Ya son veinte años los que lleva Álex O´Dogherty, en el mundo artístico y no para de renovarse, de estar al día… de moverse, como solicita con su nuevo espectáculo, ‘¡Muévete!’. El mismo que estrenará en Sevilla el viernes 4 de este mes de mayo en Sevilla. Será en el Auditorio Box de La Cartuja, a partir de las 21:00 hs. Este gaditano, de San Fernando, con ascendencia y apellido irlandeses, vuelve con más fuerza y unas grandes dosis de optimismo.

¿Cuáles son las sensaciones ante el inminente estreno de la gira en Sevilla y qué espera del público sevillano?

Pues, todo bueno. La respuesta es, todo bueno (risas). Las sensaciones que tengo, las primeras que puedo tener del espectáculo, porque  ya lo hemos hecho previamente para probar, son muy buenas. La gente ha respondido bien, nos gusta a nosotros, lo pasamos bien… y las sensaciones, por tanto, son positivas. Creo que tenemos entre manos un espectáculo muy divertido, dinámico, positivo, de muy buen rollo, que a la gente le encanta. ¿Qué espero de Sevilla? Lo mismo de siempre, que me responda como ha hecho siempre. Desde que debuté hace 20 años me ha respondido bien. La verdad es que Sevilla es mi casa; la considero como mi casa artística, porque nací aquí, aquí estudié, y aquí fueron mis primeras funciones y actuaciones. Siempre me ha tratado como si fuera de la ciudad.

En `¡Muévete!´ entiendo que se aplaude la autogestión de las personas, la iniciativa propia, pero considero que transmite asimismo un mensaje para hacer ver a la gente que nadie te va a regalar nada, que hay que moverse para conseguir objetivos. ¿Estoy en lo cierto?

Es exactamente eso, amigo. Exactamente eso. La verdad es que yo llevo toda la vida haciendo esto y rodeado de gente que se dedica a esto; y al fin y al cabo también hemos tenido suerte y hemos hecho otras cosas de gente que nos ha llamado, pero siempre lo que nos ha salvado y nos ha sacado adelante ha sido nuestra propia autogestión. Es una manera de decirles a quienes nos rodean, y a los jóvenes, que está bien estudiar y prepararse y esperar a que alguien te llame, pero es mejor moverte tú en vez de esperar esa llamada. Porque puede ser que al final nadie te llame.

Incluso los artistas tenéis experiencia en esto de esperar la llamada que a veces no llega, por lo que tenéis que tomar la iniciativa. Es muy complicada la profesión, ¿verdad?

Hombre, es particularmente complicada porque no puedes esperar. Si te sientas a hacerlo pueden pasar años, o la vida entera. Es mejor tener una cosita mínima, una pequeña parcela donde desarrollarte antes de esperar a que te llame nadie. Por lo menos puedes garantizarte algo.

También se transmite el mensaje “las cosas solo pueden mejorar”, como se titula una de las canciones. Optimismo total…

Este disco está lleno de mensajes optimistas, como todo libro de autoayuda. En realidad, es un libro de autoayuda también para el autor, en este caso yo, porque  me repito este tipo de cosas y soy consciente de que las cosas también pueden empeorar. Pero, al fin y al cabo, esa canción lo que dice es que tenemos que pensar que las cosas solo pueden mejorar, porque así es como podemos conseguir que las cosas cambien.

‘Mi imaginación y yo’, ‘El amor es pa ná’ y, ahora, ‘¡Muévete!’. ¿Qué evolución busca un artista como Álex O’Dogherty cuando lleva tanto tiempo en el mundo del espectáculo, y cuál es la que se ha producido a lo largo de estos tres trabajos?

Muchísima, porque en realidad empecé a tomarme mi primer disco como una especie de híbrido de canciones de humor y canciones que no lo tenían, para hacer algo que conseguí hacer y quedó guay. ‘Mi imaginación y yo’ es, desde luego, un disco absolutamente particular que no se parece a nada de lo que he hecho yo, ni de lo que haya hecho nadie en esta vida (risas). Es como una obra en sí misma… una especie de relato, de cuento, con canciones… es un disco para escucharlo de un tirón, como una obra completa. ‘El amor es pa ná’ está formado por las canciones de un espectáculo titulado igual, en el que con bastante ironía y sarcasmo tratábamos el tema del amor. Y con ‘Muévete’ no es que haya huido del humor, pero es cierto que no tiene nada que ver con los discos anteriores. Precisamente, ninguna de las canciones, de las diez que componen este disco, son propiamente de humor. Puede que cuenten algo simpático, pero no son canciones que estén hechas para reír. Todo lo contrario. Son otros tipos de canciones que en muchos casos están hechas para contar historias que no necesariamente están relacionadas con el humor. Es un disco mucho más musical, con un concepto más de concierto, más que de espectáculo.

El rock es muy importante en ‘¡Muévete!’…

Fundamentalmente, el rock, el funky… sobre todo el funky, porque hemos incluido una sección de viento a la banda y eso le da un carácter bastante funky. Pero, bueno, es una mezcla de las dos cosas.

Ahora que nombras a la banda, supongo que La Bizarrería juega un papel muy relevante.

En este caso, sí. Sobre todo porque en estos seis años que llevamos juntos, en la banda han ido dándose cambios, pero a pesar de todo se ha ido cohesionando. Y para mí es fundamental. Por eso ya he decidido, en cierto modo, dejar todas las cosas de humor para cuando me quede solo, y que cuando me reúna con La Bizarrería sea una cosa más musical.

Eres un artista polifacético, puesto que actúas, cantas, bailas, escribes guiones, haces humor… ¿Te sientes más a gusto en alguna en concreto o piensas que ha de ser una combinación de todas estas cualidades?

Lo es, lo es. Evidentemente. Todo suma. Componen lo que soy. Con una sola, me aburriría. Es cierto que la música y este tipo de espectáculos que hago con La Bizarrería puede que reúnan más características que cualquier otra, porque aquí puedo cantar, bailar, puedo ponerme serio si quiero… y puedo interpretar. Es la suma de cuanto compone mi esencia.

Has demostrado que desde la seriedad se puede hacer humor…

Es otra manera de hacer humor. Siempre me ha gustado, o realmente me ha salido así. Es otra manera. No soy ni el primero ni el único que lo hará. Pero no soy de ese tipo de cómico que se ríe de sus propios chistes; todo lo contrario.

¿Qué conclusiones te gustaría extraer al final de la gira de tu espectáculo ‘¡Muévete!’ y cuáles las que saque el público. Con qué sensaciones te gustaría que saliera?

Que la gente se divierta, que considere que ha merecido la pena lo que ha pagado. En realidad, que salga con la sensación que tengo yo cuando veo un espectáculo que a mí me gusta. Cuando voy a ver algo que me gusta pienso como que me alarga la vida, que me arregla el día, que me arregla la semana, que me ayuda en algo. Aunque sea en poco, a veces es mucho. He visto espectáculos que me han ayudado a ser mejor y a vivir mejor, y que me han aclarado la vida. En este caso es un espectáculo, un concierto, una diversión… y quiero que a la gente, como mínimo, como mínimo, le arregle el día, y le merezca la pena. Que me ha pasado, que me han dicho, “mira, he estado a punto de no venir, porque he tenido un día de mierda, pero tú me lo has arreglado”. Eso es para mí gloria bendita.

Claro, porque los artistas, al fin y al cabo, sois nuestros terapeutas, que nos sacáis de los bajones.

Bueno, lo es. Y es importante que también todos seamos capaces de reconocer la importancia de la cultura y del arte para todo. No solo el mío, sino el de todo el mundo. No estamos hablando de un simple entretenimiento, que nos evade un poco. Estamos hablando de que la cultura le cambia y le mejora la vida a la gente. Todo el mundo lo puede ver y lo puede reconocer. No sé este afán por desprestigiar a la cultura… El poder de la música para reconducir un día en la vida de una persona, de una canción para cambiar el estado de ánimo y el humor de alguien, ¿sabes? De sonar de repente en la radio tu canción y darte la fuerza necesaria… ¿Cómo se explica esto? ¿Cómo se explica el poder que tiene la cultura? Gente que ha leído un libro y ha cambiado su vida radicalmente. Pues eso existe. Y es así. Y es el poder que tiene la cultura. Y yo, jamás voy a dejar de aportar mi granito de arena en este sentido, y que las cosas que yo hago le alegre la vida a la gente.