Ayer domingo se desarrolló la tercera jornada del Festival de Cine de Sevilla 2020. Aunque todo se desarrolló como estaba previsto y sin alteraciones, lo cierto es que el anuncio de las nuevas medidas tomadas por su organización debido a las restricciones sanitarias de la próxima semana, ha cogido un poco a contrapié a los seguidores del mismo.
Bien temprano comenzaba el tercer día esta celebración del cine europeo. Desde Sevilla, la directora, guionista y productora Laura Hojman posaba ante los medios en el Paseo Marqués de Contadero. La sevillana presentará hoy lunes su nuevo y esperado largometraje, Antonio Machado: los días azules. Un documental que rinde homenaje al poeta, escritor y profesor perteneciente a la Generación del 98. Para él ha contado con el testimonio de destacados literatos contemporáneos como Francisca Aguirre, Luis García Montero, Elvira Lindo y Antonio Muñoz Molina. Hojman ya presentó en 2018, en este mismo evento, su debut tras las cámaras, Tierras Solares, en esa ocasión el homenajeado era Rubén Darío. En los próximos días recibirá en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva el Premio a la Mejor Cineasta de Andalucía, que concede Canal Sur Radio y Televisión.
En Madrid se sucedieron más presentaciones de filmes que optan a premio en el Festival de Cine de Sevilla. Es el caso de Karen, que ha tenido su estreno mundial. María Pérez Sanz dirige esta cinta, en la que Christina Rosenvinge se pone en la piel de la célebre escritora que firmaba como Isak Dinesen y que quedó en el imaginario colectivo gracias a Memorias de África. El largometraje es un retrato del “desastre doméstico sin idealizaciones, sin épica ni jirafas” que vivió Karen Blixen durante sus últimos años en Kenia y de su relación con un criado somalí. La realizadora tomó su Extremadura natal como escenario de esta historia de colonos de África.
Otra de las películas que participan en Sección Oficial, presentada ayer, ha sido La vida era eso, primer largometraje de David Martín de los Santos. En ella, el cineasta plasma la amistad entre dos mujeres de distintas generaciones, encarnadas por la actriz Petra Martínez (Petra, La soledad) y Anna Castillo (Adú, Viaje al cuarto de una madre). Un relato que comienza con el encuentro de ambas en una habitación de hospital y en la que, según Castillo, “lo más bonito a nivel interpretativo es cómo la historia que narra la película plantea un cruce de caminos en cuanto a la energía de los personajes, que de alguna forma intercambian sus papeles”. Una historia que, según su director, “no pretende dar lecciones de vida, pero es muy luminosa” en su tratamiento de tabúes sociales como la enfermedad y la muerte.
Ayer domingo también se presentaron otras cintas como Borrar el historial, de Benoit Delepine y Gustave Kervern; Cabeza, corazón y manos, de Astrid Vargas; El viaje más largo, de Manuel H. Martín, y que contó con Olmo Figueredo, Sara Gómez y Antonio Ferández, en su estreno; y Limbo, la promesa olvidada, de Antonio Rodrigo.
Fotografía de portada de Iván Castellano – Festival de Cine de Sevilla.