Si no hubiera sido por lo inhabitual de concederse el mismo premio a dos películas, se podría decir que la XXIII edición los Forqué ha cumplido con las expectativas, ya que los favoritos se han alzado con las distinciones. Así, La librería, de Isabel Coixet, y El autor, de Manuel Martín Cuenca, han obtenido ex aequo el premio a la mejor película. Habrá quien hubiera preferido que la ganadora fuese la también espléndida Verano 1993, de Carla Simón, triunfadora en Berlín y en Málaga y representante española en los Premios Oscar, pero sabido es que en todo certamen cinematográfico la frontera entre la objetividad y la subjetividad está marcada por los gustos de quienes deciden.
En el apartado de actor y actriz, igualmente los premios han recaído en dos nominados que partían con las máximas opciones, Javier Gutiérrez, por su interpretación en el film de Martín Cuenca, y Nathalie Poza, por la suya en No sé decir adiós, de Lino Escalera.
Los Premios Forqué de Cine, organizados por Egeda, entidad de gestión de derechos de autor de los productores audiovisuales, también han reconocido a Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón, como mejor documental; a Madre, de Rodrigo Sorogoyen, como mejor corto; y a Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio, como mejor película iberoamericana.
La gala se celebró ayer sábado en el Palacio de Congresos de Zaragoza, y fue presentada por Boris Izaguirre y Elena G. Sánchez. El director aragonés Carlos Saura recibió la Medalla de Oro de Egeda: “Uno de los hombres más importantes de la industria”, en palabras de Enrique Cerezo, presidente de la institución.