Todos los naufragios es una historia de familias, los Santaclara y los Forqueros. Ambientada a comienzos del siglo XX, también nos habla sobre una amistad, transgresora y de límites confusos, la de Gregorio Santaclara y Onel. La escritora asturiana Laura Castañón firma esta nueva novela editada por Destino (Planeta), que se ha publicado a comienzos del mes de junio.
Esta novela es la historia de una amistad fronteriza, de amores prohibidos, de deseos silenciados. Nos acerca a las vidas de unos personajes condenados a naufragar, marcados por la herida invisible de la ausencia, prisioneros de sí mismos, de sus renuncias y de sus contradicciones, incapaces de escapar al retorno de las sombras de un pasado que siempre termina por imponer su voluntad de desastre.
Hay un lugar en el Norte en el que la memoria comparte el espacio de la neblina, el orbayu, el mar enfurecido y la calma dulce de las tardes. Laura Castañón convierte en universo literario esa atmósfera inequívocamente asturiana. A partir de unos personajes reconocibles e inolvidables, desarrolla sus vidas y arma una estructura novelesca que trasciende la anécdota del ámbito familiar, local, territorial y se transforma en universal. Evocando así, a través de sus tres novelas, la historia del siglo XX de nuestro país con el referente de Asturias.
Desde la primera novela, Dejar las cosas en sus días, con el escenario en la cuenca minera, en la que aborda el tema de la memoria histórica y la recuperación de los desaparecidos durante la Guerra Civil; pasando por La noche que no paró de llover, la novela del Gijón burgués de las primeras décadas del siglo XX desde la perspectiva de las primeras del siglo XXI; hasta la última, Todos los naufragios, situada en Nozaleda, un ficticio pueblo de la costa, en el que nos sitúa en el mundo rural de la primera mitad del siglo XX, Laura Castañón construye un universo de personajes que iremos descubriendo a lo largo de las décadas. De forma que como lectores somos testigos a partir de sus vidas de la historia compartida de un tiempo, de un país. Historias que nos hablan de nosotros: de la pasión, de la culpa, del dolor y de la esperanza, de las traiciones y los secretos. Historias que se enlazan unas con otras, y en las que, por encima de todo, la memoria reclama su espacio. Porque es a través de la ficción que podemos rescatar del olvido las vidas condenadas a ser cenizas, a desaparecer en el silencio.
Sinopsis
Gregorio y Onel son dos amigos que han crecido juntos en Nozaleda, pueblo que recrea una villa vecina a Gijón en las primeras décadas del siglo XX. Pertenecientes a dos familias (Santaclara y Forqueros) que encarnan dos modos diferentes de entender el orden de las cosas, la vida les llevará a cada uno por su camino sin que nunca se separen del todo. La llegada de la Guerra Civil y la victoria del fascismo marcarán su destinos y supondrán el fin de sus mundos.
Todos los naufragios es una historia de amores prohibidos. Cuenta la vida de unos personajes que se enredan indefectiblemente con el tiempo que les ha tocado vivir y nos sumergen sutilmente en la convulsa historia de la primera mitad del pasado siglo. Una novela sobre el poder de la amistad, de los temores, de la forma en que la ausencia dicta destinos y de las ataduras; en definitiva, de las vidas sobre las que, para bien y para mal, acecha la sombra de un pasado que siempre acaba regresando.