“Si tienes este libro en tus manos, debo felicitarte por la suerte que vas a tener. No solo has adquirido una recopilación de relatos: te has hecho con un portal para viajar al otro lado del espejo. Prepárate, porque el camino va a estar cargado de emociones, de magia, de maravilla en lo cotidiano y de intensidad”. Covadonga González-Pola prologa de esta manera la obra de Gemma Solsona Asensio, Casa volada (Huso Editorial), un viaje a la imaginación, a lo onírico, al mundo de los adultos, pero con la visión de un niño. Porque Casa volada es un conjunto de diez relatos que nos permite dar rienda suelta a esas sensaciones vividas en nuestra infancia pero desde la perspectiva de los años. Curiosidad por lo extraño, misterio, fantasía…
La maravilla de la imaginación
Efectivamente, Casa volada son diez relatos, diez casas, cada una con su historia, con su pasado y su presente. Algunas, ya, sin futuro. Como la misma Gemma Solsona Asensio explica perfectamente, “es un libro de puertas adentro, de historias distintas que merodean la casa de mis fantasías…”. Por eso la autora nos invita a entrar en cada una de ellas para cotillear, rebuscar en los cajones de sus muebles, para leer en sus paredes las historias ocurridas en su interior… Puertas abiertas para perderse en el bello mundo de los cuentos.
Casa volada se lee de un sorbo, pero te deja un sabor que perdura en el tiempo. Casa volada, como decimos, son diez relatos que mezclan lo real con lo fantástico, donde las hadas se alían con personajes del imaginario de otros autores como Lewis Carroll o William Shakespeare. Toman un protagonismo mágico para llevarnos a otras historias nacidas de la creatividad de su propia autora. `Casa volada´, `Cruces´, `Ácaros´, `Retales´, `La casa de agua´, `Profecías atmosféricas´, `El columpio´, `Rómulo y Julieta´, `Mysterium fidei´ y `El beso de las hadas´ componen una obra que va desde lo general a lo concreto, de lo grande a lo pequeño, pero que finalmente nos deriva hacia un solo punto de encuentro: la imaginación.