Ayer se cumplieron 182 años del nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer, escritor, poeta y periodista sevillano que vio la luz en el emblemático barrio de San Lorenzo, en la entonces calle Ancha, ahora Conde de Barajas. Con este motivo, desde el viernes 16, y bajo el título “Febrero es el mes de Bécquer”, se vienen realizando actos conmemorativos de tan relevante efemérides, que acabarán el día 21. En fechas pasadas, Gatrópolis ofreció a sus lectores tan intensa e interesante agenda de actividades, y la de hoy ha sido una de ellas.
“Febrero es el mes de Bécquer”
Diversas instituciones se están reuniendo alrededor de la figura y la obra del autor de las Rimas y las Leyendas, desde El Anaquel del Pinsapo hasta Con los Bécquer en Sevilla, pasando por Amigos de los jardines de la Oliva, el ICAS (Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla), Cia Un Proyecto Corriente, Busilis Escritores, asociaciones de vecinos como la de Las Golondrinas, o la editorial hispalense Punto Rojo Libros. Iniciativa esta a la que se ha unido el Ayuntamiento de Sevilla. Todo para que aquellos versos becquerianos de la Rima LXVI nunca se cumplan y su recuerdo se mantenga indeleble: “… en donde esté una piedra solitaria/sin inscripción alguna,/donde habite el olvido,/ allí estará mi tumba”.
Este mediodía se ha vivido un emotivo acto en la barriada Las Golondrinas, justo al lado de la abandonada Venta de los gatos que inmortalizara en la leyenda que lleva su nombre. A propuesta de Punto Rojo Libros, se ha homenajeado al poeta, se han leído fragmentos de su obra y se ha reclamado el respeto y la atención que el mítico ventorrillo perdió hace tiempo, porque según Iván Parrilla, director de la editorial, “tristemente, mucha gente desconoce el valor cultural que encierra este retazo de Sevilla; parece que continúa esta maldición de ser olvidada”. Así mismo, ha tenido la brillante deferencia de regalar cien ejemplares de una edición de la leyenda La venta de los gatos, realizada ex profeso para este acto. Por eso, este aniversario del nacimiento de Bécquer ha adquirido incluso tintes reivindicativos, ya que los muchos admiradores y seguidores del escritor sevillano están cansados de que un lugar tan significativo en la historia de la ciudad no deje de ser pasto del olvido y el abandono.
Presidido por Pilar Alcalá, secretaria de la asociación Con los Bécquer en Sevilla, ha contado con la representación del Ayuntamiento de Sevilla, por parte de Antonio Muñoz, delegado del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, y de Clara Isabel Macías, delegada del Distrito Macarena de Sevilla. Han acudido, junto a un público entregado el mencionado Iván Parrilla, director de Punto Rojo Libros, y Manuel Nieto, responsable de prensa de la editorial; Antonio Cuisine, presidente de la Asociación de Vecinos Las Golondrinas; Andrés Halcón, del grupo Podemos Macarena; Luis Manuel Guerra, de la Asociación El Anaquel del Pinsapo…
“La Venta parece un enfermo terminal”
Pilar Alcalá ha presentado el acto como “un homenaje a Bécquer y una reivindicación de la Venta de los gatos”, a la vez que lo ha calificado como un encuentro promovido por “la sociedad civil, por personas comprometidas con la cultura”. Ha valorado positivamente el lugar elegido, en la calle Monasterio de Veruela, en la barriada Las Golondrinas, al lado de la referida venta: “no podía ser posible en otro sitio este acto –comenta-, sino junto al ventorrillo que inspiró a Gustavo Adolfo Bécquer, junto a esa casita blanca, en la que pasó algunos ratos, porque no olvidemos que lo que él narra en la leyenda es autobiográfico”. De ahí el interés de Con los Bécquer en Sevilla en reivindicar este enclave de la ciudad. “En este lugar -prosigue Alcalá- que forma parte de la Sevilla sentimental de Bécquer podemos ver que ya apenas queda nada. Parece un enfermo terminal. Cada vez que vengo, se me cae el alma. Me dan ganas de no volver”.
El objetivo, pues, de los admiradores y las admiradoras del poeta sevillano, en palabras de Pilar Alcalá es “no permitir que la larga historia de la Venta de los gatos acabe mal, que Sevilla pierda este lugar becqueriano, porque sería despreciar a uno de nuestros grandes escritores”. Al hilo de esto, tanto Antonio Muñoz, delegado del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, como Clara Isabel Macías, delegada del Distrito Macarena de Sevilla, y Andrés Halcón, del grupo Podemos Macarena, coinciden en apoyar esta propuesta. Muñoz reconoce que “muchos de los escritos de Bécquer tienen una actualidad rabiosa”, al tiempo que se compromete a “trabajar para que la Venta de los gatos vuelva a convertirse en un sitio de referencia del poeta”. Así, la misión no será otra que lograr que “la Junta la declare Bien de Interés Cultural para que se pueda convertir en un centro becqueriano”.
El encuentro concluyó con la lectura, como queda dicho, de una pequeña parte de la obra de Bécquer, y de una carta redactada por alumnos del CEIP Pedro Garfias, por parte de una profesora del mismo, Marta Martínez, a través de la cual estos se suman a la reivindicación de la figura becqueriana y a la recuperación de esta legendaria Venta de los gatos: “no queremos que desaparezca; es muy antigua y no queremos que se pierda porque es un recuerdo de Bécquer y nos pondríamos tristes…”, dicen.
Parafraseando al genial escritor en Cartas desde mi celda, sería gratificante contradecirle y evitar ese olvido e indiferencia a los que tanto temía y ayudar para seguir manteniendo vivos su memoria y un enclave tan sevillano y becqueriano como es la Venta de los gatos: “… No obstante esta profunda indiferencia, se me resiste el pensar que podrían meterme preso en un ataúd formado con las cuatro tablas de un cajón de azúcar, en uno de los huecos de la estantería de una Sacramental para esperar allí la trompeta del Juicio, como empapelado, detrás de una lápida con una redondilla elogiando mis virtudes domésticas e indicando precisamente el día y la hora de mi nacimiento y de mi muerte…”.
Fotografía de portada de Patandi.
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