Una trilogía rural
(Ilu Ros, 2022)
La ilustradora Ilu Ros cuenta sus obras por éxitos. En 2020 irrumpió en el panorama literario con Cosas nuestras, un homenaje a su abuela materna, y con la que se ganó el favor de crítica y público. En 2021 volvió a sorprender con su particular homenaje a Federico (García Lorca). Tan maravillada quedó del granadino y de su obra, que en 2022 se atrevió a ilustrar sus tres obras de teatro más importantes, Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, en Una trilogía rural (Lumen).
Estas tres obras están impregnadas de la tragedia de la pasión amorosa, de las rivalidades familiares, la esterilidad, la represión sexual y la muerte. Un hilo vertebrador que forma el ciclo más celebrado de García Lorca como dramaturgo. Una trilogía rural es un regalo para los admiradores del granadino. Y demuestra que su genio sigue estando muy vivo en nuestra sociedad.
Estas tres obras de teatro nos hablan de la mujer, del campo, de una Andalucía tradicional, de un campo duro, una sociedad hostil (sobre todo para las mujeres)… Temas que preocupaban a Federico, una persona empática, siempre preocupada por los demás, y que ponía el foco en las injusticias de su época.
Ilu Ros traslada a las páginas de Una trilogía rural estas tres obras de teatro tal cual las concibió el poeta y dramaturgo de Fuente Vaqueros. Su maquetación ha sido muy cuidada y supervisada por la artista, que ha diseñado una serie de ilustraciones maravillosas que se adaptan al texto a la perfección. Tanto como si hubieran sido concebidos juntos desde su origen por el propio Federico.
Bodas de sangre es una tragedia en verso y en prosa, publicada en 1933. La historia podría basarse en unos acontecimientos reales ocurridos en julio de 1928 en el Cortijo del Fraile (Níjar, Almería). Nos cuenta el que debería ser el día más feliz en la vida de unos novios, su boda. Pero la muerte y la violencia hacen presencia durante la celebración. Una lucha contra el destino por parte de la novia, que intenta no sucumbir a una antigua pasión, la de Leonardo.
Yerma (1934) por su parte nos lleva a una historia, en la que su protagonista lucha contra su instinto, que le dice que debe ser madre. Pero ésta no lo consigue, y deriva en un odio consigo misma. La impulsividad le lleva a matar a Juan, su marido esteril. Pero después se arrepiente, ya que debido a este gesto, siente que ha acabado con la única posibilidad de tener un hijo.
Por último, La casa de Bernarda Alba vuelve a tener a la mujer en el centro de su historia. No pudo ser publicada hasta 1945, lo que supuso que Federico no fuese testigo de ello. Es una obra en tres actos, y nos habla del ambiente opresivo de una familia formada por la matriarca y sus cinco hijas. Tras la muerte de su marido, las obliga a guardar ocho años de luto.