Cantaba Carlos Gardel en ‘Volver’ aquello de “que veinte años no es nada”, y bien que podría llevar razón el mítico tanguista de origen aún desconocido, aunque nacionalizado argentino. Y es que en una vida, podría ser que dos décadas se queden cortas si tenemos la dicha de hacerla longeva. Y máxime si transcurridos esos 20 años en una persona ves que sigue igual. Mejor dicho, que incluso ha mejorado, desterrando cualquier resquicio a esos estragos con el que el paso del tiempo nos lacera.
En el caso de David DeMaría, quien se encuentra en plena Gira 20 años, cabe darle la razón al gran Gardel, puesto que quienes conocemos a este dicharachero y jovial jerezano desde sus inicios, nos quedamos gratamente sorprendidos por la poca merma que el tiempo le ha ocasionado. Es más, incluso estos 20 años que celebra con este tour le han sentado hasta bien, personal y profesionalmente.
La fuerza de la voluntad
Porque aquel prometedor cantautor que en 1997 publicara su primer álbum, David DeMaría, ha llegado al 2018 en plena forma, habiéndose labrado una carrera artística desde la calidad pero, a la vez, la humildad que derrocha. Recordando el título de aquel trabajo que editó en 2007, La fuerza de la voluntad: Grandes Éxitos, su obra está jalonada por su arte pero también con mucho, muchísimo, esfuerzo.
Y en eso anda David DeMaría, en la promoción de su álbum 20 años (publicado el 13 de abril) y en recorrer España con la gira con la que conmemora algo que se dice pronto pero que no es tarea fácil: dos décadas de carrera. Porque en verdad, 20 años sí son muchos años, sobre todo en una profesión.
Gira 20 años
Y una de las localidades en las que David DeMaría está repasando su discografía y su trayectoria musical es Sevilla. Ayer, en el novísimo Cartuja Center deleitó a sus seguidores con dos horas en las que estuvo acompañado de su banda y de muchos artistas amigos que subieron al escenario para homenajearle y disfrutar con sus temas: Joselu Marassi (‘El perfume de la soledad’); Carmen Raigada (‘Cada vez que estoy sin ti’); Gemeliers (‘Si pudiera’); Manuel Muñoz (‘Pétalos marchitos’), quien interpretó al piano una canción propia, ‘Yo me quiero a mí’; Carlos Torres (‘Despertaré cuando te vayas’); Antonio Romero (‘Precisamente ahora’); y la violoncelista Irene Zugaza (‘Miradas cruzadas’ y ‘Despertaré cuando te vayas’).
David DeMaría volvió a cautivar a sus seguidores, con los temas referidos y con otros esenciales en su discografía, como ‘La ciudad perdida’, ‘Cuando el río suena’, ‘Mi trocito de vida’, ‘Espérame’, ‘El callejón del duende’, ‘Guía de mi luz’, ‘Barcos de papel’, ’Amor multiplicado por dos’, ‘Y si te vas’, ‘Que yo no quiero problemas’ y ‘Te conocí’.
“Soy el duendecito del pop”, se autodefinió modestamente en un momento del concierto. Eso sí, un duendecito con 20 años de carrera musical, al que no cabe preguntarle: “Qué tal te va, qué tal te fue, qué tal te ha ido…” La respuesta ya la sabemos todos.