A veces, el miedo al cambio o a determinadas situaciones que vivimos en el día no nos permiten avanzar. Nuestros sueños, lo que queríamos ser o cómo pensábamos que sería nuestra vida, se topan con un muro levantado por el destino, obligándonos a ceñiros a lo estipulado por él, a lo que finalmente nos ha sido dado. En esa realidad se mueven los personajes que Espido Freire nos presenta en su nueva novela. De la melancolía llegó a las librerías el pasado noviembre, de la mano de editorial Planeta, y que ya cuenta con una segunda edición.
Esta ficción está protagonizada por Elena, que nos cuenta en primera persona las luces y las sombras de lo que ha sido su vida. Una vida que por un tiempo creyó idílica, y de la que no necesitaba más. Pero poco a poco la vida la fue situando en vicisitudes con las que nunca contó. Ella y Sergio formaban una pareja perfecta, pero ante la imposibilidad de ser padres, ese amor se rompe. Colocándola de nuevo en la casilla de salida de su propia vida.
Esta crisis le provoca una gran depresión, pero gracias a la terapia y a unos hechos que se presentarán en su vida, hará que vuelva a recuperar la esperanza, sobre todo en ella misma. A Elena se le presenta la oportunidad de cuidar a su tío Lázaro, que debe ser operado. Pero a esto se une la necesidad de alquilar otras habitaciones para poder sobrevivir a toda esta situación en la que intenta encontrar su lugar. Es por ello que conocerá a gente nueva, como a Sonsoles, que se convertirá en posible inquilina, o recuperará la relación con antiguos amigos y conocidos.
De la melancolía es un viaje vital de todos sus personajes, pero sobre todo de Elena. Personas que han sido heridas de una u otra forma a lo largo de sus vidas, y que solo buscan ser amadas y respetadas por los demás, así como motivos para ser felices. Unos daños que vienen por la guerra, otros por lo que la sociedad tenía estipulado según su género, otros por enfrentarse a la vida adulta antes de lo esperado, y otros por toda la resaca que deja una crisis económica.
Espido Freire en esta novela nos habla de distintas situaciones y perfiles, de generaciones dispares, o de diferentes clases sociales, que lo que tienen en común es el poder transformador y sanador del amor para poder hacer frente a todas esas adversidades. Porque aunque esta sea una premisa constante en la literatura, no hay que olvidar que el amor (en todas sus vertientes) es lo que nos ayuda a sobrevivir.
Y aunque sea algo muy secundario en la historia, la escritora bilbaína, a través de la gatita Gloria, nos habla en De la melancolía de las ventajas y la responsabilidad de adoptar a un gato, así como de la gran labor que hacen las asociaciones que les buscan un hogar y les proporcionan una vida mejor a estos pequeños seres.