A veces la cartelera cinematográfica se pone caprichosa y nos presenta casi en el mismo periodo de tiempo películas con una temática similar o con un determinado personaje como protagonista. Este es el caso del que fuera Primer Ministro británico, Winston Churchill. Así, mañana viernes se estrenará el film realizado por Jonathan Teplitzky, que llega a nuestro país con el mismo nombre que en su versión original, es decir, Churchill. Pero ocurre que no hace mucho fue presentada El instante más oscuro (Darkest hour), la cual se empezará a exhibir a partir del 12 de enero del venidero 2018. Por esta razón, Gatrópolis quiere rendir su pequeño homenaje al que es considerado como uno de los más relevantes hombres de estado de la historia; incluso, pretende ir más allá, y resaltar la figura del personaje. Pero antes, vayamos por partes y hablemos, resumidamente, de Winston Churchill, por si aún queda algún despistado por ahí.
Un líder para el Reino Unido
Winston Leonard Spencer Churchill nació en Oxfordshire, en el Palacio de Blenheim, el 30 de noviembre de 1874. Su longeva vida personal fue muy paralela a la del político, puesto que tras fallecer en Londres el 24 de enero de 1965, a la edad de 90 años, dejó un inigualable legado en la política, donde se mantuvo durante medio siglo. Se casó con la londinense, de Mayfair, Clementine Hozer. Hijo de una familia aristocrática, los duques de Marlborough, su padre, lord Randolph Churchill, fue ministro de Hacienda del Reino Unido, y contrajo nupcias con la estadounidense, de Brooklyn, Jenny Jerome, hija del millonario Leonard Jerome. Para no enredar mucho, podemos decir de Churchill que ocupó muchos cargos políticos y de gabinete, y que antes incluso del estallido de la Primera Guerra Mundial ya era presidente de la Secretaría de Estado de Comercio, ministro de Interior y Primer Lord del Almirantazgo, cargo que mantuvo hasta el desastre de la batalla de Galípoli.
Pero, sin duda, como fue más conocido fue como primer ministro. Accedió al cargo en mayo de 1940, tras dimitir Neville Chamberlain. Su papel fue fundamental en la guerra con la Alemania nazi, pues se erigió en un líder para su pueblo y para los países aliados. Una fotografía emblemática es aquella en la que posa junto a Franklin Delano Roosevelt (EE.UU.) y Iòsif Stalin (U.R.S.S.) durante la Conferencia de Yalta en 1945, al término de la segunda gran guerra. En 1951 volvió a ser primer ministro, tras haber perdido el partido conservador las elecciones generales de 1945, y por ende, quedarse él sin el mando. Pero ya no lo cedería nunca más hasta su retiro en 1955. Al morir, la reina Isabel II le organizó un funeral de estado.
Un regalo para el cine
Desde Napoleón hasta Jesucristo, pasando por Van Gogh, JFK, Marilyn Monroe, Cleopatra, Luis XIV, John Forbes Nash, Gandhi, Steve Jobs, Cristóbal Colón… han suscitado el interés de la industria del cine y han llevado a la gran pantalla, bien sus vidas, bien algún capítulo sucedido a lo largo de las mismas. En ocasiones han acaparado el protagonismo y en otras han estado en un segundo plano, aunque con una importancia muy alta. Winston Churchill, como queda dicho, es uno de los agraciados en este sentido. Su larga trayectoria política, su papel fundamental en el devenir de los acontecimientos ocurridos en la historia de su nación y de la humanidad, su carácter poderoso y carismático, sus dotes de orador excelso, sus habilidades como hombre de estado… le han conferido un lugar de privilegio. Ello, independientemente de que se esté de acuerdo o en desacuerdo con él.
Queda dicho que mañana se estrenará Churchill, de Jonathan Teplitzky, y con una interpretación magistral de Brian Cox en la piel del Primer Ministro de Gran Bretaña, aplaudido por la crítica (incluso más que la película misma) y reconocido de manera unánime. Junto a Cox aparecen Miranda Richardson (Clemmie Churchill), John Slattery (Dwight Eisenhower), Ella Purnell (Helen Garrett), James Purefoy (rey Jorge VI) o Richard Durden (Jan Smuts). En este caso, la historia se centra en las 48 horas previas al desembarco de Normandia en 1944, llenas de tensión, y durante las cuales Churchill tuvo fuertes enfrentamientos con sus propios generales y con los aliados estadounidenses.
De El Instante más oscuro ya se ha hablado en profundidad en Gatrópolis. Se trata de otra plausible actuación de Gary Oldman (dicen que huele a premio Oscar), en esta ocasión como Churchill. Cuenta con la dirección de Joe Wright, y llegará a las salas en la primera quincena de enero de 2018. La II Guerra Mundial vuelve a ser el escenario histórico de este pasaje de la vida del mítico político británico. En concreto, han pasado pocos días desde su nombramiento como Primer Ministro, cuando debe decidir si entrar en guerra con la Alemania de Hitler o plegarse y aceptar un acuerdo de paz ofrecido por el caudillo nazi. Su hora más oscura es luchar por los ideales de libertad y paz e intentar darle un giro a la historia. Junto a Oldman podremos ver a Stephen Dillane, John Hurt, Ben Mendelsohn o la imprescindible Kristin Scott Thomas.
Otros de los filmes en los que Churchill ocupa un lugar destacado como protagonista podrían ser El joven Winston (Young Winston), de Richard Attenborough, de 1972, o Amenaza de tormenta (The gathering storm), de Richard Locraine, de 2002, ésta realizada para la televisión británica. La primera abarca los primeros 25 años de su vida, con Simon Ward en su papel; la segunda, parte desde 1934, con Albert Finney interpretando a un maduro Churchill.
Papel secundario pero relevante
Entre los films en los que el Primer Ministro británico no es el protagonista, pero sí ostenta un sitio destacado podríamos señalar la reciente Dunkerque (2017), de Christopher Nolan, en la que su memorable discurso en el Parlamento ha quedado inmortalizado gracias a esta película. El 4 de junio de 1940 fue el último día del rescate de más de 300.000 soldados que se habían quedado atrapados ante el fuego enemigo en la localidad francesa. En Dunkerque, las palabras de este gran orador colaboran en la gestación de un gran final:
“Llegaremos hasta el final. Lucharemos en Francia. Lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con confianza creciente y fuerza creciente en el aire. Defenderemos nuestra isla, al precio que sea. Lucharemos en las playas, lucharemos en los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles. Lucharemos en las colinas. No nos rendiremos jamás, y si esta isla, cosa que no creo de momento, o una parte importante de ella fueran sometidas y pasaran penurias, nuestro imperio allende los mares, armado y protegido por la Flota Británica, continuará la lucha”.
En El discurso del rey (The King´s Speech), de 2010, dirigida por Tom Hooper, el duque de York (Colin Firth) ha de acudir a un fonoaudiólogo australiano (Geoffrey Rush) para corregir su tartamudez. Cuando abdica el rey Eduardo VIII, él ha de asumir la corona británica y seguir con el apoyo de Lionel Logue. El papel de Churchill, o del actor que lo encarna, Timothy Spall, deja entrever la relevancia que siempre tuvo en su cargo, y lo importante que fue asimismo para el rey Jorge en su pelea por superar un mal que se había hecho crónico.
Finalmente, y aunque se trate de una serie de televisión, no podíamos dejar pasar por alto la interpretación de John Lithgow en The Crown. A lo largo de los capítulos podemos ver a un Churchill como protagonista secundario, pero con un enorme peso en la historia, pasando por distintas etapas de su vida, hasta llegar al final de su carrera política.