todo el mundo y le va muy bien A mí siempre me ha ido bien hacer lo que me apetece, aunque no sea lo que hace el resto. Tampoco lo hago aposta, pero hacer lo que he sentido, aunque no fuera lo que esperaban los demás, a mí siempre me ha ido estupendamente. No me puedo quejar, ni de Varry, ni de Regalizes, ni con los demás proyectos con los que estoy viviendo, y con los que me estoy manteniendo como músico y como persona. Si es lo que te sale, es la mejor opción.
Ropero: Aarón tiene mucha razón en lo que ha dicho. No siempre hacer lo que hace todo el mundo funciona, y tampoco por hacer algo distinto tiene que funcionar. Tienen que darse muchas cosas. Esto es hacer un poco de algo muy distinto, pero también lo que nosotros queremos, y al final no duele tanto que funcione más o menos. Para nosotros funciona. Hemos actuado en sitios al alcance de pocas personas, o donde a priori no pegábamos mucho.
Aarón: Si haces las cosas con corazón, las cosas caminan y funcionan, a veces mejor, otras peor, pero caminan.
¿Cómo describiríais vuestros directos?
Aarón: A mí me parece que son directos muy divertidos y emocionales, y que dependiendo del formato, son de una manera u otra. Tenemos el formato con banda, con bailarinas, proyecciones, con un montón de historias. Vamos diez personas en la furgoneta montando un pitote increíble. Son conciertos muy bonitos y espectaculares. Luego está el formato trío, que es una cosa intermedia. Y después está el dúo, que somos los que empezamos, dos personas a las que les gustan mucho la copla, componer, el vino, pasárselo bien y reírse mucho.
¿Con qué compositor o cantante os sentís más identificados?
Aarón: Yo personalmente con Manuel Alejandro. Para mí es la persona que sigue la tradición de la música española en la copla, pero que la lleva al pop los ’70/’80 con los grandes intérpretes.
Ropero: Yo soy un enamorado de José Luis Perales.
Aarón: Son de los grandes compositores.
Ropero: Queramos o no queramos, es el tipo que ha estado detrás de las grandísimas canciones que todo el mundo canta.
Aarón: Son de esa gente que ha traído más al pop la tradición de la música española de la copla, y reconocida más musicalmente. Por no hablar, por supuesto, de Manuel Quiroga, Concha Piquer, la Pantoja, Carlos Cano… Pero gente que me llame mucho la atención, Alejandro y Perales.
En 2014 publicasteis Prensa rosa, y dos años después repetisteis con ¿Aquí cuándo se dice ole?, ¿cómo ha sido la acogida del público?
Ropero: Buena, por lo que me cuentan, porque creo que ha habido una evolución. Y si no hay una evolución, mejor que te quedes en tu casa entonces. Existe una evolución, pero no ya tanto en la composición, que Aarón sigue escribiendo igual de bien que siempre, sino más bien en la forma de encajar entre nosotros. Entró Turro, cogió temas que le pasó Aarón, y ha entendido la forma que tengo de cantar esos temas…
Aarón: Al principio éramos dos colgados que se iban a tocar por los bares de Murcia. Nos conocían de otros proyectos, pero les pedíamos que nos dejaran tocar un repertorio que nos gustaba mucho, que era mitad canción española, mitad canciones nuestras. Pasó el tiempo, y conseguimos que sólo fueran canciones nuestras, y lo que ha cambiado es que cada vez hay más gente currando, y la cosa va más seria. El bolo de hoy es muy importante porque hace mucho tiempo que no tocamos los dos solos, y da la oportunidad de que pueda pasar cualquier cosa. [Entrevista realizada momentos previos al concierto del 21/10/17].
Ropero: Me acuerdo que hicimos un concierto, luego empezamos a montar la escenografía que estábamos buscando, hicimos el Teatro Circo, y ya desde entonces.
Aarón: Hace casi tres años que todo lo hacemos con banda; la gira de teatros por Madrid, cosas así bastante guay, y algún formato trío con piano y guitarra. Pero solos los dos hacía mucho tiempo que no.
Habladnos un poco sobre vuestro último álbum, ¿Aquí cuándo se dice ole?.
Aarón: Es intentar hacer canción española y copla desde una versión más actual de la lírica y la armonía, guardando mucho sabor y muchas cosas de lo que ha sido siempre. Es una producción muy clásica, intentamos dotar de un sonido muy clásico al disco, partiendo de la base de una banda actual de pop, de batería, guitarra, bajo y piano. Esa era la propuesta, ver cómo funcionaba y cómo sonaba la copla y todo lo relacionado con ella, compuesto ahora y tocado por una formación básica de pop, que es lo que se hace actualmente. Creo que ha salido un disco muy chulo, muy directo, donde las canciones son las que mandan, y un poco una carta de presentación de lo que queríamos hacer.
¿Qué creéis que tiene la música que se ha hecho décadas atrás que la hace tan importante?
Aarón: Creo que durante muchos años, por lo que sea, no hemos sabido seguir la tradición de este tipo de canción española. Que la gente asocia al flamenco, y no tiene nada que ver, ésto es algo más mestizo, medio árabe y tal. Como concepto de la península, lo que tenemos es la copla, la música española y la tonadilla. No hemos sabido seguir trabajando eso como en Argentina pasa con el tango, en Francia con la chanson, o en Brasil son la bossa nova. Hemos tenido como un no querer trabajar en esa tradición, que es algo absurdo, pero que ha pasado. Creo que se debería volver a mirar, porque es algo muy rico, porque la copla es copla en Vigo, en Barcelona, en Murcia, en Sevilla, en Madrid y donde sea. Era algo que estaba en todos los estratos. En Argentina la gente va a los garitos a escuchar y bailar música de allí, hay bandas nuevas que hacen tango con electrónica… Aquí todo eso nos ha costado mucho. No está mal decirlo, y cuando sale gente como los Fuel (Fandango), como Nita y Ale…; bendigan la música española con modernidad, y reivindiquen hacer música española así. Porque hay un vacío muy grande.
Ropero: Imagínate una situación que estás con amigos, y uno dice a alguien, «pues mi colega hace música«; y el otro le contesta, «¿Y qué canta?»; «Hace copla»; «¡Ah, copla! Pues cántame la ‘Bien pagá’«. No es eso. Tenemos ese concepto, y nos lo tenemos que quitar. A nosotros nunca nos ha dado vergüenza decir que nos dedicamos a esto. Tampoco se puede englobar en que hacemos copla, hacemos nueva canción española, y ahí entra un montón de cosas, no sólo copla. Pero queda más fácil decir eso para que la gente lo entendía.
Parece que hoy en día existe cierto prejuicio cuando se habla de canción española o de nuestras raíces musicales, sobre todo por parte del sector más joven, ¿vosotros lo percibís así?
Ropero: Creo que somos un poco hipócritas. Quién no se toma dos vinitos una noche, y le ponen ‘Como una ola’ y termina cantándola con su colega. Todo el mundo criticando ‘La Macarena’, pero quien más y quien menos ha intentando hacer el baile.
Aarón: Pienso que ha habido un vacío. Durante un tiempo ha sido como muy «casposo» hablar de todo eso o reivindicarlo… Claro que es «cutre» reivindicar algo si no le das continuidad. No puedes seguir defiendo ‘María de la O’ cien millones de años si no hay algo que le dé una continuidad. Al haber ese vacío es como mirar algo que se quedó muy estancado, y que ya no tiene validez. Cuando no es verdad. Cuando Serrat hace ‘Romance de Curro el Palmo’ a final de los ’80, está haciendo copla otra vez, y se está reivindicando.
Los dos tenéis carreras musicales paralelas a este grupo, (Aarón forma parte de Varry Brava y Piyama, y colabora en otros proyectos. Fran es colaborador del programa de la Cadena Ser, La Radio del Siglo, y además tiene su carrera musical independiente), ¿Cómo conseguís aguantar el ritmo?
Aarón: Con ganas e ilusión, que es como se tienen que hacer la cosas. Tiempo hay para comer, para dormir, para vivir…
Ropero: Lo malo es que el día sólo tiene 24 horas.
Aarón: Y también que haya gente que se soporte. Compartir varios proyectos sólo se puede hacer si la gente con la que los tienes los entiende, te quiere y te aguanta.
Para finalizar, decidnos qué le aportáis el uno al otro.
Ropero: Somos un matrimonio bien avenido. Yo me pongo muchísimas veces de los nervios con Aarón, y me ofusco, pero al final no soy nadie. Hay veces que me veo desde fuera, y es como dice él, y somos el compositor pianista que le escribe a la tonadillera.
Aarón: Ella es muy diva. Y yo soy un triste compositor que vive en su casa haciendo canciones… Es la peor novia que he tenido nunca (riendo).
Ropero: Si no fuera así…
Aarón: Parte de la canción española es así. Si él fuera como yo, seríamos dos sosos en el escenario.
Ropero: A mí lo que me aporta Aarón es ese punto de equilibrio.
Aarón: Rope pone la pasión y el carácter que yo no tengo. Soy un chico muy tranquilo que sólo sé hacer canciones con el piano, y que lo que siente lo somatiza y lo escribe en canciones, pero no lo transmite en la vida real.
Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.