La bilbaína Terele Pávez ha muerto en Madrid a los 78 años de edad este viernes 11 de agosto. La AISGE (la asociación que gestiona la propiedad intelectual de los actores en España), ha sido la encargada de confirmar la triste noticia. La actriz ha sido víctima de un derrame cerebral que no ha podido superar.
Teresa Marta Ruiz Penella, como se llamaba realmente, atesoró una extensa carrera interpretativa en la que supo combinar teatro, cine y televisión. Perteneciente a una de las sagas artísticas más importantes del país: era nieta y bisnieta de los compositores Manuel Penella Moreno y Manuel Penella Raga, respectivamente, hermana de las actrices Emma Penella y Elisa Montes, y tía de la también actriz Emma Ozores, hija ésta de su hermana Elisa y el actor Antonio Ozores. Para su nombre artístico decidió tomar el segundo apellido de su abuela materna, para diferenciarse así de sus hermanas.
Una prolífica trayectoria
Su primer trabajo le llegó cuando tenía 15 años, con Novio a la vista (1954), bajo la dirección de Luis García Berlanga. A este le siguieron otros en películas como Fortunata y Jacinta (Angelino Fons, 1970), Los santos inocentes (Mario Camus, 1984), El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995) o La comunidad (también de Álex de la Iglesia, 2000). En el cine su carrera fue algo intermitente durante las décadas de los 60 y 70, centrándose más en el teatro, años en los que estrenó obras como Diálogos de la herejía (Agustín Gómez Arcos, 1964), La casa de las chivas (Jaime Salom, 1968) o La Celestina (adaptación de Camilo José Cela, 1978).
Su debut en televisión se produjo en 1966 con Las Troyanas, dentro del espacio Teatro de Siempre, emitido por TVE, donde semanalmente se emitía una obra clásica. Entre sus papeles más importantes en la pequeña pantalla destacan los de la inolvidable Samaruca en el serial Cañas y barro (Rafael Romero Marchent, 1978) o el de Amparo en La Barraca (León Klimovsky, 1979). Las nuevas generaciones, sobre todo, la conocerán por interpretar a Doña Pura, madre de Antonio Alcántara en Cuéntame cómo pasó (con varios directores, 2001- actualmente).
Su renacer en el cine
Sus papeles de mujer temperamental, así como su voz rasgada, se convirtieron en su sello de identidad, que unido a su gran personalidad, su carisma y talento, le sirvió ganarse el cariño y la admiración de público y crítica. Recibió numerosos premios a lo largo de su trayectoria, pero no fue hasta 2014 cuando se alzó con su primer Goya, por su trabajo en Las brujas de Zugarramurdi (2013), de Álex de la Iglesia.
El director bilbaíno fue muy importante en los últimos años de la carrera profesional de Terele Pávez, en los que desarrollaron una gran amistad. El realizador le proporcionó un número importante de personajes icónicos y carismáticos, que han pasado a ocupar un lugar importante en el cine español. A las anteriormente nombradas El día de la Bestia (1995), La Comunidad (2000) y Las brujas de Zugarramurdi (2013) se unen otros filmes como Balada triste de trompeta (2010), Mi gran noche (2015) y El bar (2017).
Actualmente, Terele Pávez tenía tres proyectos por estrenar durante 2017, La noche después de que mi novia me dejara (Fernando Ronchese), ¡Ay, mi madre! (Frank Ariza) y Caribe Mix (Miguel García de la Calera).
El mundo de la escena en España está de luto.