'Fueron los días, Bernabé Bulnes y Enrique Guzmán presentan una obra generacional'

Fueron los días, Bernabé Bulnes y Enrique Guzmán presentan una obra generacional

Presentada en el Festival de Sevilla

Fueron los días es la anhelada ópera prima de Bernabé Bulnes. Una película intimista presentada en la 20ª edición del Festival de Sevilla.
Su trayectoria en el mundo del cine posee un bagaje importante en cuanto a documentales y cortometrajes. Sin embargo, hasta ahora no había podido disfrutar de la creación de un largometraje. Fueron los días es la anhelada ópera prima de Bernabé Bulnes. Y bien que ha merecido la pena la espera. Película intimista, muy real, reflexiva, aborda el día a día de unas personas que viven por y para el cine y que han de hacer frente a las frustraciones profesionales, a la vez que buscan su verdadera identidad vital. Una obra que habla de una generación cuyos sueños no se han cumplido. Junto al productor Enrique Guzmán nos habla de este preciado trabajo.
Fueron los días es una película que invita a la reflexión y a valorar cuestiones como nuestra felicidad y la satisfacción personal. ¿Cuál ha sido tu intención como director?

Bernabé Bulnes: Realmente no vas con la intención de enganchar a nadie, al menos como un truco o una manera de atraer al espectador. Hay otro tipo de películas que sí lo buscan. Pero lo que he querido es que el enganche estuviera en contar algo que tuviera verdad. Que eso de lo que hablamos tuviera que ver con la realidad. Mi esperanza era esa, que al hablar de temas importantes el espectador se sintiera tocado, identificado y apelado a sentir y padecer con los personajes, y a reflexionar sobre ellos y en un momento dado sobre su propia vida en relación con esos personajes.

La película se apoya precisamente en los personajes, en los diálogos y los silencios, en las miradas; en este sentido está totalmente libre de nada artificial, ¿cierto?

Bernabé Bulnes: De ahí es de donde viene. Como director, muchas veces, tienes la tentación de acudir a recursos técnicos o narrativos, a artificios, porque el cine tiene mucho de esto, y a veces lo usas. Pero cuando sentía que estaba yéndome a un sitio que no sabía a dónde me llevaba, siempre volvía a la idea y al concepto. Saber de qué estábamos hablando, qué queríamos contar. Y volvíamos al origen. Y uno de los principios con los que hemos trabajado en esta película es huir de lo artificial. Desde la misma forma en que está hecha hasta el modo de contar las cosas. Y creo que el espectador, el que se identifique con la película, tiene que valorar eso. En el sentido de habérsele contado una historia sencilla, sin grandes efectos dramáticos, pero con mucho interés.

Fotografía de Patricia del Zapatero

¿Cómo llega la posibilidad de producir Fueron los días?

Enrique Guzmán: Llega con unas ganas tremendas que tenía Bernabé de hacer esta película. Llevamos bastantes años en la profesión pero seguimos produciendo óperas primas; tenemos esa posibilidad. Y en este caso llegó con esa ilusión que mueve a varias productoras pequeñas, que al final conformamos una producción más sólida, y que después hemos tenido la posibilidad de llevar a cabo un proyecto bien construido. Presentamos la película en Cannes, en Málaga, y eso nos dio muy buena entrada para la apuesta de instituciones como la RTVA. Si quieres hacer proyectos como éste tienes que arriesgar y confiar en que profesionales como Bernabé y el equipo que formó saquen un buen resultado.

A pesar de tu juventud ya tienes una trayectoria destacable. Posees un Premio Asecan por el documental La sal de la vida. Pero, ¿cómo se lleva ese paso al largometraje?

Bernabé Bulnes: Entre el largometraje y el cortometraje hay diferencias en cuanto a envergadura, por supuesto. En cuanto a la comparación con un documental, la diferencia está en ciertos procesos. Aun así, esta película lo que tiene en particular es que está tan cerca del corto como del documental. La misma forma de rodarla. Lo hicimos en situaciones reales del Festival de Sevilla del año pasado, en la calle, sin recurrir a corte de tráfico, a figuraciones… Ha sido una manera de rodar muy documental. Y al mismo tiempo, es muy cercana al cortometraje. Hace tres años hice uno durante la Madrugá de Sevilla, entre nazarenos, el público en las calles… Fue un cortometraje de ficción. Ya tenía una experiencia que precede a ésta de la película Fueron los días

Cita textual:

La película cuenta una historia sencilla, sin grandes efectos dramáticos y mucho interés

Bernabé Bulnes
¿Cómo se disfruta cuando se estrena, por fin, un primer largometraje?

Bernabé Bulnes: Llevo queriendo hacer un largometraje de ficción desde que estaba en la facultad. Soñaba con ser el nuevo Amenábar, que hizo su primera película con 24 años. Ya ambicionaba eso. Y me ha frustrado. Me ha llevado a ello. Y la película habla de eso. Hay un personaje que es un director sin película. Esa persona que lleva buscando una película desde hace mucho tiempo. Y que se siente director. Pero que nunca ha hecho una película. Y yo me sentía así. Y hacer esta película y lanzarnos a hacerla como la hemos hecho, es una manera de saldar esa cuenta pendiente. Aunque durante mucho tiempo la he achacado al sistema, a cómo funcionan las cosas en Andalucía o en este país (algo de cierto hay), pero más allá de eso, con el tiempo, siendo honesto, me he dado cuenta de que no era aún mi momento para contar una historia. No tenía algo que contar que mereciera la pena. Y como buscaba en la película honestidad y  verdad, y no las tenía, nunca fui capaz de lanzarme a hacerla. Y ahora sí ha sido posible.

Es curioso que en la película, prácticamente, nadie ríe. Salvo el personaje de Almagro San Miguel, que le hace de contrapunto a Alma (Adela Castaño), Gabino (Gregor Acuña-Pohl) o Ingrid (Silvia Acosta). La insatisfacción no se oculta, ¿verdad?

Bernabé Bulnes: Sí. La película gira sobre esa idea de la insatisfacción. Pero por lo menos sí dejamos una puerta abierta porque el personaje de Alma, aunque su situación es complicada por su insatisfacción profesional, al final se da cuenta de que también tiene cosas buenas alrededor. Es verdad que quienes están a su lado sí son personajes que sonríen, como el que dices de Almagro San Miguel, el director sin película, Lola, la amiga de ella, con la que va al cine, que es pura sonrisa; incluso el compañero de Alma en el restaurante, el chaval que nunca ha ido al teatro, que es como de otra generación, que se ve más despreocupado… Es verdad que se produce ese choque generacional. Alma pertenece a una generación que creció con unas expectativas muy altas, con un futuro muy prometedor. Cuando nos encontramos con una situación muy convulsa es normal que nos veamos inmersos en la insatisfacción y la frustración. Y siento que nuestra generación, los que estamos inmersos en la crisis de los 40, sí está buscando ya la manera de reinventarse en cuanto a la manera de disfrutar la vida. Esto sin olvidar que somos unos privilegiados dentro del Primer Mundo y de una sociedad desarrollada.

Fueron los días, Bernabé Bulnes y Enrique Guzmán presentan una obra generacional

Fotografía de Patricia del Zapatero

La película es un guiño al mundo del cine, como ese rodaje en el Festival de Sevilla de 2022 o la profesión de los protagonistas, actores, actrices, directores… Esa historia del cine dentro del cine demuestra lo complicada que es la profesión. ¿Cuál es la visión del productor?

Enrique Guzmán: Es evidente que la realidad es distinta a como se ve desde fuera. Son pocos los actores y las actrices que viven de esta profesión. Muchos tienen que compaginarla con otros trabajos. Y hablando de la iniciativa de hacer esta película, hay ese miedo al fracaso, para el que no estamos entrenados. Se busca el momento perfecto para hacer una película, pero nunca existe (risas). Esta película se ha hecho porque se ha superado ese miedo.

Bernabé Bulnes: El que entra en este mundillo ve ese escaparate de los premios, de los medios de comunicación, de la fama, del éxito, y lo hace con unas expectativas grandísimas. En el cine puedes ser actriz y trabajar como camarera. Ahí está el personaje de Alma. El cine tiene ese punto de lucha constante con las expectativas. Y les pasa a los actores, a los guionistas, a los directores… 

Cita textual:

Fueron los días toca temas universales que nunca desaparecen

Enrique Guzmán
¿Es arriesgado hacer una película como Fueron los días, tan reflexiva, con tanto protagonismo de los diálogos, y con nula acción?

Bernabé Bulnes: Sí es arriesgado. Esta es una película arriesgada en sí misma. Pero también soy consciente de que no va a ser para todos los públicos. Aun así, lo que sí me gustaría es que la vieran muchos espectadores porque les sorprenderá. Hay muchas personas no acostumbradas a este tipo de películas, pero si se da la oportunidad le podrá gustar. Es una película que tiene su calma, su reposo; aquí no hay acción, no hay frenesí. Pero estamos en una sociedad tan llena de eso, que a veces, encontrar películas que te den un espacio para la reflexión, para ver las cosas desde un punto de vista más reposado, como Alma, que vive en Sevilla y no en Madrid, y tiene otro ritmo de vida. Esta película no busca atropellarte. En el cine tiene que haber películas de todo tipo. El riesgo de este cine es que la gente no le dé su oportunidad.

Enrique Guzmán: Todo el mundo necesita hacer cosas por nuestra vocación o nuestra pasión. No todo es mercantilismo. Cuando unes a un equipo de gente con esa ilusión y esas ganas de trabajar, estás consiguiendo otras cosas que no son simplemente el rendimiento económico. Es una apuesta que hay que seguir haciendo. Ojalá se pudieran hacer taquillas millonarias… Pero estas películas viajan bien y son duraderas en el tiempo. Tratan temas universales que nunca desaparecen.

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