Incluida en la programación de la XV edición del Festival de Cine de Sevilla, la película El Rey, una adaptación de la obra teatral homónima creada, dirigida e interpretada por Alberto San Juan, ha sido presentada en la mañana de hoy y será estrenada durante el evento cinematográfico hispalense.
En la rueda de prensa moderada por el historiador y documentalista Luis E. Parés han estado presentes el director de fotografía Valentín Álvarez, los actores Luis Bermejo y Willy Toledo y, por supuesto, Alberto San Juan. “Con Valentín ya veníamos hablando de hacer una película”, reconoce éste al ser cuestionado por el origen de la idea de adaptar su obra de teatro al cine. Y explica que El Rey “recoge la puesta en escena original teatral, pero desde el momento en que colocas una cámara entre el espectador y la escena, automáticamente, eso es cine. Es un experimento arriesgado pero no queríamos crear un ambiente realista sino auténtico”. En este sentido, Valentín Álvarez ratifica que “tenía que tener un concepto de narrativa cinematográfica”.
La película, como aclara su creador “es una pesadilla que tiene una persona (Juan Carlos I) que está en un momento difícil de su vida, porque está en el final de la misma y es un rey destronado, algo antinatural, porque el Rey muere Rey”.
La intención al adaptar la obra teatral al cine, según cuenta San Juan era “que esta historia quedara para siempre. En el teatro se acaba con la función y solo queda en la memoria de quienes vieron la obra; en el cine no pasa así, y se puede ver en cualquier momento”, explica.
Tres actores para varios personajes
Los únicos actores de El Rey son Luis Bermejo, Willy Toledo y Alberto San Juan. El primero interpreta a Juan Carlos I, mientras que los otros dos, a varios de sus fantasmas, desde Franco hasta Sánchez Ferlosio, pasando por Adolfo Suárez, Salvador Puig Antich… en un alarde interpretativo en el que han de ponerse en la piel de varios personajes históricos. “Más allá de la caracterización o del vestuario, lo importante eran los textos y los personajes”, aclara Valentín Álvarez. “Al ser un territorio onírico te podías permitir ciertas cosas”, precisa Alberto San Juan. “Con decir “yo soy Felipe González” era suficiente. No hacía falta más caracterización”, concluye el director y actor.
El papel principal, el del rey Juan Carlos I, lo ha desarrollado Luis Bermejo sin la intención de hacer una imitación suya. “Desde el principio Alberto no quería que imitara al rey Juan Carlos”, precisa. “Se trataba de abordar el personaje desde mí, desde mi implicación con él, hasta llegar a ese momento en el que llega a la locura”, concluye.
Tema candente
Indudablemente, hablamos de una ficción, pero basada en un personaje real que, además, a pesar de que su popularidad ha decaído bastante, ha sido intocable en España. La película habla de los fantasmas de uno de los grandes protagonistas de la transición española, que en el lecho de muerte, y con la cabeza perdida, se reencuentra con varias de las personas que han pasado por su vida. “Yo creo que el principal fantasma de una monarquía es su ilegitimidad”, se apresura a decir Willy Toledo cuando se plantea la cuestión sobre los fantasmas más importantes que podría tener el Rey Juan Carlos I. “Cualquier ser humano sabe que una monarquía es una institución ilegítima. A partir de ahí nace todo lo que se ve en la película”, concluye. “Juan Carlos I simboliza la transición de la Dictadura a la Democracia en el relato oficial –apostilla Alberto San Juan-. Esta película es una mirada sobre ese proceso histórico en la medida en que nos sigue afectando en el presente para no poder imaginar nuestro futuro colectivo”. “No tenemos la pretensión de ofrecer una verdad alternativa, sino de compartir preguntas”, finaliza.
En definitiva, El Rey no va a pasar desapercibida para nadie, lo mismo que no ha ocurrido con la obra de teatro en la que está inspirada. La diferencia es que ahora, la posibilidad de ser vista ha aumentado, y a buen seguro va a ser una de las grandes protagonistas, de momento, de la XV edición del Festival de Cine de Sevilla.