Fue una de las figuras más destacadas de la Nouvelle Vague. Su papel en la película Al final de la escapada (À bout de souffle), junto a Jean Seberg, le abrió en 1960 las puertas de la fama. Hoy, a los 88 años de edad, ha fallecido el actor fetiche del director Jean-Luc Godard, el simpático caradura Jean-Paul Belmondo.
Seductor, carismático, portador de una embaucadora sonrisa, Jean-Paul Belmondo trabajó a las órdenes de directores como el nombrado Jean-Luc Godard, Vittorio de Sica, Claude Chabrol, François Truffaut, Angès Varda, Louis Malle, Alain Resnais o Claude Lelouch. Nació en París, en Neuilly-sur-Seine, departamento de Hauts-de-Seine, el 9 de abril de 1933. De origen italiano, ha pertenecido a una generación de actores franceses por lo que merecía la pena pagar una entrada, como el inolvidable Alain Delon.
Ganó el Premio César en 1989 (el cual se negó a recoger) al mejor actor por la película El imperio del león (Itinéraire d’un enfant gâté), Claude Lelouch, en 2007 fue condecorado con la Legión de Honor en el grado de Comandante, y en 2016 obtuvo el León de Oro como reconocimiento a toda su trayectoria, en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Actor de cine y de teatro, productor de cine, especialista de cine (se negaba a que alguien le doblara en las escenas de acción, Jean-Paul Belmondo se retiró en 2001, por problemas de salud, interviniendo únicamente, y por última vez, en 2008 en la película Un homme et son chien (Un hombre y su perro), de Francis Huster. Fue un gran amante del deporte; sobre todo del boxeo.
Las actrices Claudia Cardinale, Gina Lollobrigida, Catherine Deneuve, Sofía Loren, Ursula Andress o Laura Antonelli, con quien formó pareja sentimental, fueron algunas de las grandes divas del cine que compartieron pantalla con Jean-Paul Belmondo.