María Durán, o @maríaspeaksenglish, como es conocida en redes sociales, comenzó su relación con ellas tras el confinamiento y como una forma de adaptarse al momento que vivíamos por entonces. Ahora, con una legión de 435.000 seguidores en Instagram, es una divulgadora tanto del idioma como de la cultura anglosajona. Con 101 truquitos para Speak English (Random Comics) nos ayuda a derribar esa barrera lingüística y a enfrentarnos a ese miedo que nos genera hablar en inglés.
En primer lugar, enhorabuena no solo por el libro sino también por el trabajo que haces en redes sociales. Es de agradecer encontrar este tipo de perfiles en lugares como Instagram que siempre suelen ser más superficiales. ¿En qué momento decides crearte un perfil en redes sociales?
Siempre he sabido que me iba a dedicar a los idiomas. Quien me conoce sabe que para mí es María e Inglés, siempre juntos. Me he dedicado a enseñar inglés, a la interpretación… pero llegó la pandemia y, como todo el mundo, me replanteé muchas cosas. Me hizo plantearme que necesitaba un trabajo más online. Decidí surfear esa ola que en aquel momento era Tik Tok porque mi novio me animó a ello. Efectivamente lo hice de una manera totalmente random. Cogí un día el móvil y me grabé dando un truquito. Creo que era “no digas siempre thank you, puedes decir I appreciate it”. Ese tipo de vídeos al principio encajó muy bien pero nada del otro mundo.
Hasta que todo se disparó…
Fue cuando empecé con la constancia y a subir tres o cuatro vídeos durante cuatro o cinco meses cuando la gente ya vino. La comunidad en un mes era de 35.000 personas en Tik Tok e Instagram. Hasta a día de hoy, que sigue creciendo, no ha parado. Estoy encantada de poder dedicarme a lo que más me gusta en el mundo, que es el inglés, mi pasión más grande, y poder juntarlo con otra de ellas como son las redes sociales. Me encanta crear contenido, grabarme y hablar con gente que no conozco, y sobre todo, conectar. Salen relaciones muy bonitas de Instagram. Hay muchísima gente que, sin conocerte físicamente, se toma un momento de su día para escribirte y agradecerte tu trabajo y valorar. Eso me hace feliz y me llena muchísimo.
Como comentabas, comenzaste en Tik Tok y tus vídeos, sobre todo, destacan por ser píldoras. Juega con un handicap que es la fonética, que en el caso del libro es difícil de conseguir. ¿Cómo ha sido ese trabajo para poder plasmarlo en el libro?
Para mí eso fue un reto, me daba mucho miedo al principio. El contenido que yo creo en las redes sociales es dinámico, fresco, muy visual… y me decía “¿cómo traslado yo esto al papel?” Y al final creo que es lo que más me enorgullece del libro. Que lo miro y siento que me representa. Tiene muchísimo que ver con el trabajo que hago y es muy fiel a mi contenido. He recibido mensajes de personas que me han escrito diciéndome “oye, tengo un examen mañana y me voy a poner el libro al lado de la cama para dormir, para que me dé suerte”. Para mí eso es un sueño, que la gente lo vea como un amuleto.
Además es un libro que sirve tanto como para personas que saben inglés como para las que no. Porque independientemente de la gramática que contiene, tiene mucho vocabulario. Eso es una cosa que siempre parece que nos cuesta más. ¿Te gustaría haber tratado el idioma de otra manera en este libro?
Al principio, cuando empecé a escribir el libro pensé “María, no te hagas muchas ilusiones porque puede haber algo que no te guste o que quieras cambiar”. Me intentaba tranquilizar. Pero cuando lo tuve en mi manos, vi como estaba maquetado… no cambiaría nada, es exactamente como pensaba que sería.
En un país como España, ¿crees que nos cuesta aprender idiomas por falta de interés o por falta de recursos?
Por ninguna de las dos razones. La gente quiere aprender inglés, y tenemos el mayor de los recursos que es Internet. Con lo cual no creo que tenga que ver con eso, sino con un trabajo mental que tenemos que hacer los españoles, y no solo lingüístico. Debe ser mental, de querer cambiar el chip, de dejar de tener vergüenza con el inglés. Muchas veces somos nosotros mismos los que nos tiramos piedras en nuestro tejado. Conozco a gente que habla muy bien inglés y que sigue diciendo lo típico de “sorry for my English” (disculpa por mi inglés). Hay una especie de vergüenza generalizada. Me hace gracia porque cuando viene un extranjero y dice tres palabras en español le decimos “ay, qué bien hablas español”. Y nosotros, que hacemos todos los esfuerzos del mundo y de verdad nos comunicamos, tenemos una muy mala imagen de nosotros mismos. Mi intención es que mi libro sea un granito de arena que cambie esta mentalidad en el país.
Es cierto que cuando vas a Inglaterra no hacen mucho esfuerzo por entenderte…
Sí, es cierto que son culturas distintas. Pero te aseguro que si haces el esfuerzo, la gente normal lo va apreciar y va a decir “esta persona se está comunicando conmigo y lo estoy entendiendo”.
Hay una escena muy famosa de la serie Modern Family en la que Gloria, de nacionalidad colombiana, dice en inglés: «No sabes lo inteligente que soy en español«. ¿El inglés puede ser una frontera o una oportunidad?
¡Sí! Me encanta Gloria, es un icono. Y respecto a tu pregunta, no creo que los idiomas sean una frontera. Es sin duda una oportunidad para conectar con la gente. Fue una de las razones por las que yo empecé a estudiar inglés. De pequeña recuerdo escuchar música y querer desesperadamente entender a esa persona. Mi madre me ponía artistas de habla inglesa y la canción me hablaba, y tenía que saber qué significaba. El hecho de haber aprendido inglés con un motivo específico, como era la música, a mí me ha abierto puertas. Nunca me las ha cerrado. Cuando hablas inglés trasladas más que un idioma, también una cultura a otra totalmente distinta. Con lo cual no solo hay que aprender el idioma, sino estar muy al día de lo que la gente espera que digas. No es lo mismo pedir disculpas en España que pedirlas en inglés. Es difícil de aprender, pero no es un handicap. Es un reto necesario.
Para terminar, y como pregunta obligatoria, tu libro se lo dedicas a tu familia por no cansarse de escuchar tu muletilla de “truquito”. ¿De dónde viene esto?
Lo de «truquito» fue la cosa más aleatoria del mundo. Fue grabando uno de mis primeros vídeos, que se quedó el botón de grabar activado y me quedé sin saber qué decir. No sabía cómo rellenar ese silencio incómodo y dije “truquito”, en plan… un poco incómoda. La gente empezó a verlo como un distintivo. Ha nacido de la manera más random, pero ahí se ha quedado como mi palabra.
Fotografía de portada de Patandi.