Víctor Hernández-Santaolalla es profesor e investigador en la Universidad de Sevilla. Además de esto, dedica el poco tiempo que le sobra a escribir libros, tanto de las series más representativas de nuestro panorama, como de la importancia de conocer la comunicación en su amplia categoría. Siendo uno de los profesores más queridos y admirados de la Facultad de Comunicación, donde imparte la mayoría de las clases, decide dar el salto y publicar su primer libro en solitario, Los efectos de los medios de comunicación de masas, sobre el cual le hemos cuestionado en esta entrevista.
¿Por qué te decantaste por la Publicidad y cómo llegaste a tu status actual?
Básicamente fue porque algo tenía que poner. Yo realmente no lo tenía claro. Sí tenía claro que quería estudiar algo relacionado con la comunicación. Yo admiro a la gente que tenía claro qué estudiar, porque yo no tenía ni idea. Me decanté por Publicidad porque el último día estaba entre esa y Comunicación Audiovisual y cuando tuve que entregarlo, pues la puse primera. De todos modos, yo soy profesor de Publicidad pero también me acerco mucho al ámbito Audiovisual.
El ser profesor me vino un poco como la carrera, de rebote. Tampoco lo tuve claro, y fue precisamente cuando salí al mercado, me fui al extranjero y trabajé en varios sitios cuando echaba algo en falta. No me llenaba del todo el trabajo que estaba realizando. Hablé con compañeros que estaban estudiando el doctorado y todos me decían que me veían de profesor. Conseguí una beca nacional durante el Doctorado y eso me permitió seguir formándome con un poco más de calma. Ahora creo que sí he encontrado mi sitio.
Además de ser profesor, eres parte activa de la Facultad de Comunicación en la Universidad de Sevilla (trabajas junto a la Liga de Investigadores, participas en las actividades que la propia facultad realiza…), ¿qué papel creéis que tenéis los profesores a la hora de inculcar la vida universitaria a los alumnos?
Creo que el ser profesor es serlo 24 horas del día. No quiere decir que cuando te estés tomando una cerveza, estés sentando cátedra. Pero nosotros, la Universidad, no consiste en que das tu clase y te vas. Creo que la forma que tengo yo de concebirlo es precisamente eso, vivir la universidad. Es el aula, y fuera del aula. La mayor parte de nuestro trabajo es investigación, no docencia, porque al fin y al cabo es como nos evalúan a nosotros.
Creo que se puede enseñar a los alumnos de muchas formas, no solo en el aula. De hecho, cuando creamos la Liga de Investigadores era algo dirigido más a la sociedad que a los alumnos. Teníamos como objetivos que los estudios de comunicación se tuvieran en cuenta.
De hecho, para la Noche Europea de Investigadores declaraste que querías que “los estudios en comunicación alcancen más relevancia, no solo en las ciencias sociales sino en la comunidad científica”. ¿Qué crees que aportas en este sentido?
La comunicación tiene su propia metodología, aunque sea multidisciplinar (psicología, económicas, sociología…). Y precisamente dando visibilidad, no solo en el rango científico, sino en la misma sociedad, creo que es como mayor impacto se consigue. La comunicación es una ciencia social y como tal debe ser tratada. Iba a decir que todo el mundo opina de comunicación hoy en día… pero es que todo el mundo opina de todo, así que…
Tanto hablar de comunicación… ¿cómo crees que está actualmente?
Estamos en una etapa de cambios. Creo que las redes sociales han cambiado radicalmente la concepción que tenemos. No las grandes teorías, pero sí creo que estamos en un periodo de cambio porque ahora tiene voz mucha más gente. Eso modifica todos los modelos. También es verdad que ahora hay más gente estudiando Comunicación y poco a poco llegaremos a más cosas. Es un buen momento, pero es complicado. Siempre digo que la Comunicación es una de las ramas más difíciles de estudiar, porque estamos comunicando todo el rato. No es algo que tu puedas aislar en un laboratorio. Ni siquiera es fácil analizar una película. No podemos saber qué ha dicho previamente, si ha hablado con alguien al salir del cine, si está influenciado por experiencias previas… Como he dicho, estamos en muy buen momento pero queda muchísimo por hacer.
Además de ser profesor e investigador, también eres escritor. Dígamos que es tu forma de plasmar todos esos resultados de investigación. ¿Cómo te han ido llegando los trabajos que has ido realizando?
En general, los libros son los méritos más importantes que podía recibir un investigador. Hoy en día priman más los artículos. Por lo general tenemos más artículos, o incluso capítulos de libros, que libros en sí. Y aun así, tres de los cuatro que tengo, son coordinados. El primero que sale, que es el de Breaking Bad, surge en la cafetería de la Facultad de Comunicación. Junto a Sergio Cobos, el otro coordinador del libro, comentábamos allí el capítulo de la semana. Y éramos fans de la serie ante todo. Ya llegó un punto en el que los estudios de las series estaban de moda y la gente tenía mucho interés. Entonces nos planteamos hacerlo y nos lanzamos. Hablamos con la editorial y ya estaba pensando en hacer alguno de Breaking Bad, por lo que el correo le llegó en el momento perfecto.
El de Asesinos en Serie fue junto a Alberto Hermida. Esto no fue en una cafetería. Fue algo menos serio, pero fue otra conversación en la que hablábamos de series como Bates Motel, Hannibal… Porque hubo un boom de serie sobre asesinos. Vimos el filón y comenzamos el proceso como con el libro anterior. El de Sons of Anarchy sí lo abrimos a toda la comunidad universitaria. Y nos llegaron muchas propuestas de muchos ámbitos, tanto de gente que conocíamos como que no. La verdad es que enriquece mucho este tipo de trabajos.
¿Qué relación tienes tanto con Sergio Cobos como con Alberto Hermida y por qué ese amor, por así decirlo, de querer repetir trabajos con ellos?
Sergio y Alberto son compañeros, pero ante todo son amigos. Hemos ido de la mano todo el rato en la facultad pese a que Alberto entró antes. Pero Sergio y yo empezamos el doctorado juntos. Y el primer artículo lo escribimos juntos. Entonces era natural que escribiese o coordinarse, al menos el primer libro, con Sergio. El coordinar el segundo fue porque nos gusta hacer las pares… Entonces por eso es probable que coordine otro libro con Alberto, por empatar…
También ellos son de Comunicación Audiovisual, y aunque sean de una disciplina no muy lejana, creo que es importante, porque llegamos a resultados más interesantes. Es otra mirada.
Se podría decir que todos los libros que has publicado han tenido “custodia compartida” hasta que te decides a dar el paso y publicas tú solo Los efectos de los medios de comunicación de masas. ¿Por qué decides emprender el camino en solitario?
Creo que era necesario que sacara ya alguno en solitario. Me hacía mucha ilusión y lo hice porque es parte de la materia que utilicé para mi tesis doctoral. También es parte del contenido que imparto en la asignatura de Teoría de la Comunicación. En España no se publicaba un libro de estas características desde el principio de la década de los 90. Pensé que ya hacía falta un manual sobre los efectos de los medios de comunicación de masas. Sí se han ido publicado en inglés, pero pocos se han traducido… Creía que era importante que hubiera un material de este tipo actualizando la investigación.
Este especialmente rompe un poco los esquemas de los anteriores. Mientras que los otros incluían temáticas como la escenografía o la música, este es algo más técnico. ¿Crees que son libros que van para públicos muy específicos o los podría leer cualquiera?
Los efectos de los medios de comunicación de masas creo que va tanto para alumnos que están comenzando en comunicación como para investigadores o profesores que nunca se han acercado a este ámbito. Les doy las herramientas básicas, aunque exponga muchas demostraciones de estas teorías. Creo que este tiene un público más amplio. Los anteriores le entrarán por los ojos a alguien que siga la serie o que le interese mucho el tema.
¿Te gustaría seguir desarrollando tu faceta de escritor?
Proyectos tengo muchos en mente, el problema es el tiempo. Ahora mismo no tengo ningún libro en proyección, salvo alguna participación esporádica en libros ajenos. Quiero seguir investigando y colaborar en los proyectos que me vayan saliendo.
Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.