Libelo de sangre
(Sandra Aza, 2023)
Libelo de sangre (Planeta) es el debut como novelista de Sandra Aza… Y vaya cómo se ha estrenado. No ha podido comenzar de mejor manera. Hablamos de una novela histórica, rigurosamente documentada, que une de manera excelsa la ficción con la realidad. Efectivamente, el hecho de que la obra sea presentada con gran realismo no le quita la esencia y la pureza del estilo novelesco. Emoción, suspense, intriga, tensión, incluso humor, ¿por qué no?,… conforman una combinación ideal para que el lector no le pierda la cara a la trama a pesar de sus prácticamente 800 páginas.
Con personajes con enjundia, con vida propia, como el acomodado escribano Sebastián Castro y su esposa Margarita Carvajal o su joven hijo Alonso, el insigne maestro don Martín o los despreciables doña Francisca o su vástago Enrique Valcárcel, Libelo de sangre (crimen ritual atribuido a los judíos) recuerda por momentos a las épicas películas del cine clásico de Hollywood. Eso sí, creada desde la base de la credibilidad y la coherencia.
Se entiende que la elaboración de Libelo de sangre ha debido de suponer un extraordinario esfuerzo de investigación por parte de Sandra Aza. No en vano, además de entretener, la novela es una invitación para disfrutar de un trabajo con un gran espíritu didáctico. En este sentido, la narración nos lleva a primeros del siglo XVII, al Madrid del Siglo de Oro, cuando estaba muy lejos de ser la enorme urbe que es hoy en día. Madrid es presentada como una de las protagonistas de la historia. Es un viaje en el tiempo para conocer detalles y curiosidades de aquellos años.
La autora cuida milimétricamente cualquier elemento que pueda servir para ilustrar al lector, desde el habla popular de los personajes, de distintas clases sociales, hasta el ropaje, las costumbres, el callejero de una villa que sobrevivía entre el ingenio de la picaresca, los autos de fe del Santo Oficio y un rey, Felipe III, que daba sus últimos coletazos en el trono. “La mala hierba crece y rápido envejece”, “A río agitado, sentarse en la orilla”, o boquiflojos, pelagallos, catacaldos… son algunos peculiares giros en el habla de un pueblo que también se movía perfectamente entre los prejuicios y las supersticiones. Entonces, los mentideros, como el de las gradas del convento de San Felipe el Real, el más conocido, hacían las veces de las actuales redes sociales, donde los cotilleos, los rumores, las infamias, podían condicionar la vida de cualquiera que cayera en desgracia. Y no digamos del papel de las inclusas, destino obligado de muchos niños que pasaban por sus tornos para comenzar una nueva vida.
Unos espeluznantes crímenes provocan el pánico en la Villa de Madrid (los Crímenes del Ritual). Lo que al principio se supone que es fruto de la maldad del ser humano se convierte por mor de las malas lenguas en un asesinato ritual. La maquinaria de la injusticia social y la intervención de la Inquisición arrasan sin piedad la vida del escribano Sebastián Castro, sobre el que recae una acusación falsa: torturar y asesinar a los niños cristianos en sus rituales judaizantes. En una época en la que el protagonismo de la Inquisición era enorme, un libelo de sangre te llevaba directamente a la hoguera. Cuando eras atrapado por sus garras era imposible sobrevivir.
Sinopsis
Un doble y salvaje asesinato; un ritual hereje; una familia destrozada por la Inquisición. El Siglo de Oro como nunca te lo han contado.
Rigor, suspense y un estilo narrativo impecable se unen en Libelo de sangre.
Durante el crudo invierno de 1620 un espantoso crimen ha sembrado el pánico en cada rincón de Madrid: una joven ha sido violada y enterrada junto a un niño al que le han extirpado el corazón. Nadie en la Villa duda de que se trata de un asesinato ritual, y pronto surge en los mentideros un libelo de sangre contra el escribano Sebastián Castro y su esposa, una acusación falsa que culpa a los judíos de sacrificar a menores cristianos para realizar magia negra.
Por suerte, Alonso, el hijo mayor del matrimonio, ha conseguido escapar de la Inquisición, encargada de investigar el delito, y de sus horribles métodos; pero ahora deberá enfrentarse a otros peligros no menos terribles: el frío, el hambre y a los miserables que pueblan las calles.
Devastado y sin más ayuda que la de dos pícaros vagabundos, intentará llevar a cabo el único objetivo que lo mantiene con vida: rescatar a sus padres.
Cuando la fe en Dios encendía corazones, pero los delitos contra ella prendían hogueras.
La autora
Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid, Sandra Aza es una abogada que, tras ejercer el Derecho en el departamento procesal del despacho Uría Menéndez durante años, colgó la toga para partir rumbo a la conquista de un sueño: escribir una novela que, de un lado, rindiese homenaje a Madrid y su historia, y, de otro lado, describiese un procedimiento inquisitorial desde una perspectiva objetiva, sin templar la dureza de sus métodos, pero evitando, a la vez, recrearse en el morbo. Tras aprobar dos oposiciones en la Comunidad de Madrid, se sumió en un intenso período de documentación e investigación histórica, fruto del cual nace Libelo de sangre.
Sandra Aza es miembro de la asociación Escritores con la Historia y fue galardonada con el premio Odilo a la mejor autora otorgado por el XXII certamen Semana de Novela Histórica de Cartagena.