Tras la tempestad llegó La calma… Eso es lo que parece haber ocurrido en la vida personal y profesional de Pastora Soler. Conocido es que la artista de Coria del Río ha tenido que superar importantes problemas, los cuales la alejaron de su hábitat, de los escenarios. Pero por fortuna, la tranquilidad se ha impuesto, dando lugar a la normalidad. Tanto es así que la cantante publicó en septiembre de 2017 su último álbum hasta ahora, el undécimo, bajo ese título que referimos al comienzo, La calma. Y con los nuevos temas y con otros ya conocidos y aplaudidos de su repertorio, lleva dos años girando. Por eso, ayer, en su actuación en el Tío Pepe Festival, reiteró que “no podía dejar pasar la oportunidad de venir a Jerez”, al considerar a esta como una cita ineludible.
Calma en lo profesional y en lo personal
Pero ayer se la veía especialmente exultante a la coriana. Al generoso derroche de voz habitual en ella y a su estilo alegre y desenfadado les unió una cuestión personal que comunicó casi al término de su actuación con enorme emoción. “Llevo varios meses esperando para informar sobre ello y esta noche que será inolvidable para mí os lo voy a decir, y es que me encuentro embarazada de cuatro meses…” A la sorpresa le sucedió una gran ovación por parte del público que prácticamente llenaba el Patio de la Tonelería de las bodegas González Byass jerezanas. Qué mejor lugar para una artista para dar una buena nueva de este calado que en un escenario.
Por si el duende de Pastora Soler no fuera de por sí poderoso, ayer noche, contó con un aliado. Y es que si para ella, según reconoció, la velada va a ser inolvidable, no menos lo será para el generoso público que disfrutó y participó con su actuación. Unas 17 canciones regaló la artista con su impecable voz. Realizó un completo repertorio desde la música pop hasta el cante por bulerías (`Que no daría yo’) o un par de coplas (`Y sin embargo te quiero´ y `Me embrujaste´). “Qué me gusta la copla”, dijo sonriente. “Nunca me bajaré de un escenario sin cantar copla”, confirmó. Y es que la genial cantante sevillana no puede olvidar sus hondas raíces enterradas en tierras de flamenco y copla.
Noche emotiva
Pastora Soler se mostró muy emocionada a lo largo de su concierto en el Tío Pepe Festival (el impecable marco jerezano invitaba a ello). Igual que lo había estado durante los dos años de gira que está realizando, como reconociera ella misma, al permitirle hacer otra vez lo que le gusta: “esta experiencia me ha servido para volver a sentir la magia del escenario”. Pero ayer, por todo lo relatado, el encuentro fue doblemente emotivo. En esta dinámica, la artista comenzó su actuación con dos temas que resumen perfectamente lo vivido en su reciente pasado y lo que siente en la actualidad: ‘Desnudando el alma’ y ‘Vuelves a la vida’, “cuando todo ya parece estar perdido, cuando sientes que no hay solución, sientes que no hay solución, cuando das todos tus sueños vencidos…”.
A estas canciones les siguieron las ya mencionadas anteriormente y un repertorio que agradeció el público, desde `Te despertaré´ hasta la eurovisiva `Quédate conmigo´, impresionante su voz aquí, pasando por `La mala costumbre´, `Vive´, los guiños a esos éxitos de siempre, como `Dámelo ya´, `Corazón congelado´, `Bendita locura´… o la muy emotiva y personal `Estrella´, dedicada a su hija, o la poderosa y optimista `Invencible´, con la que cerró un programa muy completo. Porque ocurre que al hablar de Pastora Soler lo hacemos de una artista capaz de llegar a unas cotas de emotividad enorme con su poderosa voz y de complicidad con el público por su carisma sobre el escenario. Y es que con la de Coria del Río todo es posible; es capaz de hacer bueno incluso un tema que no lo sea.
Fotografía de portada de Miguel Ángel Castaño / Tío Pepe Festival.