Hay veces que se confunde la música con el espectáculo. Nos dejamos llevar por las posturas, las gafas de sol en plena noche o las botas y las chaquetas en plena ola de calor. Todo por el espectáculo. Sin embargo, no siempre se pierde el norte. A veces sólo necesitamos sentarnos, reposar los temas que están sonando y dejarnos llevar únicamente por la música. Pero para ello tenemos que tener a dos bandas del calibre musical de The Magic Mor y Rufus T. Firefly para que esto ocurra. La pasada noche del 12 de agosto, pudimos coincidir en el mismo sitio con ambas en el escenario del POP CAAC.

Entre The Magic Mor y Rufus T. Firefly hay varias analogías que las hacen la pareja perfecta de conciertos. No comparten sólo estilos, influencias… sino esencias. Se trata de dos bandas que sienten y viven la música con una energía que se traslada a todas partes. La química entre sus componentes es indudable, y con ambas se crea un ambiente que pocas veces se consigue en el ámbito músical. 

The Magic Mor llegaba a Sevilla para presentar su próximo disco. Está despertando de un letargo de tres años y con una nueva composición (a Juan Antonio Mateos, Álvaro Marabot, Ernie Rodríguez y Tamara Díaz se les ha unido Jaime Hortelano a los teclados y en la acústica). Parece que los años de parón no le ha creado telarañas a la formación: sigue teniendo el sonido arrollador, la potencia sonora que le caracteriza. No se pierde en artificios, sube al escenario a tocar unos temas a los que le ha puesto toda su pasión.

Mientras tanto, los de Aranjuez venían presentando de forma íntegra su nuevo trabajo, que se publicará a final de año. Son temas luminosos, que crean su propio aura. Un concierto de Rufus T. Firefly es una burbuja, impenetrable, que se rompe sólo al terminar la actuación. Siempre se ha caracterizado por no necesitar artificios más que los que giran en torno a sus sintetizadores; ahora, este aspecto parece haberse diluido y todo queda más orgánico y natural. 

Incluso ‘Nebulosa Jade’ y ‘Río Wolf’, que fueran las únicas canciones que tocaron de sus anteriores trabajos, habían evolucionado a ese nuevo sonido que nos trae la banda.

Poco más queda por decir. Tanto The Magic Mor como Rufus T. Firefly cuentan con un largo recorrido, les auguramos uno aún más prometedor, y además esperamos (y rogamos) que vuelvan a coincidir en un escenario, porque la magia está servida.