En 1968 Gene Saks dirigió a Jack Lemmon y Walter Matthau en la película La extraña pareja (The Odd Couple). La trama de este largometraje que unió a dos grandes del cine hollywoodiense y que se convirtieron en un imprescindible dúo de actores no tiene nada que ver ni con Juan José Millás ni con Juan Luis Arsuaga, ni tan siquiera con el libro que han publicado recientemente a cuatro manos: La muerte contada por un sapiens a un neandertal. Pero viene a colación porque precisamente el científico madrileño ha hecho referencia a ambos artistas para explicar en Sevilla su relación profesional (y personal) tras su segunda colaboración con el escritor Juan José Millás. Y es que después de La vida contada por un sapiens a un neandertal, el reencuentro ha sido muy aplaudido. En este sentido, Arsuaga declara que es “algo que nos suelen preguntar en las entrevistas, y que nunca nos hemos planteado, aunque sabemos que es algo”. Así, Juan José Millás define a La muerte contada por un sapiens a un neandertal como “una obra híbrida, muy difícil de etiquetar desde el punto de vista de los géneros”. Pero puestos a ello, lo considera “un libro de viajes”, pero “en un amplio sentido de la palabra”. Justifica esta afirmación explicando que “es verdad que hemos viajado por la geografía española, pero ha sido un viaje del uno al otro; de Arsuaga hacia mí y de mí hacia él”. Con esto nos explica en qué género, “si se puede catalogar en alguno”, se encuadra la obra y esta química que existe entre los autores de la misma.
La muerte contada por un sapiens a un neandertal
Millás y Arsuaga, Arsuaga y Millás se han vuelto a asociar para hablar, conversar sobre el sentimiento trágico de la vida, que dijera Miguel de Unamuno. Y lo hacen desde ese conocimiento que “te lleva a nuevas preguntas”. Para Juan José Millás, la idea nace “de una manera muy espontánea, no hay impostura, y sale del humor, de la ironía, pero desde la inconsciencia”. Renoce que su admiración por Juan Luis Arsuaga le viene, incrementada con el trabajo realizado con La vida contada por un sapiens a un neandertal y La muerte contada por un sapiens a un neandertal, porque “tiene una mente y un discurso científico, y yo sólo entiendo un 30% de lo que leo cuando me enfrento a uno de estos textos, que por otra parte tienen mucho de poesía, ya que hay más literatura en el índice de un libro científico que en muchas bibliotecas”. El científico valora de su compañero de viaje “su capacidad para construir imágenes y metáforas con sus palabras”.
Cuestionados por las dudas que les han podido surgir a raíz de la obra, Arsuaga sentencia que “si es un buen libro, un libro científico debe generar más preguntas que respuestas”. Pone como ejemplo el ansía de conocimientos que ha invadido siempre al ser humano, y su reacción ante cada descubrimiento: “Cuando se pensaba que entre Europa y Asia no había nada, no existían preguntas sobre América y, al descubrirse, comenzaron, como quién lo habitaba, qué había allí…”. Por ello, para el paleontólogo, “el conocimiento te lleva a nuevas preguntas”.
La vejez y la muerte, protagonistas
La muerte contada por un sapiens a un neandertal tiene dos temas destacados, la vejez y la muerte. Pero también se aborda la longevidad del ser humano, la enfermedad, la selección natural, la muerte programada o la utopía de alcanzar la vida eterna. Desde la premisa de que “en la naturaleza no hay vejez, no hay decrepitud. Sólo hay plenitud o muerte”, Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga conversan sobre ambas cuestiones. “Hay teorías que señalan que las galaxias envejecen de fuera hacia adentro -apostilla el segundo-, las estrellas más lejanas son las que más rápidamente envejecen, pero también pueden hacerlo de dentro a fuera, y eso me traslada a lo que hablamos en el libro, la muerte que viene de fuera y la que viene de dentro, que es la vejez”, comenta el segundo. Para Millás la vejez “no es un proceso lineal, no te levantas un día y dices ya soy viejo, es paulatino, y esa percepción también la realizas paulatinamente”.
Arsuaga, por su parte, reconoce que “muchas personas mayores se sienten apartadas porque no pintan nada, ya que a partir de cierta edad la sociedad es muy injusta con ellas”; otra cosa es que seas “un importante banquero, un presidente o un rey”. Considera que “no creo que tengamos una obsolescencia programada, como tampoco la tienen los instrumentos que utilizamos en nuestras vidas”. Y para ello el científico-escritor acude a la “metáfora que podemos encontrar en la batería del móvil, que se construye con la intención de que dure mientras el dispositivo sea capaz de admitir el software, y eso lo podemos aplicar a la vejez”.
Sobre la muerte, Juan José Millás opina que es “una banalidad”. “Nos pasamos los últimos años pensando en ella”, comenta. Algo que considera “una tontería”. Por su parte, Juan Luis Arsuaga dice sobre ello que “somos la única especie que sabe que va a morir, pero la conciencia de la muerte es una cosa de los mayores, porque para los niños y adolescentes es irrelevante: los jóvenes son inmortales”.
¿Existe la vida eterna? Arsuaga es muy gráfico al respecto. “Quiero seguir en este baile, no tengo interés en dejar esta fiesta, pero si se vuelve muy aburrida, porque se van mis amigos o porque deja de interesarme, a lo mejor me quiero ir, pero de momento me parece divertidísima”. Millás considera que “nadie quiere alargar la vida en unas condiciones de desastre, cuando uno es dependiente, por ejemplo”. “Yo no quiero vivir en esas circunstancias”, afirma.
En definitiva, como los autores de La muerte contada por un sapiens a un neandertal declaran en esta obra donde la literatura y la ciencia se convierten en una sola cosa para llevarnos a la reflexión profunda de nuestra existencia, “nos encantaría descubrir que cada especie tiene un reloj biológico en sus células, porque, de existir ese reloj y si fuéramos capaces de dar con él, quizá pudiéramos pararlo y de ese modo volvernos eternos”.
Juan José Millás
Natural de Valencia, 1946, es escritor y periodista. En su obra, traducida a más de veinte lenguas y ganadora de algunos de los principales premios, destacan las novelas Cerbero son las sombras (1975, Premio Sésamo), Visión del ahogado (1977), El jardín vacío (1981), Papel mojado (1983), Letra muerta (1984), Tonto, muerto, bastardo e invisible (1995), El desorden de tu nombre (1987), La soledad era esto (1990, Premio Nadal), Volver a casa (1990), El orden alfabético (1998), No mires debajo de la cama (1999), Dos mujeres en Praga (2002, Premio Primavera), La ciudad (2005), Laura y Julio (2006), El mundo (2007, Premio Planeta y Premio Nacional de Narrativa), Lo que sé de los hombrecillos (2010), La mujer loca (2014), Desde la sombra (2016), Mi verdadera historia (2017), Que nadie duerma (2018) y La vida contada por un sapiens a un neandertal (2020), en colaboración con Juan Luis Arsuaga, además de libros de relatos y recopilaciones de artículos.
Es colaborador habitual del diario El País, donde sus columnas y artículos destacan por la sutileza, la ironía y la originalidad para tratar los temas de actualidad, así como por su compromiso social. También colabora habitualmente en el programa A vivir de la Cadena SER. Además de los mencionados, ha sido galardonado con los premios Mariano de Cavia, Miguel Delibes, Francisco Cerecedo, Vázquez Montalbán y Don Quijote, todos ellos por su labor como periodista.
Juan Luis Arsuaga
Nació en Madrid en 1954. Es escritor y catedrático de Paleontología. Miembro del equipo de investigación de los yacimientos de Atapuerca desde 1982. Desde 1991 es codirector del equipo galardonado en 1997 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades. Autor de El collar del neandertal, La especie elegida, El mundo de Atapuerca, El reloj de Mr. Darwin, Breve historia de la Tierra (con nosotros dentro), El primer viaje de nuestra vida, Vida, la gran historia y La vida contada por un sapiens a un neandertal (junto con Juan José Millás), entre otras obras.
Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.