En la noche de ayer pudimos disfrutar en Sevilla (exactamente en el Auditorio Rocío Jurado) de la gira Autoterapia, que ya se ha desarrollado por ciudades como Madrid, Pamplona, Barcelona, Granada, Valencia o Murcia. Su siguiente parada ha sido la capital hispalense, a la que Izal no regresaba desde hacía tres años. “No volverá a pasar”, confesaba Mikel Izal, su vocalista. Y es que su público necesita de sus conciertos: Izal está en su mejor momento, y no podemos verlo mejor reflejado que en un directo preciso y apabullante.
Para empezar, que un concierto comience con ‘La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo’ es hacerlo por todo lo alto. Esta canción, aparte del sonido que tiene, es la que inspira la gira y es un éxito asegurado. Pero por si fuera poco, a este hit le siguieron ‘Ruido blanco’, ‘Copacabana’, y ‘Pequeña gran revolución’. Habían pasado apenas 15 minutos y los madrileños ya tenían conquistados a su público.
Un espectáculo a la altura
Hace una semana, comentábamos el salto cualitativo de los shows de Leiva, y cómo nuestros grupos y cantantes nacionales estaban desarrollando más el lado escénico, como un complemento más de su sonido. Con esta gira, Izal se ha colocado en el top de directos nacionales (dentro del género indie) en este sentido, llevando un espectáculo comparable al de Dorian o al de Vetusta Morla. Al final, aunque claramente lo importante es el sonido en directo, una buena puesta en escena siempre influye y ayuda a que un concierto avance positivamente. Pero no podemos obviar la necesaria calidad que cualquier formación ha de poseer en cuanto a sus músicos. En el caso que nos ocupa, podemos destacar la aportación relevante de quienes acompañan a Mikel Izal; estos son Alberto Pérez (guitarra), Emanuel Pérez ‘Gato‘ (bajo), Iván Mella (teclados) y Alejandro Jordá (batería).
En el caso de la gira Autoterapia, Izal ha creado un universo paralelo, un imaginario colectivo, basado en este álbum, y como he mencionado antes, en una canción concreta. Además de los vídeos que la banda coloca estratégicamente entre algunas canciones (con cameos estelares de Kira Miró, Miren Ibarguren, Julián López y Raphael), se alía con el “enemigo” confeso del siglo XXI y sobre todo, de la música en directo: los móviles. Izal les da la vuelta y son numerosas las interacciones que tiene con el público y sus móviles. Mediante una app que te descargas al comienzo del concierto (los asistentes pueden llegar a decidir qué canción quieren que toque la banda entre tres alternativas: ‘Conclusión en do para ukelele’, ‘A los que volveremos’, y ‘Palos de ciego’, la ganadora de la pasada noche). Esto hace que el público de Izal sea parte importante del show, además de crear una experiencia 360º.
Por si fuera poco, y ya en el máximo apogeo que nos podamos imaginar y que un grupo musical pueda alcanzar, Izal concluyó el concierto con una fiesta, literalmente: ‘El baile’ y ‘Bill Murray’.
Sin duda, Izal es la banda ‘indie’ más castigada por sus detractores. Algo totalmente erróneo. Pues no hay más que ver su evolución y el directo tan completo que culmina con una madurez musical constatable.