El Festival de Cine de Sevilla está acogiendo la primera retrospectiva en España de la obra fílmica de la directora inglesa Joanna Hogg. Natural de Londres (20 de marzo de 1960), viene desarrollando una larga actividad profesional tanto en radio como en televisión, así como en el cine. Ello sin obviar sus inicios con la fotografía allá por los años 70 del pasado siglo.
Directora en su madurez
Pero hasta 2007 Joanna Hogg no estrenó su primer largometraje, Sin relación (Unrelated), con Kathryn Worth, Tom Hiddleston o Mary Roscoe. La película se estrenó en el Festival de Cine de Londres y ganó el Premio Internacional de Críticos FIPRESCI, el Premio Guardian First Film en 2008 y el Premio Evening Standard British Film Awards ‘Most Promising Newcomer’, en 2009. Sobre su incursión tardía en la dirección, la británica aclara que «cuando hice The Souvenir me empecé a cuestionar un poco por qué y cómo empecé, y al fin y cabo la película nos habla del principio de mi viaje como cineasta; la película lo explica bien, cómo comencé primero con la fotografía y cómo decidí formarme como cineasta en la Escuela de Cine». Empero, matiza que «siempre he sido cineasta, porque el corto, el largo o la televisión, siempre son el mismo viaje». En todo este proceso «no he cambiado como persona, aunque sí mi confianza; en realidad, siempre quise hacer cine, desde que tenía 19 años».
The Souvenir, la última
Tras Sin relación (Unrelated) llegaron Archipelago, estrenada en el Festival de Cine de Londres 2010, siendo nominada como Mejor Película, con Tom Hiddleston, Kate Fahy, Lydia Leonard o Christopher Baker; Exhibition, con Viv Albertine, Liam Gillick y, nuevamente, Tom Hiddleston. Su estreno se produjo en el Festival de Cine de Locarno en 2013; y The Souvenir, estrenada en el Festival Sundance durante este año, y cuyo título hace referencia a la obra pictórica homónima de Jean-Honoré Fragonard. Una joven artista intenta encontrarse así misma en medio de una relación tóxica con un hombre mayor. Protagonizada por Honor Swinton Byrne, Tom Burke o Tilda Swinton, nos acerca a una estudiante de cine, Julie, quien conoce a Anthony durante una fiesta que organiza con sus compañeros. Anthony es un hombre siniestro, que días después invita a Julie a tomar té, dándole la posibilidad de que se aloje junto a él. De esta manera empieza la primera relación seria de la joven, en una espiral de obsesión que la lleva a robar el dinero de sus padres para poder cumplir todos los sueños y los deseos de Anthony, cuyas oscuras intenciones no parecen asustar ni desmotivar a Julie.
Un viaje interior
El estilo de Joanna Hogg destaca por su interés por la descripción de los personajes, de clase media, enfocado hacia un nuevo tipo de realismo social en el cine británico. La realizadora aclara que se encuentra en pleno montaje de The Souvenir y explica que «a veces parece como si estuviera en una telaraña intentado desenmarañar las respuestas a las muchas preguntas que me hago habitualmente sobre el personaje de The Souvenir. Y, efectivamente, a través de mi alter ego, Julie, exploro cómo fue mi inicio como cineasta». Así, confirma que en este proceso «tuve la oportunidad de replantearme mi propia motivación para hacer cine; tanto sobre el cine que quería hacer en el pasado como el que quiero hacer en el futuro». Esta reflexión la realiza la directora en este proceso de montaje de The Souvenir, «recordándome a mí misma cómo era yo con 20 años».
The Souvenir ha contado con la producción ejecutiva de Martin Scorsese. Sobre él, Joanna Hogg comenta que «nuestra relación ha evolucionado con el tiempo». Recuerda que «nos conocimos cuando vio mi película Archipelago. Le gustó y comenzamos los contactos, y hemos acabado siendo amigos». Tanta ha sido la química existente entre ambos que «montando Exhibition le envié una copia, una primera versión en bruto, para que me diera su opinión, y también conté con él cuando tuve que decidir qué película iba a hacer después. Y fue él quien me aconsejó este proyecto de The Souvenir, implicándose de lleno».
Influencias y modo de hacer
Joanna Hogg reconoce su admiración por Ken Loach, al que considera «un referente», aunque puntualiza que también influyen en su obra «el cine francés, el cine italiano… pues en este sentido me considero más europea que britanica; el mundo es mi hogar».
La realizadora londinense confiesa sobre su cine y su percepción del mismo que «podría hacer cine mudo». Ello lo fundamenta con su gusto por el lenguaje corporal. «No sé si por mi manera de ser desde pequeña, pero me gusta ver a los demás desde fuera, y sin ser vista, y fijarme en sus movimientos. A veces es más importante cómo se mueve un actor que lo que dice», explica. En su trabajo con los actores «me gusta destilar mis sentimientos a través de ellos, retrocediendo a mi pasado, pero sin nostalgia». Curiosamente, también admite su pasión por el musical, tanto como espectadora como directora, afirmando que «me gustaría dirigir alguno alguna vez».
Fotografía de portada de Patandi.