La ilustradora Irene Mala y el escritor Salva F. Romero han unido sus talentos para dar forma a Camarón. La alegría y la pena, publicado por Reservoir Books en el mes de octubre. Una obra que llega cuando se cumplen 70 años del nacimiento de un cantaor llamado a revolucionar el flamenco y la historia de la música. Un artista único e irrepetible cuya leyenda comenzó a gestarse mucho antes de su fallecimiento en julio de 1992.
Camarón. La alegría y la pena se publicó en octubre de este año, ¿cómo nace este proyecto?
Irene Mala: Llevábamos mucho tiempo dándole vueltas a un proyecto en común. Fue hace unos dos años cuando nos pusimos a profundizar en Camarón, y dijimos de hacer una biografía ilustrada.
Salva F. Romero: Buscábamos hacer una biografía de alguien que nos gustara a los dos, y rápidamente pensamos en Camarón porque es una figura incuestionable, que nos emocionaba a ambos.
Esta biografía ilustrada ha llegado en el año en el que se cumplen siete décadas de su nacimiento. 28 años después de su muerte sigue siendo una de las figuras más respetadas y admiradas del flamenco, incluso por gente ajena a este género, ¿qué tenía Camarón para seguir despertando estas emociones en la gente?
Salva: Camarón se ha convertido en un clásico. Primero porque tenía unas condiciones innatas, y luego porque se rodeó de gente importante. Supo seguir la línea que marcaba su época, de revolución en el cante flamenco, y de la música en general. No se puede entender el cante flamenco de la misma manera después de Camarón, tanto por la estética, como por los temas que cantaba, las letras, la música, la instrumentación…
¿Cómo llegó Camarón a vuestras vidas? ¿Crecisteis escuchándolo?
Irene: Nosotros nos hemos criado en La Línea, y aparte del peso que Camarón tiene en esa ciudad, desde pequeños lo hemos escuchado. Tanto Salva como yo tenemos algún recuerdo de infancia o primera juventud de verlo por allí por la calle. Primero puede ser que nos llegara Camarón a través de otras personas, y ya después nosotros mismos lo hemos escuchado y estudiado más.
En el libro aparece una extensa bibliografía que nos acerca a la figura de Camarón, ¿cómo fue ese proceso de documentación?
Salva: Hemos buscado mucha bibliografía, en casi todo lo que hay publicado y que es accesible. Nos ha dado mucha información sobre cómo era Camarón, cosas que ya eran conocidas, y cosas que estaban un poco ocultas. También los documentales que se han hecho sobre su figura han sido muy importantes, no solo para ver a José, a la persona, sino la época en la que vivía, que daba mucho juego. Después de ese proceso de leer y visionar, vino otro de escritura, reflexión y pintura.
Después de todo ese proceso de documentación, de conocer más sobre la figura y la obra de Camarón, ¿qué es lo que más os ha sorprendido?
Irene: A mí me ha gustado llegar a encontrarme con un hombre. Nos ha interesado mucho a los dos esa parte del mito que era la humanidad de Camarón, que no dejaba de ser un hombre sencillo. Verlo en los documentales hablando, su movimiento, su forma de mirar… Todo eso, más allá del cante, que es algo más evidente, quizás sea lo que más me ha gustado.
Salva: También que fue un hombre que vivió intensamente, tanto vital como musicalmente, y eso se ve luego en su arte. Vivió en los años 60-70, décadas de ebullición cultural, y todo eso se puede apreciar en su biografía.
¿Cómo ha sido el trabajo entre texto e ilustraciones? ¿Primero nacían las ilustraciones y luego el texto? ¿Viceversa? ¿Cómo ha sido esa fusión?
Irene: Hemos ido trabajando los dos de manera paralela y también codo con codo. Había veces que le pasaba una imagen, y otras que era él quien me pasaba el texto. Definimos entre los dos el índice, cómo iban a ser los capítulos, qué era lo que queríamos plasmar en la biografía. Y creo que hemos ido a la par.
Salva: Sí, así ha sido. No ha sido un texto ilustrado, ni unas ilustraciones a las que se les pongan texto. Sino que ambos van simultáneamente.
Todo el mundo tiene una idea clara de cómo era Camarón. Su imagen es todo un icono, ¿cómo ha sido ilustrarlo? ¿ha sido una responsabilidad?
Irene: Siempre digo que retratar a alguien es meterte en un berenjenal. Porque si la persona no se reconoce, la has fastidiado. Luego es una responsabilidad porque Camarón es una figura muy importante dentro del panorama musical, del flamenco, y un poco de vértigo sí da. Pero también me ha gustado mucho, me lo he pasado muy bien retratándole a él y a su entorno. Todas esas figuras que aparecen en el libro. Y ha sido interesante.
Como bien se habla en el libro, a Camarón siempre le ha acompañado la fatalidad. Lo que le ocurría en su vida personal contrastaba con lo que vivía como artista, incluso el éxito total le llega en el peor momento de su vida, ¿creeis que este aspecto influyó en que su leyenda se acrecentara?
Salva: Sí, es una figura trágica. Coincide cuando está triunfando mundialmente, es una época más dura en lo personal, y esa tragedia, esa fatalidad, es lo que hace también que llame más la atención. Como pasa con personajes como Kurt Cobain o Jimmy Hendrix, por poner ejemplos. Al ser una figura importante para el pueblo gitano ha hecho también que sea tan llamativo.
¿Os gustaría volver a trabajar juntos en otro proyecto? En ese caso, ¿sobre qué artistas os gustaría hablar?
Irene: Ahora estamos trabajando en otro proyecto, que no se sabe si verá la luz o no. Pero ya hemos iniciado otra historia juntos. Hay muchos personajes que nos seducen en el mundo del flamenco. Muchas veces hemos hablado que estaría muy bien hacer algo de Morente o de Lola Flores.
Salva: Hay muchos del flamenco sobre lo que se podría hacer algo. Ya veremos…