'Presentado el informe del Observatorio de las Librerías'

La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL) y el Ministerio de Cultura y Deporte han presentado los estudios que componen el último informe del Observatorio de las Librerías 2019, elaborado por la Universidad de Zaragoza, y en el que se revela la situación en la que se encuentran las librerías de nuestro país, así como sus retos y desafíos.

En concreto, el informe está compuesto de cuatro partes diferenciadas que permiten ofrecer una visión global del sector: El Mapa de Librerías de España, el Barómetro de Ventas, el Análisis de las principales Magnitudes Contables de las Librerías españolas y el Sistema de Indicadores Económicos y de Gestión de las Librerías (SIEGLE).

Tal y como se expuso en el acto, en el que estuvieron presentes la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Begoña Cerro Prada; el presidente de CEGAL, Alberto Sánchez; el director de CEGAL, Javier López Yáñez, y los responsables de la Universidad de Zaragoza que han realizado el informe, Rafael Bravo, Victoria Bordonaba y José M. Pina, una de las conclusiones más llamativas es la caída de las ventas en los dos últimos años.

En concreto, el barómetro corrobora un cambio de tendencia que rompe con la evolución levemente positiva de las ventas entre 2013 y 2016, produciéndose en 2017 una reducción en la cifra de facturación con respecto al año anterior del 1,8%, y del 3,3% en 2018, con respecto a 2017. Una situación que lleva a que, como apunta el informe, el 45% de las librerías encuestadas considere que el próximo año va a ser malo para el sector.

Igualmente, se observa poca estabilidad en cuanto a la evolución de las ventas, ya que en 2017 aproximadamente la mitad de la muestra aumentó su facturación frente a la otra mitad que la disminuyó, y en 2018 es un 41,7% el que aumenta frente al 58,3% que disminuye, produciéndose en ambos años variaciones muy fuertes (por encima del 15%, tanto en sentido positivo como negativo). Si bien es cierto que, de modo general, las librerías pequeñas sufren más descensos bruscos en las ventas que las grandes.

Belén Rubiano empezó su relación con el mundo de los libros desde muy pequeña. Este descubrimiento supuso una revolución en esta autora sevillana, que desde entonces ha dedicado su vida a la divulgación de la literatura, ya sea como dependienta de una librería o como dueña de la suya propia. Además de colaborar en programas radiofónicos y revistas culturales donde ha ofrecido su visión por esta gran pasión. En abril de 2019 ha publicado Rialto, 11, la historia de su pequeño rinconcito en el centro de Sevilla, donde a pesar de las dificultades propias de cualquier negocio, asegura haber vivido al frente de ésta, una de las experiencias más felices de su biografía. ¿Dónde nace tu pasión por la literatura y los libros? No sé exactamente de dónde viene, ya que siempre me he visto con un libro en las manos. Prácticamente desde que tengo recuerdo. Es como una querencia natural. Siempre digo que en lo único en lo que he sido constante en mi vida es en los libros. Es algo de lo que nunca me he apartado. Siempre he estado vinculada a la lectura, a escribir, a trabajar con libros, a ser librera… En abril de este mismo año se publicó Rialto, 11, que ya va por su segunda edición, ¿cómo surgió la idea de plasmar esta parte de tu vida? Rialto, 11 pensaba en escribir su historia desde que existía. En los últimos tiempos de la librería, sabiendo ya que iba a cerrar, pensaba que se merecía seguir con vida. Y la forma de que esa vida perdurara era en las páginas de un libro. Lo que pasa es que no me di prisa, no creo tampoco que eso hubiera llegado a buen puerto, porque las cosas tienen que tener su reposo. El libro lo he ido trabajando todos estos años, nunca me he apartado de la idea de escribirlo. Siempre he tenido pequeños hallazgos pensando por dónde podría ir. Ha sido una constante hasta que llegó su hora. Me gusta decir que es algo físico, orgánico. Llegó el momento en el que el libro se me salía de las manos. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba lista para escribirlo, porque ya sabía cómo y qué quería contar. ¿Cuál ha sido la mayor dificultad que has encontrado en este proceso? La mayor dificultad, una vez que ya me puse con él, no ha sido escribirlo, que para mí ha sido una gozada. Fue un periodo de pocos meses, también crees que lo que tienes es un libro, es un buen borrador, ya que luego hay que seguir trabajando, por lo que ese periodo se alargó más a intervalos, porque lo dejé reposar. La corrección, no te lo puedo decir con exactitud, pero llevó entre año y pico y dos años. Insisto, en periodos de barbecho, dejándolo tranquilo, para retomarlo meses después y ver qué había escrito. Pero la mayor dificultad para mí fue dejarlo ir a imprenta, porque hasta el último día veía una palabra que podía sustituir por otra, frases que podían tener un ritmo mejor… Si no me lo hubieran quitado de las manos, yo hubiera seguido (risas). Se podría decir que Rialto, 11 es un homenaje a los libros, pero sobre todo a los libreros. Una profesión muy importante, ya que sirve de puente entre las editoriales y los lectores, pero que es una gran desconocida para el público en general. Uno de los motores de Rialto es contar el oficio, y quería rendir un homenaje que creo que es justísimo a una vocación dignísima. Curiosamente el librero o la librera se percibe desde fuera como motivo de envidia, y la dicotomía es esa. Entiendo esa admiración y esa mirada, pero lo que hay detrás es muy duro en muchos casos. Es supervivencia, es amor a los libros, es no poderte dedicar a otra cosa… Aunque en algunos casos la vida manda, hay quien se saca unas oposiciones, y a veces se aparta de su librería. Pero hay otros casos en los que las alternativa era tirar para adelante con todo lo que ya saben o bajarse del tren. Y no se bajan. Comenzaste trabajando como dependienta de una librería, ¿te imaginabas todo lo que había detrás de estar al frente de una cuando te convertiste en librera? Lo sospechaba. Desde pequeña aprendí que nada es lo que parece, y que si quieres saber cómo funciona algo tienes que meterte dentro. Me parecía maravillosa la idea de trabajar en una librería, lo intenté y lo conseguí. Pero una de las razones es que quería conocer en qué consistía eso de estar detrás de una. Era muy consciente de que lo que percibimos como clientes: ir andando tranquilamente, entramos en una librería, ojeamos las novedades y encontramos ese libro que íbamos buscando. Sentimos ese flechazo y nos metemos en un café para estrenarlo… Eso no es, eso es el lado del lector, y es muy bonito, pero yo quería conocer el otro y saber si estaba hecho para mí. Hablabas antes del momento en el que descubriste los libros, además en las primeras páginas de Rialto, 11 hablas sobre esto también. Qué bonito es cuando nos damos cuenta de que los libros están ahí para acompañarnos siempre. Aprendiendo a leer descubrí la libertad, y que para viajar solamente había que abrir un libro. Puedes salir de donde estés y pisar muchísimos libros. Algunos son peores y otros mejores, pero los pisas como lectora. Son tan infinitas las posibilidades y engrandece tanto tu vida crearte un mundo… Eso protege muchísimo. En el libro se toca el tema de las lecturas obligatorias en los colegios, y que no siempre son muy bien aceptadas por nosotros cuando somos pequeños. ¿Crees que esto puede condicionarnos a la hora de seguir interesándonos por la literatura? Siempre he sido una lectora hambrienta. Recuerdo que empezaba septiembre, y contaba la mentirijilla en casa, de que los libros que mandaban para leer en el año, los necesitaba ya, en septiembre. Y el 30 de septiembre no me quedaba ni uno (risas). Porque para mí era lectura gratuita, porque como eran textos obligatorios del colegio, me lo compraban mis padres. Para mí era apasionante. Pero entiendo que el plan de estudio está diseñado para apartar de la lectura. En muchos casos no son lecturas adecuadas para la edad, no motivan. No se trabaja bien la lectura en los colegios, y es una asignatura muy clave y muy pendiente. ¿Qué dificultades se encuentran los libreros cuando se ponen al frente de un proyecto de esta importancia? Funciona ante la sociedad, la Administración, Urbanismo y el Ayuntamiento de cada localidad como un negocio, pero no lo es. No tiene el apoyo institucional adecuado para que algo tan importante para una sociedad, para un barrio, para una población (sobre todo si es pequeña), como es una librería, y que pueda mantenerse. Es una odisea, creo que esa es la mayor dificultad. Vas a estar con unos impuestos, unos precios de mercado y unos alquileres similares a los de cualquier negocio, pero sin margen comercial para poder mantenerse. Este año la Feria del Libro de Sevilla vuelve a apostar por dar visibilidad a sellos editoriales independientes en la II edición de una muestra dedicadas a ellos. Son importantes iniciativas como esta para que el público conozca esta otra parte más desconocida del mundo de los libros, ¿no? Es maravilloso. Pero es maravilloso también que hayan surgido tantas editoriales, y que estén trabajando tan bien y con cosas tan buenas. Creo que tienen un nicho de mercado que se va asentando, a muchas les auguro un futuro buenísimo. También es verdad que muchas editoriales pequeñas nacen con la voluntad prediseñada de arrancar, resistir cuatro o cinco años, y luego ser reabsorbidas por uno de los dos grandes grupos editoriales. Son nuevos movimientos del mercado. Hay editoriales que hace cinco años no existían, y ahora están haciendo cosas muy potentes. Y cubren un catálogo del que no se ocupan las grandes. Hoy presentas en este mismo certamen literario tu libro, Rialto, 11. Me imagino que como sevillana tiene que ser importante poder compartir tu trabajo en un enclave como este… Me hace mucha ilusión porque es un encuentro con lectores, y eso es muy bonito. Además que me cuente el lector lo que Rialto le ha sugerido mientras lo leía, a mí siempre me emociona. Entonces hoy eso se va a intensificar más que un día normal. También me hace mucha ilusión porque lo va a presentar Alberto Haj-Saleh, que aunque no sale en el libro, pero siempre lo he dicho, que él no salía de la librería. Fue uno de sus primeros clientes, y fundamental en la vida de Rialto. Curiosamente no sale en el libro, pero lo presenta él. A día de hoy, Alberto es un periodista maravilloso, es una mente portentosa, es librero, es editor… Y sé que va a hacer algo muy especial. No sé qué hará, pero sé que me va a sorprender. Si recomiendo a todo el mundo que no se pierda la presentación en la Feria, es por él. ¿Y cómo estás viendo la escena literaria nacional actualmente? Leo muchas traducciones, creo que esa es una respuesta. Me gustaría que como lectora, salvo excepciones, y cada vez que tengo la oportunidad de compartir un descubrimiento que me gusta muchísimo, no me corto nada. Me empeño en que sea leído, hasta donde yo pueda, que será poco, pero lo intento. Me gustaría leer a más coetáneos. Me gusta mucho, y no porque sea de Sevilla, Sara Mesa. Sé que me va a interesar cada libro suyo que salga, me gustará más o menos como lectora, pero como escritora me interesa muchísimo. Creo que Cicatriz es un gran libro que no me canso de recomendar. Y ahora acabo de leer un libro sobre un agente inmobiliario, de Jacobo Armero, editado por Lumen, Historias de un agente inmobiliario. Me ha dado mucha alegría porque me ha parecido un texto muy decente, me lo he pasado muy bien leyéndolo. Son dos cualidades que en el mundo anglosajón serían un éxito para un libro, pero que en España no tiene porqué serlo. Es de esos libros que no me voy a cansar de recomendar.
Fotografía de Jorge Morillo

Un sector cada vez más activo y más tecnológico

A pesar de estos datos, CEGAL ha querido destacar el papel cada vez más activo que ejercen las librerías como espacios de dinamización cultural y el importante esfuerzo que está realizando el sector en la innovación tecnológica. A este respecto, el informe apunta que una de cada cuatro librerías usa ya Internet como canal de venta (25,8%), siendo las que más facturan las que más venden por Internet. Esta cifra supone un aumento de las ventas frente al año 2016 (22,4%). No obstante, el porcentaje de facturación que supone el canal online para estas librerías se ha mantenido constante desde hace dos años, con una cifra alrededor del 11% del total de sus ventas.

En esta línea, es significativo el incremento de visitas al portal de búsqueda de libros todostuslibros.com que recibe ya 2.000.000 visitas mensuales, el doble de las de 2018, y dispone de más de 1.200.000 títulos, procedentes de la información de una gran base de datos de más de 750 librerías de toda España. Las visitas a la citada web, que en 2020 pasará a ser también plataforma de venta de libros, como adelantó el director Javier López Yáñez, provienen de las ciudades españolas Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla; y de otros países como Ciudad de México, Bogotá, Santiago de Chile o Buenos Aires, principalmente.

Otras herramientas de CEGAL de recomendación a destacar en el entorno digital, que contribuye a fortalecer el vínculo entre los lectores y sus librerías preferidas, son: Loslibrerosrecomiendan.com, portal en el que los libreros seleccionan para los lectores aquellos libros que más les han gustado y que acaba de estrenar nueva web, donde se integra Grupo Kirico, espacio integrado por las librerías infantiles de Cegal y Zona Cómic, en el que participan comercios especializados en este tipo de género literario.

feria del libro antiguo y de ocasión
Fotografía de Patandi

En cuanto al análisis de las actividades de dinamización de la lectura, se observa que más del 75% de las librerías ha realizado alguna acción como la firma/presentación de libros y conferencias o actos similares en su establecimiento en los últimos tres meses, duplicándose el porcentaje de librerías que lo hacía en 2016 (36,5%). Igualmente, muchas librerías han realizado cuentacuentos (36,3%) y clubs de lectura para dinamizar su actividad (29,3%), y también un porcentaje importante ha colaborado con animaciones en escuelas o bibliotecas (24,8%). Otras actividades desarrolladas en menor medida han sido la organización de conciertos, proyecciones y talleres.

El informe refleja también que cada vez más, las librerías se animan a realizar diferentes actividades publicitarias que les ayudan en su estrategia comercial para darse a conocer y gestionar adecuadamente las relaciones con sus clientes. La más popular es el uso de redes sociales, haciendo que se haya disparado el número de librerías que las utiliza del 47,6% en 2016, al 75% en 2018.

Asimismo, CEGAL como organización apuesta por el uso de herramientas comunes que faciliten la gestión de las librerías, como LibriRed y Cegal en Red y defiende el Sello de Calidad como instrumento de evaluación objetiva y de mejora constante para el sector.

Presentado el informe del Observatorio de las Librerías

Retos y Desafíos

En cualquier caso, el informe señala que la posible causa de este descenso en las ventas puede deberse a la disminución del gasto en libros por parte de la población. Así, en la encuesta de presupuestos familiares (INE, 2018) se muestra un descenso del gasto de libros por persona del año 2016 al 2017 en torno al 14%. Otro posible factor puede deberse al aumento en la compra de libros por Internet, que en la encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de la información y comunicación en los hogares (INE, 2018) muestra que el 12,2% de la población entre 16 y 74 años compraron libros, revistas o libros electrónicos en 2017, frente al 10,9% que lo hicieron en 2016. 

Como se ha mostrado en el Mapa, el porcentaje de ventas por Internet en las librerías independientes es bajo, y como se observa en los datos de hábitos de lectura y compra de libros en España del año 2017, la mayor parte de las ventas online y del e-book se las llevan las grandes plataformas de comercio electrónico.

Una situación frente a la que las librerías reclaman mejoras como la puesta en marcha de un plan de fomento a la lectura y de promoción de las librerías, una revisión de las normas de contratación pública para la venta de libros y una mayor unión de todo el sector. Más concretamente, desde Cegal se pide “un pacto de estado por la lectura que incluya acciones 

concretas de apoyo a las librerías”, una promesa que -apuntan- “se precisa de forma urgente”.

Igualmente, ante la competencia de las grandes plataformas de venta online el sector exige la libre competencia, es decir, “trabajar en igualdad de condiciones, lo que significa entre otras cosas igualdad fiscal”, señalan. Del mismo modo, se considera prioritario la puesta en marcha de ayudas a la modernización de las librerías. “El sector ha dado un gran paso en la modernización poniendo en marcha herramientas tecnológicas tan importantes como Librired y Todostuslibros.com pero ahora es necesario el apoyo institucional y del sector para poder extender su implantación”, señala el director técnico de Cegal, Javier López Yáñez.

Presentado el informe del Observatorio de las Librerías

Censo de Librerías

En cuanto al censo, el estudio contabiliza 3.556 librerías, aunque debido a un cambio de metodología resulta difícil establecer el balance de librerías que han abierto o cerrado a lo largo de estos dos años, ya que se ha procedido a depurar la base eliminando establecimientos que dedican un mayor porcentaje de sus ventas a otros productos (fundamentalmente papelería) que a la venta de libros. 

Por tanto, como referencia del balance entre altas y bajas de librerías producido en estos dos años, se puede considerar el dato proporcionado por el directorio central de empresas del INE que muestra que el número de empresas registradas en el código CNAE 476 “comercio al por menor de artículos culturales y recreativos en establecimientos especializados” se ha reducido de 2017 a 2018 en un 1,27%.

II Muestra de Editoriales Independientes en la Feria del Libro de Sevilla

Perfil librerías

El perfil de la librería en España no ha sufrido grandes cambios frente a los datos de 2016. Así, el sector lo integran mayoritariamente librerías con una facturación inferior a los 90.000 euros al año, y de tipo general de proximidad (aquellas que no tienen 3 materias o secciones que concentren más del 30% de las ventas y que tiene un fondo de menos de 3.000 títulos).

El censo coloca a las comunidades de Madrid, Cataluña y Andalucía como las primeras en el ranking en términos absolutos, tanto en número como en tamaño de ventas de dichas librerías. 

En términos relativos, las Comunidades Autónomas con mayor densidad de librerías se encuentran en el norte de España: Galicia, Castilla y León, La Rioja y Asturias, por este orden, todas ellas con al menos 10 librerías por cada 100.000 habitantes; seguidas de cerca por Navarra, Aragón y Cantabria. 

Con respecto al análisis de densidad de librerías por tramos, la mitad de las librerías se encuentran situadas en las ciudades españolas de mayor población (más de 100.000 habitantes). No obstante, aproximadamente una cuarta parte de las librerías están en municipios pequeños de menos de 25.000 habitantes. Y, en general, existe una media de 7,6 librerías por cada 100.000 habitantes.

Como dato significativo, es de resaltar que las mujeres representan el 57,2% de las empleadas fijas en las librerías y el 25% de las eventuales.

Se puede acceder a los estudios en: https://www.cegal.es/observatorio-de-la-librer.

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