Clara Méndez-Leite y Alberto Ammann comenzaron el pasado 16 de octubre de este año una iniciativa empresarial con claros tintes vocacionales. Se trata de una escuela de Arte Dramático e Interpretación, llamada Escuela para el arte del actor, que por entonces recibió a sus primeros alumnos. Se convirtió así en un centro pionero en la interpretación basada en el estudio corporal del artista. Según declaraciones de su directora, este proyecto parte de la idea de «creer que los artistas son personajes de la cultura, y han de saber cultura, historia…, porque si no, no podemos contar historias«. En este contexto, Ammann (adjunto de dirección) subrayó la importancia de «poder desarrollar la creatividad a partir del trabajo corporal«. En definitiva es una apuesta firme por la cultura y la enseñanza, tan necesarias en una sociedad que navega desorientada y necesitada de los valores que nacen de ambas.
La Escuela para el arte del actor, radicada en Madrid, en el número 18 de la calle de la Palma, en Malasaña, adopta, según indica en su web, tres ideas principales: escuela integral, enfoque corporal (FCA) y formación interdisciplinar. Dispone de teatro propio, uno en la escuela, y otro, el Teatro de las Culturas en San Cosme y San Damián, 3, en Lavapiés, espacio dedicado a la cultura y donde otras compañías pueden darse a conocer.
Entre los profesores, además de Clara Méndez-Leite y Alberto Ammann, están Fernando Méndez-Leite, Yael Belicha, Silvia Herreros de Tejada, Luis E. Parés, María Bigeriego, Alberto Conejero, María Lagar (también subdirectora de la academia) y Paloma Regueiro. Son todos profesionales de la interpretación, la danza, la realización, la fotografía o el coaching, entre otros sectores. Además se cuenta con la colaboración de Marta Rubio, Fiorella Faltoyano, Carlos Bardem, Laura Marzocchini Chapinal y Olga Viana.
La carta de presentación del centro es una invitación al desarrollo personal a través de la cultura y la interpretación: «entendemos como básico para el aprendizaje de este arte, el trabajo de investigación, de ensayo y error y libertad de riesgo. Por eso trabajamos para generar un espacio de armonía y respeto, en el cual los alumnos puedan investigar, probar y aprender en un entorno favorable que promueva la libertad y respeto por nuestro arte«.
Para más información al respecto, Escuela para el arte del actor dispone de web oficial, Facebook, Twitter e Instagram.