El próximo 4 de septiembre la nueva película de Angela Schanelec llegará a los cines gracias a Numax Distribución. Será la primera obra de la directora alemana que aterrice en nuestras salas. Estaba en casa, pero… (Ich war zuhause, aber) nos brinda una exquisita muestra del mejor cine germano, con un elenco encabezado por Maren Eggert en el papel de Astrid y Franz Rogowski (En tránsito, A la vuelta de la esquina) como benevolente profesor de los pequeños Flo y Philipp.

La directora Angela Schanelec cuenta en su palmarés con el Oso de Plata a Mejor Dirección en la Berlinale, Astor de Plata a Mejor Dirección en el Festival de Mar del Plata y Premio Zabaltegi-Tabakalera a Mejor Película en el Festival de San Sebastián. Su cine se caracteriza, al igual que el de sus coetáneos Christian Petzold y Thomas Arslan, por un realismo libre que ofrece una mirada nueva hacia la sociedad alemana. Estamos ante una directora dotada de un estilo propio y esencial, que ha llevado a la crítica a emparentarla con autores de la talla de Robert Bresson, Michelangelo Antonioni o Chantal Akerman.
Sus películas acostumbran a retratar fuertes personajes femeninos. En estaba en casa, pero… tenemos el ejemplo de Astrid su protagonista. La actriz Maren Eggert encarna a una mujer moderna y decidida que libra una lucha cotidiana por mantener a flote a su familia en el frío Berlín, mientras se recupera de la pérdida del ser amado. Un bello y singular retrato de una pequeña comunidad en duelo que nos hace reflexionar sobre la maternidad y los roles femeninos socialmente aceptados. Un viaje a la raíz del amor.

En estaba en casa, pero… Schanelec hace gala de su estilo elíptico y un elegante sentido del humor para crear el retrato indeleble de una pequeña comunidad que se enfrenta a los interrogantes fundamentales de la existencia.
Sinopsis
Astrid vive en Berlín junto a sus dos hijos, Flo y Phillip. Tras la muerte de su esposo, un famoso director teatral, intenta recomponer su vida y sobrellevar su ausencia. En la intimidad, la familia libra una lucha cotidiana en donde las actividades más simples se convierten en retos inesperados: la compra de una bicicleta, un baño en la piscina o una representación escolar de Hamlet. El frágil equilibrio se derrumba cuando Phillip se escapa de casa…