'Pablo Gómez-Pando: “Los inocentes interpela a qué harías tú en las mismas circunstancias”'

La carrera de Pablo Gómez-Pando está en plena curva ascendente. Este actor sevillano no para de trabajar y hemos podido reconocerle en varias piezas audiovisuales de los últimos años, tanto televisivas como cinematográficas (además de su experiencia teatral). Cuando los ángeles duermen, El Secreto de Puenteviejo, Servir y proteger, Adiós, Violeta no coger el ascensor… son algunas de estas piezas de las que hablamos. Su último trabajo, Los inocentes, de Guillermo Benet, se ha estrenado mundialmente en el Festival de Cine de Sevilla, recibiendo una mención en la sección Revoluciones Permanentes. Aunque la realización del certamen ha sido totalmente diferente a la de años anteriores por nuestra situación sanitaria actual, hemos podido conversar con el sevillano sobre su carrera y su interpretación en la ópera prima de Benet.

Los inocentes, de Guillermo Benet, premiere mundial en el Festival de Sevilla

El año pasado presentaste en el Festival de Sevilla Violeta no coge el ascensor, de Mamen Diaz, y Adiós, de Paco Cabezas. Este año vuelves con Los inocentes, de Guillermo Benet. ¿Cómo te sientes al estar en el festival de tu ciudad por segundo año consecutivo?

Me siento un privilegiado. Hace 17 años que se creó el festival y porque aquel entonces vivía en Sevilla. Ahora vivo en Madrid, pero las primeras ediciones del festival estaba en Sevilla e iba al cine a ver películas de la programación cuando empezó como el Festival de Cine y Deporte. Que hubiera un festival de cine en Sevilla era lo más. Y poder estar allí el año pasado con las películas que has mencionado fue un sueño, y que este año esté de nuevo con otra película que he hecho es un privilegio. Y que siga el sueño hacia delante. Me da muchísima felicidad. 

¿Cómo ha sido tener a Guillermo Benet como director en su ópera prima?

Una suerte muy grande porque me gusta muchísimo su forma de trabajar. Habla mucho sobre los personajes, dialoga contigo y te da mucha facilidad a la improvisación y a que des tu punto de vista sobre el personaje y las circunstancias. Y también es muy cariñoso y muy amoroso trabajando, eso se agradece siempre.

Tu personaje es el primero que aparece en la película, pero no por ello es el protagonista. ¿Cómo ha sido enfrentarte a un rodaje en el que todos sois parte principal de la historia?

Ha sido muy interesante, porque cuando uno lleva la carga de un proyecto siendo protagonista hay mucha responsabilidad. Y que esté esa responsabilidad repartida me parece que es un alivio para uno, y a la vez una manera bonita de acompañarnos todos, de tener todos nuestro trozo de responsabilidad en el mismo. De esa manera todos somos partícipes de igual manera en el amor al proyecto. En otros también ocurre, claro, pero a mí me parece que el hacer equipo y el estar todos compartiendo eso, hablando sobre nuestros sentimientos e ideas… me parece que es un buen punto de partida. Concibo el teatro y el cine como un espacio de encuentro, y tener esa posibilidad de encuentro siempre lo agradezco.

Uno de los mensajes es el de la amistad verdadera y la impostada. Tu personaje llega a decir que él confía en sus amigos. Cuando llegan los problemas es difícil separar los intereses propios y los colectivos. En este sentido, ¿cómo ves a tu personaje?

Es un personaje con mucho miedo y tapa ese miedo escudándose en los demás. De alguna manera, creo que necesita a los demás porque él solo no puede gestionar el miedo y la culpa que le corroe por dentro. Por eso creo que también dice que confía en sus amigos, él confía en todo el mundo, necesita confiar. Si no confiase se encontraría en un lugar muy peligroso para él mismo. Básicamente se mueve en ese color.

Pablo Gómez-Pando: “Los inocentes interpela a qué harías tú en las mismas circunstancias”

“Creo que he matado a un tío” es una frase lapidaria que en un momento dice tu personaje, en el que se autoincrimina sin saberlo a ciencia cierta. ¿Cómo es enfrentarse a un personaje en el que no sabes toda la verdad?

Su carácter es, como te decía antes, el de sentirse culpable en todo momento. Y dice “he sido yo”, me merezco el castigo y tengo tanta culpa que necesito que los demás me muevan de alguna manera y tomen decisiones por mí. Él ya se está poniendo en la diana. Hay gente que de repente se siente culpable sin haber sido culpable de nada. El concepto de la culpa es relativo, quién tiene la culpa de qué.

Sobre todo en una historia en la que hay seis personajes. El tuyo, como es el primero, aparece más y se ven más cosas de su personalidad. Pero es cierto que viendo el conjunto no sabes cuál de todos está peor.

Eso es algo también muy interesante, porque la película te muestra seis caracteres totalmente distintos que manejan el miedo y la culpa de formas muy distintas. El que lo rechaza de pleno y dice que no ha sido él, o al que como le pasa a mi personaje que dice “he sido yo”. Y su novia es la que tiene que ir diciéndole por detrás que no haga eso y que se espere. También es un momento muy traumático para todos, donde se van a tomar decisiones que pueden perjudicar o que van a marcar el resto de su vida. De hecho, creo que para todos la vida cambia después de esa noche. Eso no se ve en la película, pero hablamos mucho de eso, sobre que después las cosas ya sean diferentes. Mi personaje está en un momento con su pareja también muy delicado, de cambios, de más compromiso o no. Y quizás las cosas cambien después de la película. No se sabe hacia dónde va, porque eso no sale, pero es una noche un poco decisiva.

Existen microhistorias en la película, una por cada personaje, en las que vemos más sus oscuros que sus claros. Ha debido ser complicado ensamblar tantos detalles en una narración que transcurre en una noche.

También es lo más interesante del oficio. Todos tenemos unas circunstancias y según nos cojan en un momento u otro, esas circunstancias van a repercutir de una manera u otra. Lo que más me gusta del oficio es trabajar esas circunstancias, ver cómo todo influye en la toma de decisiones de cada uno. Desde el principio tenía muy claro que había que pormenorizar a los personajes, había que llenarnos de detalles para que viesen más la sensación de vida, de que son vidas al fin y al cabo. 

Me da la impresión de que el final queda abierto a la interpretación de cada uno, ¿lo consideras así?

Sí. Creo que el final está un poco abierto queriendo. La película no resuelve lo que a lo mejor, en algún momento, alguien se puede preguntar qué es, cómo ha sido. Eso creo que no lo resuelven, pero también es interesante, porque pienso que la pregunta, más que quién ha sido, es qué haría yo en esa circunstancia. Es más interesante esa pregunta como espectador que el querer ver quién ha sido. Entonces, considero que por eso se mantiene más abierto el final y provoca otra serie de preguntas. La película interpela a qué harías tú en esas circunstancias. 

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