Cofundador, junto a Ariel Rot, de la mítica banda de rock Tequila, Alejo Stivel se ha estrenado en solitario con Yo era un animal. Este álbum es su primer trabajo compuesto y producido en su totalidad por él mismo. Tras una larga trayectoria musical, que alcanza ya las cuatro décadas, el artista argentino comienza una nueva etapa repleta de la ilusión del comienzo. Además, el 25 de enero formará parte del concierto tributo a Tom Petty que se celebrará en Madrid, junto a M-Clan, Mikel Erentxun, Rubén Pozo o Los Zigarros, entre otros.
Yo era un animal es tu primer trabajo propio, con canciones compuestas y producidas por ti mismo. Me imagino que con este álbum sentirás una ilusión especial.
Siento como si fuera mi primer disco, porque es el primero que publico con canciones propias, y eso me hace estar muy ilusionado, como si estuviera empezando. Aunque realmente estoy empezando.
El título Yo era un animal suena a una declaración de principios, ¿qué podemos escuchar en él?
Hay un poco de todo. Un poco de rock, hay canciones que hablan de amor, hay una canción dedicada a mis gatas, hay un tema sobre el maltrato de género. Es un poco variado el disco.
¿Qué nos puedes contar de este disco en aspectos de producción? ¿Cómo ha sido su proceso de creación?
Fue un poco duro, porque yo estaba un poco fuera de training, hacía mucho que no componía, entonces me costó un poco por esa parte. Pero en la producción estoy muy acostumbrado, y eso me salió solo, fue todo un paseo. Estoy muy contento con el resultado, tanto de la composición como de la producción.
La música está para sentirla, disfrutarla, vivirla, etc. Pero también funciona como altavoz para remover conciencias y dar visibilidad a determinados problemas e injusticias que se producen en el mundo. Este es el caso de tu canción ‘Ni una menos‘, en la que cuentas con la rapera argentina Miss Bolivia.
No creo que tenga mucha importancia lo que yo opine sobre algo, eso lo dejo para los grandes opinadores. Esto suena humilde, pero digamos, esto es mi visión del problema por el que pasan las mujeres. Es una tragedia. Pero esto es una pequeña viñeta, que es cómo yo lo veo. Tampoco intento con este tema sentar una gran declaración. Sentí que tenía que hacer una canción sobre ese tema, y me salió esa. Llamé a Miss Bolivia, que aquí no es conocida, pero en toda América Latina sí lo es. Creo que tiene mucha fuerza, y eso le dio un plus importante a la canción.
En este proyecto has contado con varias colaboraciones como las de Miss Bolivia, la Guada Álvarez y Carlos Tarque, ¿cómo eliges los artistas que quieres que te acompañen? ¿Buscas un nombre en concreto, simplemente surge…?
Carlos es que estaba por el estudio, y más que una colaboración, hizo unos coros. Miss Bolivia es lo que te contaba, quería una mujer con fuerza para ese tema, para contrastar. El que canta es un hombre, e iba muy bien que hubiera una mujer en un tema que habla sobre las mujeres. Y ella tiene un power brutal. Guada es una amiga mía, que tiene una voz muy bonita, me gusta mucho como canta, y la canción me lo pidió.
Tras varias décadas formando parte de grupos y trabajando como productor para otros artistas, en 2013 decidiste comenzar tu etapa en solitario, ¿qué te ha reportado esto a la hora de desarrollar tu trabajo?
Mucho placer, porque lo paso muy bien subiéndome al escenario y estar en contacto con el público, algo que dejé de hacer durante varias décadas, como dices. Y después, por otro lado, componer y grabar es una experiencia muy enriquecedora, me arrepiento de no haberlo hecho antes.
Desde que comenzaste en esta profesión hasta el momento que vivimos actualmente, has podido ser testigo de varias etapas por las que ha pasado la industria de la música, además desde distintas perspectivas, ¿en qué momento crees que estamos ahora?
La música se encuentra en la mejor etapa que se ha encontrado nunca, desde que existe la sociedad. Otra cosa es el negocio de la música, que está difícil para generar negocio de la música, porque no se venden discos, la gente los escucha en streaming, que creen que es gratis, pero no lo es, porque le pagan a un servidor. Lo que pasa es que casi nada de eso le llega al creador, pero bueno, están los conciertos, el consumo musical es el más alto que jamás ha habido. El hecho de que tú estés caminando por la calle, y busques la canción que te apetezca y la escuches… Antes había que ir a una tienda de discos, comprarte el disco, llegar a tu casa, ponerlo… Tenía un romanticismo, y un idealismo muy grande, pero era mucho más complicado y más caro.
¿Qué le pides a esta nueva etapa con Yo era un animal?
Pasarlo bomba (riendo). Que es lo que me está pasando realmente. Lo estoy pasando muy bien, y quiero que la gente lo pase tan bien escuchando el disco, como yo grabándolo. Me gustaría que a la gente le guste, que lo escuche y que venga a los conciertos. Es un poco la finalidad de un artista, poder comunicar lo que hace.