Juano es el líder de All la Glory. Gatrópolis ha departido un rato de buena conversación con un apasionado de la música como él, que vive por y para ella, y que cuando habla de la misma lo hace con la misma sonoridad con la que canta sus temas. Como reconoce, «llevo componiendo canciones toda mi vida», pero su motivación no decae con los años. Ahora vive tiempos de promoción, la del último álbum de la banda, Everybody’s breaking, everybody’s heart, un trabajo que encierra experiencias personales.
Everybody’s breaking, everybody’s heart es vuestro segundo disco, pero para todo aquel que no conozca a All la Glory, ¿cómo nace este proyecto?
Llevo haciendo canciones desde que era adolescente. Tuve un grupo que se llamaba Los Bombones, grabamos un par de discos y siempre estábamos metidos en el tema de la música. Llevo toda mi vida trabajando en una tienda de música, por ejemplo. All la Glory la monté después de una temporada de estar en Granada, que fue donde compuse todos los temas del primer disco. Ya cuando volví a Sevilla, le di un toque a algunos amigos, Miguel Rivera, de Maga; Goyo, de Discos Latimore… a los colegas de siempre. Más que nada porque quería grabar las canciones que ya tenía. El primer disco tuvo mucha proyección y aceptación y decidimos continuar. La banda sufrió algunos cambios de composición para el segundo. Este ha tenido todavía más repercusión, y de hecho estamos a las puertas de grabar un tercero.
¿Se podría decir que la banda es más un medio que un fin?
Claro. Llevo componiendo canciones toda mi vida, depende de las personas con las que me rodee pues las grabo con unos miembros o con otros. Realmente, en All la Glory compongo yo.
Han pasado cuatro años entre un disco y otro, ¿pero cómo fue ese proceso de producción?
Fue grabar el primer disco y corriendo ponerme a componer canciones para el siguiente. Lo que pasa es que hubo cambios de formación, a su vez miembros de All la Glory fueron llamados para tocar con Chencho Fernández. Entonces se ancló un poco el proyecto, y hacía falta que se airease un poco la cosa. Se alargó hasta que se retomó y se terminó el disco.
Everybody’s breaking, everybody’s heart es el título del álbum, ¿de dónde sale un nombre tan sonoro?
Precisamente por lo que te comentaba. Fue una etapa en la que emocionalmente, todo el mundo estaba bastante mal por un montón de cosas. Parecía que ‘todos estábamos rompiendo los corazones de todo el mundo’. De ahí salió. Fue una debacle horrible para la banda, por parte de casi todos los componentes del grupo. De hecho, estuvo a punto de no completarse. Lo di por perdido. Una vez que pasó toda la crisis emocional de la banda, se vio con perspectiva que había calidad y buen material, y se retomó. Lo bueno fue que de algo tan negativo, salió algo muy bueno como es un disco chulo.
¿Surgió antes el nombre del disco o vino por la frase que aparece en ‘Pretty Eyes’?
La canción la fui componiendo en torno a lo que nos iba sucediendo. Yo iba componiendo temas alrededor de esto, y estas canciones están muy influenciadas. Se iba componiendo, se iba ensayando… todo esto mientras el grupo estaba en la cuerda floja. Retrata un poco todo por lo que pasamos.
Es muy llamativo porque se ve que el orden de las canciones está cogido muy al detalle. Empezáis con una canción muy potente, como es ‘Looking for a thrill’, pero acabáis con todo lo contrario, con ‘This love affair’.
Fue autobiográfico. Con el tema de estar rodeado de discos, al orden de los temas le doy mucha importancia. Los Beatles en esto eran unos cracks. Creo que es muy importante escogerlos bien. Desde mi punto de vista, la última canción habla un poco de la experiencia que yo tuve en ese momento y como que cierra esa etapa. Es cierto que es un cierre tristón, pero así era lo que me estaba pasando en aquel momento.
¿Influencias del grupo a la hora de componer? Porque es cierto que hay un choque importante entre el sonido acústico y brillante del primer disco y el rollo más sintético de este último.
Eso viene por lo que te he comentado. El primer disco lo compuse yo en Granada sin banda. Te suena más acústico porque lo compuse sólo con eso. Al volver a Sevilla sí tuve una banda y un local de ensayo. Por eso este último disco tiene canciones más eléctricas y enérgicas. Aparte, en el primer disco estaba muy metido en el rollo country, me molaba mucho Tom Petty, por ejemplo; entonces tiene ese regustillo de rock clásico. Este disco quizás sí que ha sido un poco la vuelta a los grupos que me gustaban en los 90, con los que yo he disfrutado de más joven. Todo el power pop americano.
Esta entrevista es con motivo de vuestra participación en la Monkey Week. Habéis tocado en numerosas ocasiones, ¿cómo se os presenta esta?
Tenemos una relación muy buena. Llevamos tocando desde que salió nuestro primer disco. Por aquel entonces era en el Puerto de Santa María (Cádiz) y creo que prácticamente todos los años hemos hecho algo. Siempre contentos de trabajar con ellos. Nos parece un festival muy original, al que viene gente interesante todos los años, y es accesible tocar con ellos. Traen a bandas que quizás no están tan consolidadas en el panorama, e intentan dar a conocer a ‘las bandas del mañana’, como bien citan. Por eso me parece una iniciativa bastante valiente y bonita por su parte, siempre vamos a estar dispuestos cuando nos inviten.
Hemos podido ver por redes sociales que en noviembre vais a Cádiz para tocar con The Ships. ¿De dónde nace esta idea?
Lo cierto es que soy muy amigo de Dani Llamas, vocalista tanto de The Ships como de G.A.S. Drummers. Tenemos gustos musicales que casan muy bien. De hecho, si estuviera en Sevilla, probablemente ya tendríamos una banda juntos. Esperamos poder hacer más cosas entre ambos, no sólo lo de Cádiz para esa fecha.
Para terminar, y desde tu punto de vista, ¿qué crees que aportas a la banda y qué crees que ellos te aportan a ti?
Sobre todo, una amistad. Es algo bastante espiritual. Para mí la música es todo, desde que me levanto hasta que me acuesto. Y una vez que encuentras a gente que siente lo mismo que tú y que están tan de acuerdo, que le echan tanto tiempo por amor al arte en la mayoría de ocasiones, que disfrutan también a la hora de expresarse igual que disfrutas tú… es una cosa que crea hermandad. Aparte, de ahí nacen amistades bonitas que nos convierten en algo más que en compañeros de trabajo. No dejas de vivir las mejores experiencias de tu vida con ellos.