Mañana, 27 de julio, habrá una nueva cita con el ciclo de conciertos POP CAAC. La cantante y compositora Anni B Sweet llega a Sevilla en uno de los últimos directos de su actual gira. Será en formato acústico, recordando sus comienzos, como ella misma nos ha contado, y será un repaso a su trayectoria musical. La malagueña se encuentra inmersa en la preparación de su cuarto trabajo de estudio, cuya principal novedad es que será en castellano.  

Mañana viernes estarás en Sevilla en uno de los conciertos del ciclo POP CAAC, ¿qué significa para ti volver a la ciudad?

Significa algo muy bonito, porque la gira se termina ya, quedan dos conciertos, y uno de ellos es el de Sevilla. Tengo muy buenos amigos allí, nos ha ido muy bien siempre que hemos actuado. En esta gira no habíamos tocado lo suficiente en Sevilla, y cuando me lo dijeron me hizo mucha ilusión. Cerrar un ciclo en Andalucía, mi tierra, y en Sevilla, donde me han tratado muy bien siempre, es genial.

Será un concierto en acústico, ¿qué nos puedes adelantar de lo que se podrá disfrutar esa noche?

En esta gira he estado yendo con mi guitarrista, que venía con la eléctrica también, y este concierto va a ser mío solo. Recordando un poco los principios yo sola con la guitarra. Las canciones van a estar muy desnudas, casi como las compongo en casa, y haré un recorrido por todo el repertorio de los tres discos. No me dará tiempo de tocar todos los temas, pero haré un repaso. Habrá una sorpresilla, pero no puedo decir más (risas).

En mayo de este año estuviste de promoción por México donde además coincidiste con Lori Meyers, ¿qué te traes de esta experiencia? ¿cómo lo has vivido?

¡Me encanta México! Cada vez que hemos ido nos han tratado súper bien, y eso es muy importante cuando vas a enseñar tu música, que es como tu vida. Y que se le trate de una manera especial, como a la de su país, hace mucha ilusión. Creo que esta era la quinta vez que iba a México, y hay mucha gente ya con ganas del disco nuevo, de que vaya a tocar… No sé, cada vez que voy, regreso con ganas de volver y de hacer una gira en condiciones.

Hemos entrevistado a varios artistas que han hecho giras por México, y destacan mucho la forma tan especial con la que los trata el público de allí, ¿notas mucho la diferencia con respecto al de aquí?

Creo que es mucho más efusivo. Te hablo por mí, yo soy una persona un poco retraída, vivo las cosas pero no tengo por qué enseñar que lo estoy viviendo de una manera exagerada. Y en México sí que se nota. Se nota muchísimo el cariño que te da la gente, y lo mucho que está disfrutando el concierto se nota mucho. Pero también pasa en España entre ciudades. Según el sitio, el público es diferente; es normal también. Estuvimos tocando en Tokio, en Japón, y allí tienen una forma de ser que es todo lo contrario. Todos muy calladitos, muy en silencio, muy educados, y hasta que no termina de sonar la última nota de la guitarra, no arrancan a aplaudir. Te da la sensación como de que no querían aplaudir o que no les gustabas (risas). Y luego aplauden con una efusividad enorme, pero cuando ha terminado el último sonidito. Ellos te cuentan que es como darte mucho respeto.  

En cada uno de tus discos hemos podido escuchar a una Anni B Sweet diferente, ¿qué nos puedes adelantar de tu nuevo disco?  

El nuevo álbum va a ser en castellano, por lo que ya va a ser bastante diferente. Pero la línea musical va a seguir por el rollo retro, años ‘60-‘70, eléctrico… Habrá también alguna canción más orgánica, más acústica… Pero como estoy en el proceso de las demos, es hasta ahí donde te puedo leer, porque todavía no he elegido ni las canciones que van a entrar en el disco. Hay algunas con un toque sureño, como siempre. En todos los discos meto alguna con ese punto, pero al pasarla al castellano, de pronto, se acentúa muchísimo más y recuerda más al flamenco. A mí me parece bonito, y espero que esa canción entre porque tiene un punto de raíz que creo que es importante que en todos los discos lo he tenido, pero al ser en inglés se ha quedado como escondido. Ahora al pasarlo al castellano se nota más, y creo que mola.

¿Y por qué ese cambio al castellano?

Desde el disco anterior llevaba pensando en meter canciones en castellano, y luego como curiosidad, todo el mundo me habla muy bien. Es mi lengua realmente, aunque he vivido con el inglés desde pequeñita, y me salía de una manera muy natural. Mi madre es española y mi padre también (risas). Y tenía muchas ganas de probar, y era un reto también. Que no supusiera un perjuicio de si escribía en castellano, no me iba a salir tan bien como en inglés, o eso pensaba yo. Y qué va, estoy disfrutando de una manera muy especial, y me está gustando mucho. De todas formas es solo un disco en castellano, no sé si me pasaré.

¿Qué te mueve a la hora de escribir canciones?

Me suelo basar en las cosas que me pasan en el día a día o en las sensaciones que tengo, en una foto o en un recuerdo… Puede venirte desde cualquier sitio el tema para escribir. Cuando escribo es como una necesidad. Tengo como tres libretitas de estar escribiendo este año solamente, de escribir todos los días. Hay momentos en los que necesito hablar de algo, y sé que ponerle música le va a dar una atmósfera, que va a ayudar a desahogarme. Y entonces lo hago. No pienso que una canción va a hablar de algo determinado, simplemente sale.

Tu último trabajo de estudio, Chasing Illusions, se publicó hace tres años, ¿qué balance puedes hacer de estos años de vida del disco? ¿cómo ha evolucionado con respecto al principio?

Chasing Illusions ha cambiado bastante en directo. Habíamos acabado la gira, y al final se ha estirado mucho más con los conciertos en acústico, que eran diferentes, como una forma de cerrar un ciclo para mí de una manera muy bonita, que era yo en el escenario con la acústica. Pero las canciones con banda cambiaron muchísimo, porque era como “están vivas, las estamos tocando”. Van mutando conforme uno va sintiendo, y es una de las cosas más bonitas que pueden ocurrir. Que el disco no se quede parado en el momento en el que ensayamos todas las canciones, sino que vaya evolucionando, y eso significa que las vas sintiendo. Las últimas veces que las tocamos tenían un punto de psicodelia, partes más instrumentales… Y estamos disfrutando. Tiene gracia porque parece que cuando es más final de gira es cuando empiezas a disfrutar más las canciones en el escenario.

Tras casi 10 años de carrera, ¿en qué momento te encuentras como artista?

Esa pregunta es súper difícil, no sabría contestarla (risas). Cada disco ha sido un momento muy diferente, entonces no puedo compararlos. Como también voy cambiando con el tiempo y con los discos, me siento bien y a gusto con lo que estoy haciendo. Sigo sintiendo la música como una necesidad, y sigo teniendo como una vía de escape a pesar de ser mi trabajo. Mientras que pueda seguir haciendo lo que me gusta, seguirá siendo bueno.

Tu primer álbum fue publicado en 11 países, y  con él giraste por América, Europa y Asia, ¿cómo se gestiona todo esto?

No era consciente de casi nada. Fueron unos tres años en los que solo disfrutaba, tocaba, pasaban los días, trabajábamos mucho… Y no fue hasta que paramos de esa primera gira cuando me di cuenta de lo que habíamos hecho, de todo lo logrado y que era súper bonito. Sobre todo, lo que siempre me ha llamado la atención es que hubiera gente que me apoyara, que estuviera conmigo y que mi música le ayudase. Fue eso con lo que más me quedé, y el resto son cosas que van pasando de una forma tan rápida, sobre todo en el momento el que empecé, que ni siquiera era consciente. Hoy en día sí parece que en mi mente me intento tomar las cosas de manera más lenta, para disfrutar.

Te hemos visto colaborando en los proyectos de compañeros como Coque Malla o Miguel Rivera, de Maga, entre otros ¿cómo te sientes cuando artistas a los que admiras te proponen estas colaboraciones?

Es una alegría, siempre te hace sentir muy bien saber que hay gente de tu misma profesión, además que admiras desde hace muchísimos años, y que quieren compartir el escenario contigo. Eso es súper bonito y espero que siga pasando.

En tus redes sociales se transmite la gran amistad que te une con los componentes de Lori Meyers, que además este año cumple 20 de trayectoria. Tú el próximo año harás 10… ¿qué crees que debe tener un artista para seguir estando tan presente en la vida del público?

No sé muy bien, si lo supiera… (risas). Yo sigo a alguien cuando me llega, cuando me transmite algo, y no sé el porqué. Ese es el punto misterioso de la música, que a algunos gusta y a otros no. Para mí Lori Meyers ha sido siempre un grupo diez al que admirar, y tengo la suerte de tenerle muy cerca. Por cierto, en el librito del 20 aniversario también escribí sobre una canción, ‘Huracán, que me encanta, es uno de mis temas favoritos de la banda.