Su dilatada experiencia y sus conocimientos avalan esta obra que ha publicado recientemente. ¿Por qué me duele la tripa? (Editorial Planeta) es un trabajo editorial que Ángela Quintas pone a nuestra disposición de una manera fácil de entender y amena. Con este libro continúa una trayectoria que comenzó con Adelgaza para siempre.
En ¿Por qué me duele la tripa? nos asesoras sobre nuestro aparato digestivo, pero ¿cómo has planteado esta obra para que la información les llegue claramente a lectores no duchos en la materia?
La idea del libro surgió porque cada vez me encontraba más gente que venía a mi consulta diciendo que no se podía olvidar de la digestión a lo largo del día. Creo que la gente quiere que le mandes un mensaje claro. No tendría sentido que me pusiera a hablar con tecnicismos si la persona a la que me dirijo no me está entendiendo. Pero si le transmites un lenguaje cercano, le muestras cómo poder comer una dieta… al final vas a crear una afinidad.
Leyendo ¿Por qué me duele la tripa? nos damos cuenta de la escasa formación que poseemos los ciudadanos en cuanto a nutrición. ¿Se debería hacer más hincapié en esta cuestión en edades tempranas?
Ojalá, ojalá. Porque al fin y al cabo, comer, comemos muchas veces al día, durante todos los días del año, y es verdad que no tenemos conocimiento de qué es lo que comemos, de cómo comemos, de cómo combinar los alimentos… incluso de cómo cocinar. Sería imprescindible que tuviéramos una formación en este sentido.
No es lo mismo comer que alimentarse, ¿verdad?
No tiene nada que ver una cosa con la otra. Siempre pongo el mismo ejemplo. Imagina que vas a consumir 1500 kilocalorías a lo largo del día. Puedes elegir beberla solamente en forma de alcohol. ¿Estarías cubriendo tus necesidades calóricas?, sí. Pero no te estarías nutriendo. La idea es que esas 1500 kilocalorías las llenes de aminoácidos, vitaminas, minerales, para que realmente te nutran y no tengas que tomar suplementos vitamínicos ni otras cosas cuando tú con la alimentación puedes hacerlo.
La inclusión en el libro de recetas y menús específicos para cada patología es un detalle muy de agradecer. Se entiende como una manera de pasar a la práctica gran parte de la teoría que nos ofreces.
Para mí, lo primero muchas veces es la dieta. Porque con un cambio en la alimentación no vas a tener que hacer nada más. Pero la idea de las recetas surgió porque cuando le planteas a alguien que no puede tomar lactosa, por ejemplo, siempre me imaginaba que en su cara le aparecía un filete a la plancha (risas). Entonces pensamos en recetas que fueran con ingredientes sencillos, con tiempo de elaboración cortos, que apetecieran comer, pero no sólo a ti que tienes determinada patología, sino a otra persona que no la tiene.
Ángela Quintas es licenciada en Ciencias Químicas y ha realizado un máster en Dietética y Nutrición Humana. Su experiencia profesional la avala, desde su actividad médica hasta las colaboraciones en medios de comunicación. ¿España por su ritmo de vida es un país difícil rebelde en el ámbito de la nutrición?
Sí. Pero es una pena, porque las materias primas que tenemos son maravillosas. La base que tenemos, cómo cocinamos, cómo nos enseñaron nuestras madres. Tenemos que volver otra vez a eso. Cuando se habla ahora de alimentos ultra procesados… Cuando vas al mercado no tienes que leer etiquetas, hay lo que hay. Tenemos productos de cercanía, tenemos que volver a valorar un poco todo eso. ¿Por qué hay cada vez más intolerancias? Una de las causas puede ser esta. Una de las cosas que producen alteraciones en la microbiota es también el estrés. También el sobrepeso y el consumo de alimentos ultra procesados.
¿El ritmo de vida que llevamos, con tanto estrés, está detrás de tantos problemas de salud?
Se está viendo que en enfermedades como el alzhéimer, la depresión, la esclerósis múltiple, el párkinson… hay desviaciones en la microbiota. Se está estudiando la microbiota actualmente porque es como nuestro código de barras. Depende de tantas cosas, de cómo me alimento, de dónde he vivido, si nací por parto natural o por cesárea, si mi madre me dio el pecho o no… Depende de muchas cosas.
Has sido asesora nutricional en películas de directores españoles como Daniel Sánchez Arévalo, Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar o Alberto Rodríguez. ¿Cómo es tu trabajo en este ámbito?
(Risas). Siempre digo que por exigencias del guión aquí tienes que engordar o adelgazar. Para mí es muy desilusionante (risas). Tengo que decirlo. Sobre todo cuando los actores tienen que subir peso. Pero para ello hay que tener cuidado, con unas analíticas perfectas y mucho control. Tienen que subir peso comiendo de manera saludable. Lo cual es una gran decepción para ellos (risas). Pero es un trabajo muy bonito porque no sólo es eso, sino que también hacemos trabajos con entrenadores personales. La última película, así potente, que he hecho, ha sido con Mario Casas. Él tuvo que dejar de hacer deporte para que su masa muscular bajara. Él utilizaba el deporte como vía de escape. No es tan fácil… Les admiro muchísimo porque lo pasan mal.
Has publicado Adelgaza para siempre, Las recetas de Adelgaza para siempre, El secreto de la buena digestión, y ahora ha salido ¿Por qué me duele la tripa? ¿Hay un sector de la sociedad más interesado que los demás en algo tan importante como es la nutrición y la dietética?
No sabría qué decirte. Me encuentro con todo tipo de personas. No hay un patrón que se repita. En la consulta tratamos a todo tipo de gente. Quizás la gente joven, que está un poco más preocupada por comer sano, pero no podría darte un perfil concreto.
Fotografía de portada de Patandi.