Han pasado unos días desde la última actuación del grupo sueco en Sevilla, en la Sala Fanatic, y todavía hay canciones y momentos que permanecen en la memoria de quienes acudieron a la cita. El ciclo Budweiser, que comenzó el día previo en la Sala But de Madrid, ya presagiaba lo que a la capital hispalense le esperaba: después de su colaboración en el programa La Vida Moderna, pudimos ver que Kakkmaddafakka adora al público español. Y Sevilla no iba a ser menos.
Los de Axel Vindenes se reencontraban con un público efervescente y ansioso por volverles a ver. Ha sido la tercera vez que tocan en Sevilla, aunque desde la segunda tan solo ha transcurrido un año. Pero el poco lapso de tiempo transcurrido entre uno y otro no fue un impedimento para que incluso hubiera quien repitiera con respecto a aquella ocasión. Al parecer, fue duro tener que esperar un año, y con una Fanatic casi al completo, Kakkmaddafakka, con una puntualidad británica, comenzó a hacer temblar la sala desde su primera canción, ‘Touching’.
Dicho concierto era con motivo de la presentación de su último álbum, Hus, publicado el pasado septiembre, y aunque el grupo cantó temas del mismo, como ‘Neighbourhood’ o ‘Blue Eyes’, hubo tiempo para canciones que ya son hits de la discografía de estos suecos tan peculiares, ‘Restless’, ‘Forever alone’ o ‘Is She’, uno de los momentos álgidos de la noche por la importancia que comentábamos anteriormente en la que el público se volcó en su totalidad.
Es indudable que pese a la juventud de los componentes del grupo, Kakkmaddafakka se postula como una banda de máxima calidad. Con influencias que rozan el rap, jazz, disco, pop o rock (géneros tan dispares entre ellos), con un nombre complejo a la par que curioso, y con un carisma propio de una banda que sabe lo que hace, Kakkmaddafakka hace disfrutar. Y tenemos una suerte increíble de que adoren tanto a España, porque de este modo, no hay lugar a dudas de que nos volveremos a ver pronto.
Fotografía de portada de Andrea del Zapatero.