Hace unos días llegaba un segundo avance de la próxima edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Nuevas propuestas cinéfilas que se podrán ver en la ciudad hispalense entre el 9 y el 17 de noviembre. Entras ellas lo último de Florian Henckel von Donnersmarck (La vida de los otros) y László Nemes (El hijo de Saúl).
Obra sin autor es el regreso al cine del alemán Florian Henckel von Donnersmarck tras su aventura en Hollywood con The Tourist (2010). En esta cinta nos presenta un fresco histórico que se extiende durante tres periodos a lo largo de la vida de su protagonista. Desde su infancia en la Alemania nazi hasta su huida al otro lado del Muro. László Nemes, con Atardecer, retrata el final del Imperio Austrohúngaro, y la chispa que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Somos testigos de ello a través de la peripecia de una joven que tratará de recuperar sus vínculos familiares.
Pero también nos llegan nuevas propuestas del territorio nacional al Festival de Cine Europeo de Sevilla. Tres cineastas españoles presentarán mundialmente sus nuevas películas. Víctor Moreno con su cinta La ciudad oculta nos ofrece una sinfonía urbana con atmósfera de ciencia-ficción. Un viaje al subsuelo de Madrid, a sus alcantarillas y túneles, como símbolo del inconsciente de una gran urbe. Xavier Artigas y Xapo Ortega regresan (tras Ciutat morta) al documental de denuncia con Idrissa. En él intentan encontrar explicaciones a la misteriosa muerte de un inmigrante africano en un centro de internamiento de extranjeros en Barcelona. Tanto La ciudad oculta como Idrissa participarán en la Sección Oficial del certamen.
Pablo Llorca estrenará El viaje a Kioto, dentro de Revoluciones Permanentes. En este film nos ofrece un retrato social en tono de comedia, haciéndonos testigos del declive personal y profesional de un músico de la Movida.
Sergei Loznitsa presentará hasta tres largometrajes en la misma edición, algo insólito en este tipo de certámenes. Con Donbass participará en la Sección Oficial. Es una mirada mordaz al conflicto armado entre prorrusos e independentistas en la Ucrania de 2014. The Trial se podrá ver en Nuevas Olas – No Ficción, al igual que Victory Day. El primero es un film con el que el realizador bielorruso recupera imágenes de un juicio en la Rusia de 1930, reviviendo la máquina del terror creada por Stalin. Por su parte el segundo propone reflexionar sobre la voluntad de los asistentes al desfile anual en Berlín, que celebra la victoria de los rusos sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
En el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2018 se disfrutará además de una programación en la que podemos encontrar películas avaladas por galardones internacionales. Es el caso de Joy, de Sudabeh Mortezai. Una cinta cruda y feminista que se ha ganado el reconocimiento en festivales como el de Venecia. También se exhibirán Shéhérazade, de Jean-Bernard Marlin, la violenta historia de amor entre un pandillero y una prostituta; All Good, de Eva Trobisch; M, de Yolande Zauberman; Chaos, de Sara Fattahi; y Dead Horse Nebula, de Tarik Aktas. En la Sección Nuevas Olas – No Ficción se proyectarán los nuevos trabajos de la portuguesa Salomé Lamas, Extinçao; y de Nicolas Philibert, De chaque instant. Ambos son dos documentales tan aplaudidos como distintos en la forma.
En la 15ª edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla se ofrecerá un homenaje a las retrospectivas de Ildikó Enyedi y Ula Stöckl, dos miradas femeninas capitales en la escena cinematográfica en Europa. De Enyedi se podrán ver En cuerpo y alma (2017), ganadora del Oso de Oro en Berlín; así como The Mole (1987), My 20th Century (1989) y Simon Magus (1999).
De Stöckl, nombre fundamental del Nuevo Cine Alemán de los 60 y 70, pionera del cine feminista y reivindicativo, se exhibirán cuatro largos: The Cat Has Nine Lives, The Golden Thing, Sleep of Reason y The Old Song, y dos cortos, Antigona y Don’t Talk About Fate. Además llega a Sevilla con Stories of the Dumpster Kid, un proyecto concebido junto a Edgar Reitz, compuesto de 25 cortos rodados en 16 mm que se mostrará fuera de la sala de cine. Con ello se busca la interacción con un público que decide el orden de proyección, en un entorno más lúdico y festivo. La propia directora comentará su trabajo y la elección de los espectadores en una sesión muy especial.