José Iniesta ha publicado recientemente Cantar la vida (Renacimiento). Eso no significa que sea el último libro que ha escrito, ya que la gestación de éste ha sido larga, viene de varios años atrás, reflexionada y madurada sobre la base de las emociones y los sentimientos.
Efectivamente, Cantar la vida, que se ha convertido en la novena obra del escritor valenciano en ver la luz, nació hace más de una década, pero su proceso de creación se ha dilatado en el tiempo, dando paso a trabajos posteriores en cuanto a su factura.
José Iniesta ha publicado con anterioridad a Cantar la vida los libros Del tiempo y sus castigos (Sagunto, 1985), Cinco poemas (Sagunto, 1989), Arder en el cántico (Renacimiento, 2008, Premio de Poesía Ciutat de València Vicente Gaos), Bajo el sol de mis días (Renacimiento, 2010, Premio de Poesía Ciudad de Badajoz), Y tu vida de golpe (Renacimiento, 2013), Las razones del viento (Renacimiento, 2016), El eje de la luz (Renacimiento, 2017) y Llegar a casa (Renacimiento, 2019). En 2022 también ha editado La plenitud descalza (Polibea).
¿Por qué otras creaciones de José Iniesta posteriores a Cantar la vida, en cuanto a su origen, han llegado antes a los lectores? El escritor lo explica de manera clara: «Cada libro tiene su tiempo y sentirlo acabado me produce un pequeño temblor y una satisfacción al mismo tiempo. Este libro me resultó difícil de hacer porque su punto de partida estaba formado por recuerdos muy potentes emocionalmente, muchos de ellos de infancia; prácticamente la mitad de cantos son de esta etapa. Y son sobre hechos gozosos y traumáticos. Son como esos recuerdos que tenemos todos que nos vienen casi todos los días a la cabeza y que están ahí, encriptados, como si quisieran enviarnos un mensaje que aún no hemos logrado descubrir. El punto de partida son esos sucesos. Hay poemas de otro tipo, algunas fotografías, alguna noticia, también; cosas que siempre me han acompañado«.
Y es que José Iniesta reconoce que Cantar la vida «tiene un punto emocional tan potente que hasta que no he logrado equilibrarlo, porque no quería que fuera dramático y pretendía equilibrarlo con una cierta metafísica de andar por casa, no lo he sentido acabado. Y han pasado esos 13 o 14 años«. Obviamente, matiza que «no he estado todos los días con el libro pero sí muy encima de él durante varios años«. «Hasta sentir que su pálpito ya estaba cerrado«, sentencia.
En Cantar la vida, en palabras de José Iniesta, «se combinan textos en prosa con textos en poema y con otros con ambas formas«. «Al principio -prosigue- tenían un discurso un poco más narrativo de lo que son mis poemas, y eran todo en prosa, aunque muy rimada, pero a veces la he roto a posta para que no tuviera el sonsonete. Pero está rimada en endecasílabos, alejandrinos…«.
El autor reflexiona sobre su obra manifestando que «creo que el gran descubrimiento de Cantar la vida es que a cada poema le corresponde una música«. «El poema no se cierra hasta que consigue cantar lo que tiene que cantar y a su manera; cada poema tiene un ritmo diferente«, afirma.
De poeta a poeta
Cantar la vida ha sido presentado en Sevilla, en La Casa del Libro. En su visita a la capital andaluza, José Iniesta ha contado con el apoyo del también poeta Francisco José Cruz, natural de Alcalá del Río pero residente en Carmona. «Esta es la segunda vez que tengo el placer de acompañar a mi viejo amigo el poeta José Iniesta, en Sevilla«, ha declarado al respecto. «La primera -continúa- en la librería Caótica en 2018 cuando acababa de publicar El eje de la luz; y ahora con Cantar la vida«.
Francisco José Cruz no oculta el cariño que le profesa a José Iniesta como amigo suyo ni la admiración por su poesía. Recuerda su primer encuentro con él hace muchos años y el apoyo que siempre le brindó en sus primeros pasos. «Conocí a José Iniesta en uno de los encuentros que a mediados de los 80 organizaba el Aula de Poesía y Pensamiento María Zambrano de la Universidad de Sevilla«, explica.
«Su generosidad en la lectura de mis primeras tentativas supuso un acicate y un estímulo fundamental para que yo creyera en lo que hacía«.
Cerca de 40 años han pasado entre la primera publicación de José Iniesta, Del tiempo y sus castigos, hasta Cantar la vida. Francisco José Cruz define a la poesía del escritor valenciano «de raigambre mediterránea, en la que se entrevera lo sensorial y lo metafísico. Que aspira a lo trascendente y que como dice el título Cantar la vida, que podría ser el de su obra poética completa, es una poesía que celebra la existencia pero con plena conciencia del dolor y de la fugacidad del tiempo«.
«Partiendo de esa aguda conciencia del paso del tiempo y del desamparo humano -sigue- termina aceptando la realidad a través de una meditación contemplativa que lejos de caer en la angustia y la desesperación acaba integrándose en el devenir de esa realidad. De ahí la importancia que tienen en su obra los elementos primordiales de la naturaleza, como el viento, la luz, una nube, un pájaro en un árbol cantando en el patio de su casa o un paño de sol cubriendo una pared desconchada…«.
Para Francisco José Cruz, «estos elementos de la naturaleza simbolizan la fusión del poeta con ella, su integración, y trascendiendo cualquier tipo de anécdota. Por eso el verso de José Iniesta es un verso de una densa transparencia que aglutina sensaciones, emociones, imágenes en pos de cantar la anécdota, el hecho del que pudiera arrancar el poema hasta diluirla. El que la anécdota, lo narrativo, no sea lo fundamental de su obra es un síntoma también que facilita su afán de trascendencia«.
Fotografía de portada de Patandi.