Reconoce que su última obra, Tú no matarás, quedó guardada en un cajón durante dos años. Por suerte, Julia Navarro la retomó para concluir una historia especial, de personajes pero también de drama y suspense, que incluso sobrecoge. Gatrópolis ha conversado con la autora, acercándonos a una obra que atrapa con su lectura de la misma manera que la trama lo hace con sus protagonistas.
Tú no matarás es una novela que arranca a los pocos años de la finalización de la Guerra Civil Española, en 1941. Se trata de una época que hasta ahora no la habías tenido con tanta referencia en tu obra.
Bueno. De alguna manera he tocado esa época en Dime quién soy, pero no igual, porque si no sería la misma novela (risas). Es una época sobre la que ya traté pero desde otra perspectiva, como digo, en Dime quién soy.
Has creado en Tú no matarás una atmósfera asfixiante para los personajes que le llega perfectamente al lector, generando una enorme inquietud conforme va deslizándose por sus páginas. Drama y suspense pero con un análisis psicológico de los personajes muy profundo, ¿verdad?
Sí. Es una novela de personajes en la que yo intento (siempre lo hago en todas mis novelas) hacer una reflexión sobre la condición humana. En definitiva, sobre todos los misterios que siguen rodeando al Hombre. Para mí, escribir siempre es un viaje al fondo del ser humano. Me interesa siempre construir personajes poliédricos con claroscuros. No me gustan las novelas de héroes ni de heroínas. Intento escribir novelas con personajes poliédricos.
Años convulsos
A los efectos negativos de una guerra entre hermanos, en Tú no matarás se les unen las condiciones sociales con las que hubo que vivir en España: el miedo al qué dirán, las consecuencias nefastas de ser madre soltera, los matrimonios de conveniencia, la represión política…
No se puede nunca entender a los personajes de una novela si no es dentro de un contexto. Me interesa siempre dibujar muy bien el escenario donde transcurre la acción de mi novela. Siempre digo que todos somos hijos del tiempo en que nos toca vivir. Y para entender lo que hacemos y quiénes somos, y en este caso para entender a los personajes de la novela he puesto mucho empeño en dibujar muy bien en qué contexto transcurría esa historia. Yo describo cómo era esa época en la España de los años 40; una España de miseria, de represión, donde todos los días había fusilamientos, y en la que a las mujeres las habían vuelto a meter en casa. Ello, después de la experiencia de la II República, donde las mujeres habían dado un paso adelante. Durante los años del Franquismo las mujeres volvieron a ser confinadas a las cuatro paredes de sus casas. Y en esa época, ser madre soltera era una tragedia, un estigma para la mujer, para la familia y para el hijo.
Los personajes viven como en una ratonera; están atrapados en una posguerra agónica pero huir de España tampoco es garantía de prosperidad porque el panorama fuera era nefasto con la II Guerra Mundial.
Claro, la II Guerra Mundial… imagínate. Ese era el escenario de Europa en aquel momento. Europa estaba desolada, con una guerra terrible cuyo final nadie sabía. Aquella era una situación realmente dramática.
En Tú no matarás asistimos al desfilar de muchos personajes marcados todos por el dolor, ¿te has inspirado en alguien real?
No, en absoluto. La novela es una novela. No son personajes reales ni están inspirados en nadie.
De este grupo amplio de personajes se salen tres que destacan conforme avanza el relato, los jóvenes Fernando, Eulogio y Catalina. En un momento de la novela alguien le dice a Fernando: “ha visto usted mucho para ser tan joven”. ¿Fueron niños obligados a crecer aceleradamente por culpa de las atrocidades de la sociedad en que vivieron?
Bueno. Cuando a uno le toca vivir una guerra pierdes la infancia; lo pierdes todo. De manera que estos tres chicos perdieron su infancia, perdieron su juventud y perdieron su futuro.
Una España en blanco y negro
“La guerra la ganaría Franco pero la perdimos todos”, dice Catalina durante una discusión con su amigo Eulogio.
Y tiene razón. La guerra la gana Franco pero España pierde el futuro. Durante 40 años fue un país encerrado en sí mismo, un país sin libertad, un país sin democracia… Por tanto, este país, entero, hasta los ganadores, aunque no lo supieran, habían perdido. Y se perdió el futuro.
El proceso de creación de esta novela ha debido de ser largo y arduo, ¿cierto?
Ha sido una novela que yo he escrito en dos tiempos distintos. Empecé a escribirla cuando realmente sentía que estaba como viajando a una España en blanco y negro. Y la dejé aparcada durante dos años, metida en un cajón. Y luego la volví a recuperar y continué con ella. La verdad es que es una novela que me ha costado escribirla desde el punto de vista emocional más que las anteriores. Es decir, darme de bruces con esa España…, esa España de miseria, esa España de represión, esa España de fusilamientos… Bueno, sentía que se me producía un gran desgarro.
Homenaje a la Literatura
En Tú no matarás, la Literatura y el mundo de los libros tienen un papel importante, porque son muchos los personajes vinculados a ellos: Marvin, los padres de Eulogio y Fernando, el matrimonio Wilson, monsieur Rosent…
Es un homenaje al mundo de los libros. Es una novela que habla de poesía, de escritores, de editores, de traductores, de libreros. Sí, es un homenaje al mundo de la Literatura.
Ahora te encuentras de promoción del libro, acudiendo a eventos como las ferias especializadas en ello. Una cita será en Sevilla. Este año su feria está dedicada a los viajes. Curiosamente, es habitual en Tú no matarás que sus personajes estén viajando y nos lleves a través de su lectura a distintos lugares.
Ya he estado en Sevilla presentando libros y vuelvo ahora otra vez. Estaré en la feria el miércoles 28. Mis novelas siempre son novelas con muchos escenarios. Hasta ahora, esta es una de las señas de identidad de mis novelas, que aparezcan muchos escenarios.
Un comentario
Durante 40 años estaría usted encerrada en usted misma, pero no toda España lo estaba. Mi madre tenía 9 años cuando acabó la guerra y no lo recuerda así. No era una mujer alienada y metida entre cuatro paredes. Emprendió un negocio, ella era la cabeza pensante y tomaba las decisiones. Envió a su hermana pequeña a estudiar Magisterio, ya que ella no pudo. Tuvo dos hijas. A mí me educó independiente y en libertad. Recuerdo los años 60 luminosos, alegres, teníamos fe en el futuro, a mi pueblo llegaron obras públicas, la mejora de las redes eléctricas y de telégrafos, los saneamientos, el centro de salud lo renovaron. Las familias empezaron a ir de vacaciones. En mi casa se hablaba de política y nunca me obligaron a ir a catequesis, como a algunas de mis amigas. No fueron 40 años de oscuridad, vamos a ser realistas y honestas. La prueba: nosotras.
Un saludo.