Partiendo desde la admiración, Elvira Lindo ha escrito 30 maneras de quitarse el sombrero. Haciendo hincapié en la necesidad de tener referentes en nuestras vidas, la autora ha dado voz a esas mujeres que durante generaciones han estado en silencio. El libro da cabida a algunas de las artistas (o figuras a las que admira), poniéndolas bajo una mirada personal y especial.
30 maneras de quitarse el sombrero (Seix Barral/ Editorial Planeta) presenta veintinueve ensayos literarios que analizan la obra y el tiempo en que vivieron creadoras que han desarrollado su obra al margen del canon más convencional, y un magnífico autorretrato en el que repasa su trayectoria vital y literaria. La número 30 es la propia Elvira Lindo, quien se ha reservado un espacio en el grupo, “porque yo también he tenido que luchar contra los estereotipos y el trabajo me ha dado un lugar en el mundo”, explica. Es una manera de cerrar el libro y darle un carácter unitario a la voz de todas las mujeres que aparecen. La misma escritora destaca de su autorretrato “la honestidad” con la que lo ha escrito. “Es como un cuento, una fantasía de mi vida en relación con mi escritura y el humor, pero no es nada complaciente aunque sí una reivindicación del trabajo que me ha llevado a donde estoy”. En este sentido comenta que “es un autorretrato que cuando el lector lo lee advierte lo que tengo en común con estas otras mujeres, lo que he aprendido de ellas”.
Admiración
Las otras 29 mujeres protagonistas de 30 maneras de quitarse el sombrero tienen en común algo que, por desgracia, es atemporal, como la lucha constante que mantienen en pos del reconocimiento y de un lugar en la sociedad, aunque también tienen como nexo la admiración que les profesa Elvira Lindo. “Todas las que están en este libro son muy queridas por mí”, ha afirmado la escritora en el acto de presentación de la obra que se ha llevado a cabo en la Biblioteca Pública Infanta Elena de Sevilla, aunque matizando “que no están todas porque tuvimos que poner un límite y, además, tampoco he querido hacer una enciclopedia de las personas que han influido en mi vida; obviamente hay muchísimas más”.
“Son mujeres -prosigue- que van desde una pianista no muy conocida que toca en su casa para recordar a su hijo, hasta Dorothy Parker, Alice Munro, Victoria Kent o Pipi Calzaslargas o la misma Tristana vista desde otra perspectiva”. Es decir, las hay reales y de ficción, desde escritoras a políticas. “Se ha buscado que el libro se leyera partiendo de un argumento y no como piezas separadas”, ha explicado.
Aunque no quiera destacar a nadie en concreto porque todas le confieren la misma admiración, “me emociona verlas a todas juntas, con su fotografía, que todavía las distingue más. De todas he aprendido”, dedica un recuerdo especial a “la semblanza de Concha Méndez”, de la que dice ser “de las más melancólicas porque su generación se esforzó en llamarle la mujer de Manuel Altolaguirre, cuando tenía una personalidad propia e hizo mucho no solo por la Generación del 27 sino también por su marido”. Así, reivindica que “ella tenía su propia literatura y es el paradigma de las mujeres que fueron invisibles a pesar de tenerlo todo para ser visible”. También recuerda a María Guerrero, “un personaje importantísimo. Es una de las primeras celebrities, si no la primera, de Madrid e incluso de España, por todo lo que fue glosada, pintada… y desde luego por la importancia que tuvo en el teatro y en el mundo empresarial”.
Para concluir, Elvira Lindo agradece lo mucho que ha aprendido de todas estas mujeres. “Pienso en lo que me ha dado cada una, que han sido cosas a veces comunes y a veces distintas”.
Fundamentos de la obra
En los años veinte, Maruja Mallo, Margarita Manso y Concha Méndez desafiaron las normas de la época al quitarse el sombrero en plena Puerta del Sol, haciendo de ese gesto un acto de desobediencia. Escritoras, pintoras, fotógrafas y creadoras de diversas disciplinas han seguido su ejemplo al expresar sus opiniones y trasladar su particular visión del mundo al debate cultural de su tiempo. A lo largo de la historia, muchas mujeres se han visto obligadas a quitarse el sombrero de la imposición social que las ha mantenido alejadas de una comunidad intelectual mayoritariamente masculina. Bajo esta premisa nació 30 maneras de quitarse el sombrero, lo último de Elvira Lindo, una obra prologada por Elena Poniatowska.
Fotografía de portada de Patandi.