'Cristino Andrada, poemas para una pasión'

“Yo quisiera que fuesen mis poemas

como la blanca flor del limonero,

que celosa en su arcano guarda

el incipiente y delicado fruto

del dorado limón que lleva dentro…” (La flor del limonero).

Cristino Andrada Benítez nació en Sevilla, en el barrio de San Bernardo, el 5 de junio de 1936. Es, como él mismo se define, “un niño de la posguerra”, que tuvo una infancia “de mucha escasez, como cualquier chiquillo de entonces”.

El próximo miércoles 2 de mayo, vivirá una tarde inolvidable. El Ateneo de Sevilla, cuna de la Generación del 27, a quien agradece enormemente “el privilegio que me concede”, acogerá la presentación de su libro Sentimientos de una vida. Será a partir de las 19:00 horas, en la sevillanísima calle Orfila, en ese número 7 que tanta  historia y cultura rezuma.

Cristino Andrada, poemas para una pasión
Fotografía de Patricia del Zapatero

Y es que ocurre que a este poeta de 82 años de edad, su vocación le viene desde niño por influencia de su padre, pues como recuerda, “a él le gustaba mucho la poesía; era un gran admirador de Gabriel y Galán. Lo leía y lo recitaba, y ahí me fue cautivando”. Con Sentimientos de una vida, Cristino Andrada va a “abrir el corazón –como se explica en la cubierta del libro- y sobre todo el alma, para sacar de ellos las sensaciones que las alegrías, penas… las propias vivencias, pero también las ajenas, han ido impregnando el largo recorrido por donde su vida ha transcurrido… ”. Sobre él, el poeta Paco Ramírez Postigo ha escrito: “Poeta majestuoso/Espíritu cristalino,/tiene la esencia del vino,/la dulzura de la miel/y un aroma moscatel/mi buen amigo Cristino”.

Amor por la poesía

A pesar de debutar en el ámbito editorial con Sentimientos de una vida, lo cierto es que Cristino Andrada escribe desde que tiene uso de razón. Confiesa que la poesía “me estimula espiritualmente. Me hace mejor persona. Si en el mundo hubiese más poetas, todo funcionaría mucho mejor”. De ahí que la obra que va a presentar sea una recopilación poética de vivencias, escrita a lo largo de varios años e impresa en un libro merced al esfuerzo económico que ha tenido que hacer. Pero afirma que le compensa, porque esta experiencia la entiende  “como una herencia que voy a dejar a mis amigos y familiares; mi ilusión es que me lean cuando yo ya no esté aquí y se acuerden de mí”.

Cristino Andrada, poemas para una pasión
Fotografía de Patricia del Zapatero

Fruto de su fecunda actividad como escritor, Cristino Andrada tiene material inédito como para dar a luz otro poemario y hasta un libro de relatos cortos. Así, el resultado de la difusión de sus poemas le ha reportado a este octogenario escritor varios premios como reconocimiento a la calidad de su ingenio; el Premio de Poesía de Amor de la Asociación Literaria Noches del Baratillo de Sevilla, el Premio Poesía de la Universad Popular Vázquez Montalbán de Castilblanco de los Arroyos, o la inclusión de algunos de sus poemas en la selección realizada para El Libro DE ERATO del  2º Certamen de poesía erótica de Sevilla. Asimismo ha recitado varios de sus poemas en el auditorium de El Sardinero, patrocinado por la Delegada de Cultura de Santander. En definitiva, una prolija trayectoria que ahora ha sido culminada. “Yo trabajé – explica- en la Administración, como economista en el Ministerio de Defensa, y cuando me jubilé pude dar rienda suelta a mi pasión, que es escribir, sobre todo, poesía”, comenta. “Estaba deseando tener tiempo para poder hacerlo”, afirma con énfasis.

Cristino Andrada, poemas para una pasión
Fotografía de Patricia del Zapatero

Comunión poeta-lector

Admirador de los clásicos, del romanticismo de Bécquer, de la Generación del 27 y de todos los poetas “que me que transmitan algo, porque la poesía es una comunión entre el escritor y el lector”, Cristino Andrada es asimismo socio de las tertulias literarias que puede, como El Giraldillo, Noches del Baratillo y Alhoja. “Este es mi mundo –comenta-. Me gusta estar en estos sitios, o en mi dormitorio escribiendo; así paso las horas”.

El 2 de mayo será un día grande para este hombre bueno, enamorado de la poesía, ufano con las amistades que posee, que solo pretende disfrutar con su pasión por la vida y por la poesía, y ser recordado como pide en su poema Así quisiera ser:  

“…Si al final esta vida, mis errores perdona,

cuando solo muy pocos se acuerden de mi nombre,

quiero ser recordado como buena persona,

y reflejar en todos la imagen de un buen hombre”.

Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.

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