'Si yo me pierdo (Víctor Amela, 2022)'

Si yo me pierdo

(Víctor Amela, 2022)

En Si yo me pierdo, Víctor Amela visita los lugares que enamoraron a Federico García Lorca durante su viaje a Cuba en marzo de 1930.

Viernes, 7 de marzo de 1930. 15.00h. “El vapor Cuba atraca en La Habana (Muelle de la Machina), procedente de Key West. Reciben a Federico José María Chacón, Rafael Suárez Solís y Félix Lizaso, Luis Rodríguez Embil y Santiago Guardiola. Le hospedan en el hotel La Unión (calle Cuba con Amargura). Saluda a Antonio Quevedo y María Muñoz, matrimonio español (ella es sobrina del marqués de Comillas y exalumna de Manuel de Falla)”. La Habana, 19 de diciembre de 2020. Hotel Habana Libre. Víctor Amela se hospeda en la capital cubana. “COVID y miedo en el aire. Suben los contagios en Barcelona. El ministro sostiene que habrá vacunas a fin de año. Y ahora Cuba reabre aeropuertos, cerrados desde agosto: es ahora, ahora debo pisar Cuba  —ahora… o ¿cuándo? si quiero contar la historia que sueño contar. Me voy. No digo nada a nadie”. Si yo me pierdo (Destino, 2022) es la obra con la que el periodista y escritor catalán desborda todo el caudal de amor y admiración que profesa a Federico García Lorca. A la vez, ofrece un diario detallado de aquellos 98 días en los que el granadino vivió su etapa más feliz. Fue a Cuba para pasar unos pocos días con el fin de ofrecer unas conferencias, y pospuso su regreso a España tres meses. Más de 90 años han pasado desde la estancia de Federico (sí, Federico: “Yo soy Federico, pero no soy Lorca”, confesó a su amigo José María Chacón).

Federico cambió la tristeza personal y el desarraigo que sintió en Nueva York por la felicidad y el gozo que le proporcionó la luminosa y colorida Cuba, de punta a punta. Impulsado por este desmedido embrujo que la tierra cubana ejerció en el llorado y admirado  Federico García Lorca, Víctor Amela, en plena pandemia decidió ir hasta allá para “buscarle”, conocer los lugares por donde estuvo, recopilar información de primera mano sobre aquellos 98 días en los que fue su segunda patria. “¡Oh, Cuba ¡Oh ritmo de semillas secas!”. El poeta, que tanta correspondencia epistolar mantuvo con sus padres durante su experiencia neoyorquina, apenas tuvo tiempo de contactar con ellos mientras disfrutó de todo lo que en aquel lugar llegó a recibir: “Si yo me pierdo, que me busquen en Andalucía o en Cuba”, les dijo en una de sus cartas.

Porque, como bien se aclara en la presentación de Si yo me pierdo, ésta es “la novela sobre los 98 días más felices y desconocidos de la vida de Federico García Lorca en la cuba dorada de 1930”.

Sinopsis

Federico García Lorca desembarcó en Cuba procedente de Nueva York en marzo de 1930, invitado por una semana. Pero discurrieron más de tres meses hasta que el poeta andaluz decidió volver a España, embriagado de música y belleza caribeñas, soneros y santeros, terrazas y palmeras, ron blanco, sensualidad negra y noches de Malecón.

¿Qué hizo el poeta en “los días más felices de mi vida”, como definió sus días cubanos? ¿Cómo Cuba tiñó la obra, la persona y el destino de Federico? “Si yo me pierdo —advirtió por carta a sus padres— que me busquen en Cuba”. Y se perdió. ¿Para encontrarse? Esta novela lo cuenta. 

Una novela que Víctor Amela dedica a “Tica, que tu tío Federico te quiso tanto”.

federico

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