Surnormal profundo, lo serio tratado con humor
¿Se puede hacer reír desde la seriedad de un tema? ¿Cómo es el humor tratado con sutileza? ¿Es posible provocar la risa sin acudir al humor cutre? Manu Sánchez nos saca de dudas en su libro Surnormal profundo, publicado por Penguin Random House en noviembre del pasado 2017. “Y por decirte la verdad en este libro te reirás (al menos eso espero), pero debes saber que esta vez voy en serio, y que serio nunca fue sinónimo de triste, pero aquí el payaso se me ha puesto profundo (al menos eso creo)”.
Desde la base de las columnas y los artículos escritos para un programa radiofónico de la Cadena Ser, este inquieto nazareno (Dos Hermanas, Sevilla) desmenuza la actualidad con una crítica ácida, incisiva, punzante, como se suele decir popularmente, “sin pelos en la lengua”, pero desde la posición de alguien que vive la vida con humor, aunque a veces el humor no tenga que ser, precisamente, del agrado de quien recibe los palos. Y eso es lo que Manu Sánchez logra arrancarles a los lectores, una sonrisa o una carcajada, según el momento. Eso sí, sin menoscabar ese punto de reflexión necesario en cuestiones de gran importancia como las que son tratadas. Y es que Manu Sánchez tiene para casi todo el mundo. Desde el recalcitrante centralismo hasta el excecrable terrorismo tanto de ETA como de ISIS, pasando por su oposición frontal a la crítica sin razón a los jóvenes, su desacuerdo con el nacionalismo catalán, el tirón de orejas a los políticos, la “cruz” que los andaluces hemos tenido que cargar, y seguiremos cargando, por mor de los injustos tópicos…
Prologado por el televisivo Risto Mejide, Surnormal profundo es reivindicativo desde su título. Con él, Manu Sánchez sienta las bases de su defensa a Andalucía y muestra su negación a aceptar el papel que habitualmente nos ha tocado jugar a los andaluces. “Y yo hago mío este mensaje para reivindicar desde Andalucía nuestra más absoluta surnormalidad. Surnormalidad total la que vivimos aquí día a día sin la necesidad de ser admirados, valorados, enjuiciados, aprobados, refrendados, despreciados, ni mucho menos justificados por nadie; ni desde dentro ni desde fuera…”. Y, como queda dicho, a partir de ese sentimiento se muestra una cadena de escritos publicados previamente, a los que les ha añadido otra reflexión sobre lo que le llevó a hacerlos.
Frases enmarcables hacen de Surnormal profundo una herramienta muy útil para disfrutar de la lectura y, a la vez, meditar sobre los temas que se tocan: “Efectivamente, cuando hablo ceceo, aspiro las haches, porque en mi tierra se habla tan bonito que ni las haches quieren ser mudas”; “¿Y si… le hubiésemos hecho caso al Pali cuando dijo que había que hacer menos misiles y más pavías de bacalao?”; “Ya vale tener que explicar que aquí (en Andalucía) hay ferias, pero trabajamos mucho. Que somos capillitas, pero los hay rojos. Que tenemos tradiciones, pero también poetas, abogados, universitarios, pintores, médicos… Déjennos sencillamente ser surnormales sin justificarlo ante idioteces, ataques ni complejos”; “La semana que publiqué “Aznar es un mierda” me hicieron sentir la Pasionaria; y cuando con “Socialistísima” el palo le tocó al PSOE, viví entre cibermamazos y halagos”; o “Parece que ya quedó antiguo y desfasado eso de “Hacienda somos todos”. Se acerca el día poco a poco de: “Los que le mangamos a Hacienda somos todos”.
En definitiva, Surnormal profundo es un libro para leerlo, releerlo… y reírse, pero siempre con espíritu crítico y sentido de la autocrítica. Sin ambos, me temo que muchos lectores en vez de disfrutar van a pasar un mal rato.