La cita cinéfila de Granada dedicada a los creadores emergentes inauguró su edición de 2018 la pasada noche con una propuesta que aunaba cine y música en directo, dando lugar a una combinación perfecta. Tan atractiva era la propuesta que se agotaron las entradas para asistir a esta gala del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores en el Centro Federico García Lorca.
El evento estuvo conducido por los directores del certamen José Luis Chacón y Maite García Ribot. Ambos agradecieron la gran acogida recibida por el público que un año más ha estado apoyando al Festival Internacional de Jóvenes Realizadores, además de hacer una recomendación a los asistentes para que éstos se dejen sorprender por todo lo que esta nueva edición tiene que ofrecer, entre óperas primas premiadas internacionalmente, cortometrajes, encuentro con profesionales de la industria o clases magistrales.
Posteriormente fue el turno del director sevillano Carlos Rivero, autor de la película inaugural El tiempo nos hará libre. El realizador expresó su emoción por estrenar esta obra en Granada. Una cinta silente y en blanco y negro, en la que ha hecho un ejercicio de abrir su alma y sus recuerdos al público, al compartir breves fragmentos de una relación sentimental pasada. La proyección del film estuvo acompañada por la música en directo del pianista y compositor Jonay Armas, que a tiempo real iba amenizando la noche con sus notas.
También intervinieron en esta gala inaugural la Diputada de Cultura e Historia Democrática, Fátima Gómez Abad, y Francisco Cuenca, Alcalde de Granada. Gómez Abad felicitó a los directores del FIJR por su apuesta para que los jóvenes se interesen por un cine comprometido y con una carga social; no sin antes despedirse añadiendo que este festival enriquece la oferta cultural de la provincia granadina, y agradeció a las instituciones el apoyo en su realización.
Cuenca, por su parte, cerró el acto expresando que “esta ciudad es una capital cultural de renombre internacional gracias a sus creadores, pero ahora queremos serlo oficialmente, aspirando a la Capitalidad Europea de la Cultura”. Terminó su discurso agradeciendo a todos los que consiguen con su trabajo y su talento hacer que los espectadores veamos otras formas en las pantallas. Como es el caso de Carlos Rivero y su película, que “desde lo doméstico y primitivo de la imagen, con reminiscencias al slapstick, nos regaló trozos de realidad tomados de improviso con la emoción de las notas del piano como única compañía”, apuntan desde la organización del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores.