Jorge Drexler regresó a Sevilla. Volvió a actuar en el Cartuja Center CITE, un auditorio que en no mucho tiempo ha adquirido un status de notoriedad en la capital andaluza, por el enclave de la ciudad en que está, su accesibilidad, capacidad y gran acústica. Y por los artistas que suelen actuar en su escenario. Como quien deleitó, en la noche del sábado 15 de octubre, a un público que prácticamente llenó ávido del reencuentro esperado.
Jorge Drexler había actuado en Sevilla por última vez antes de la pandemia. Algo que recordó al público. En aquella ocasión, también alcanzó un éxito similar en la capital andaluza. Tinta y tiempo nació durante el ominoso periodo de tiempo que ha durado la pesadilla sanitaria que a él también le afectó directamente.
Precedido por la presencia en el escenario de Tiago Iorc, músico brasileño de gran predicamento en su país, ganador de tres premios Grammy Latinos, que interpretó varios temas a modo de telonero,
Jorge Drexler hizo aparición ante su público con la naturalidad con la que habitualmente se expone con sus canciones y las ofrece a su auditorio. Locuaz, amable, intenso, generoso… a veces da la impresión de, como ya escribiéramos en Gatrópolis en otra de sus anteriores visitas, que actúa ante un grupo de amigos en el salón de su casa. Sorprendido gratamente por el espectacular lleno del Cartuja Center CITE, saludó efusivamente y haciendo reverencias de gratitud.
‘Plan maestro’, del recientemente publicado Tinta y papel, abrió la noche. Le siguieron temas como ‘Deseo’, ‘Corazón impar’, ‘Cinturón blanco’, ‘Me haces bien’, ‘Fusión’, ‘Maldito desconcierto’ o ‘Era de amar’, tema que interpretara hace años con Ana Belén, y con el que quiso celebrar, «a pesar de que no soy partidario de las efemérides«, según apostilló, sus 30 años de carrera musical. Un detalle que quiso tener con Gustavo Cerati.
‘Inoportuna’, con su mensaje sobre el paso del tiempo, antecedió a ‘¡Oh, Algoritmo!’, canción que trata sobre el libre albedrío y el atasco creativo al que el artista a veces ha de hacer frente, y que forma parte también de Tinta y tiempo. Su interpretación supuso uno de los momentos más relevantes de la velada. El tema compuesto con Noga Erez (ella no estuvo presente en esta ocasión) fue toda una exhibición de Jorge Drexler con un rap en inglés junto al argentino Javier Calequi. Después llegaron ‘Salvapantallas’ y ‘Asilo’. Ésta con Miryam Latrece, quien ayudó a subir la emoción cantándola a dúo de manera espectacular. Tras esta actuación impecable les tocó el turno a ‘Tinta y tiempo’, que da nombre a su decimocuarto álbum de estudio; concebida para transmitir que «escribir canciones es aprender a perder contra la hoja en blanco«, otra experiencia vivida durante la pandemia en su afán por dar vida a su última creación, y a ‘El día que estrenaste el mundo’.
Y llegó el momento de otro de los aplaudidos temas de Jorge Drexler, el siempre bien recibido ‘Milonga del moro judío’, con el poeta cubano Alexis Díaz Pimienta, a quien invitó públicamente a que le acompañara. También se produjo el regreso de Tiago lorc. Esta vez cantó a dúo el mítico ‘Al otro lado del río’.
‘Duermevela’, una emotiva dedicatoria a su madre, ‘Movimiento’, ‘Tocarte’, ‘Telefonía’ y ‘Silencio’ (exquisita puesta en escena la de esta canción) parecían cerrar la noche. Pero Jorge Drexler no podía dejar a su entregado público con la miel en los labios. Éste pedía más. Y el cantautor regresó al escenario para regalarle un adiós brillante con ‘La guerrilla de la concordia’, ‘La luna de Rasquí’, ‘Todo se transforma’ y ‘Amor al arte’.
Fotografía de portada de Patandi.