'Luis Tosar y Jesús Carroza, hermanos en ‘Golpes’, el debut como director de Rafa Cobos'

Luis Tosar y Jesús Carroza, hermanos en ‘Golpes’, el debut como director de Rafa Cobos

Interpretan a Sabino y Migueli, respectivamente

Luis Tosar y Jesús Carroza protagonizan Golpes, el debut en la dirección de Rafael Cobos.
Aunque Rafael Cobos dirigió con Paco Baños la serie El hijo zurdo, la película Golpes supone su estreno en la dirección de un largometraje. Y los papeles protagonistas corresponden a Luis Tosar y Jesús Carroza, junto a Teresa Garzón, quien encarna a Angelita. Ellos interpretan a dos hermanos. El primero es Sabino, un policía, y el segundo es Migueli, un quinqui que sale de la cárcel con ganas de resolver viejos asuntos. 
Tras una larga trayectoria como guionista, Rafael Cobos comienza una nueva experiencia como director con dos pesos pesados.
En Golpes interpretáis a dos hermanos, Sabino y Migueli, que se encuentran en lados opuestos de la ley. ¿Cómo definiríais a vuestros personajes desde vuestra experiencia personal y qué sensaciones os dejó interpretarlos?

Jesús Carroza (Migueli): Desde el guion estaba muy bien escrito el personaje. Miguel tiene un objetivo claro, hacer justicia y mirar al futuro, pero para eso necesita sanar heridas del pasado. Está en una posición muy distinta a la de Sabino. Para mí, el trabajo con Falete (Rafa Cobos) fue clave, con mucha confianza y muy buenas indicaciones. Llevo 20 años trabajando con él y eso ayuda. También trabajar con Luis (Tosar), que es un gran compañero, hizo que todo fluyera. A través de los ensayos y la relación en el set, el personaje fue saliendo de manera natural.

Luis Tosar (Sabino): A Sabino lo entendí desde el principio como un hombre perdido, alguien que no sabe muy bien qué busca. Es uno de esos tipos a los que la mediana edad les sobrevino y todo se empieza a desmontar sin saber por qué. Los ingredientes no dependen solo de él, sino de toda una infraestructura social. La transición, una España que cambiaba radicalmente, el papel de la mujer que también se transformaba. Eso afecta a su relación personal, porque su mujer se queda atrás y él tampoco sabe hacia dónde ir.

Sabino es sensible, a pesar de haber sido policía durante el franquismo y la transición, con un modus operandi que ya no sirve. Intenta encontrar herramientas que no tiene. Y de manera casi milagrosa aparece Miguel, que a priori parece el mayor problema porque le encargan perseguirle, pero en realidad es providencial. Le da una oportunidad de redención.

Sabino y Miguel representan dos maneras de mirar al pasado y afrontar la transición.

La película se inspira en el cine quinqui, un género muy áspero y crítico. Jesús, tú naciste en 1987, cuando el boom del quinqui ya terminaba. ¿Qué relación has tenido con esas películas antes de rodar Golpes?

Jesús Carroza: Me gustaban mucho. He visto muchas. Deprisa, deprisa, El pico, las del Vaquilla… No todas, pero sí muchas. Me atraía ese cine porque era muy directo, muy realista, muy crudo.

Cita textual:

Sabino y Miguel representan dos maneras de mirar al pasado y afrontar la transición

Luis Tosar, interpreta a Sabino en 'Golpes'
Luis Tosar y Jesús Carroza
Luis Tosar y Jesús Carroza, hermanos en ‘Golpes’, el debut como director de Rafa Cobos

Fotografías de Patricia del Zapatero

Cita textual:

Golpes tiene un toque poético. Lo ves en la estética y en cómo se cuenta la historia

Jesús Carroza, interpreta a Migueli en 'Golpes'
Luis, ¿qué te sugiere esta revisión del quinqui que hace Golpes?

Luis Tosar: Cuando vi las películas quinquis en su día era muy pequeño, pero recuerdo el shock. Perros callejeros la debí de ver con 11 años. Para mí eran pelis de humor con violencia explícita, muy bestia, que hoy jamás pondría a mis hijos. Hemos cambiado, somos más pacatos, pero entonces no había filtros en la tele. Me impactó porque era cercano al ambiente que yo vivía en mi barrio, un barrio periférico con muchos quinquis.

Esas películas retrataban una violencia cotidiana en determinados entornos urbanos. Yo no conocí Madrid ni Barcelona hasta los 17 o 18 años, pero creo que esa realidad equiparaba a muchas ciudades periféricas. Era familiar y brutal a la vez.

Rafa Cobos ha dicho que quiso darle un toque más poético al género, sin perder la dureza del cine quinqui. ¿Estáis de acuerdo?

Jesús Carroza: Sí, ha dado un toque poético. Lo ves en la estética y en cómo se cuenta la historia.

Luis Tosar: La dureza está, porque se ve y se siente. Para quienes crecimos en esos años, todo resulta extrañamente familiar. Pero es cierto que se ha dotado al cine quinqui, que era mucho más áspero, de otra poética. Aquí hay una mirada más estilizada, más cargada de significado.

El cine quinqui sigue siendo un espejo incómodo. Rafa lo ha refinado, pero mantiene la esencia: la violencia, la marginalidad y la búsqueda de redención.

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