El desentierro ha sido una de las destacadas novedades del 15 Festival de Cine Europeo de Sevilla. Su director, Nacho Ruipérez, y uno de sus protagonistas, Jan Cornet, han compartido una agradable conversación con Gatrópolis. El film se podrá disfrutar en salas a partir del 16 de noviembre.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de la película?
Nacho Ruipérez: Es una peli bastante peculiar. Es una idea que venía desarrollando desde que estudié el máster de guión. Ha sido un proceso muy largo, no solo desde que empezamos el guión, que tuvo momentos como de dejar la historia, recuperarla… hasta que me junté con Mario Fernández Alonso, el coguionista, y decidimos darle el empaque que le faltaba para llevarlo dignamente a una productora y que le gustara para empezar a trabajar en la película. Mientras tanto, pasa el tiempo, empezamos a preproducir y a gestionar un casting que parecía imposible por la cantidad de actores que hay de distintas nacionalidades. También empezamos a localizar. Es una película también compleja por las muchas localizaciones que tiene y en distintas etapas del año. Eso nos ha obligado a rodar en épocas anuales diversas, lo cual no es muy usual en el cine. Ha sido, pues, un proceso de casi tres años, desde que empezamos a soñar con la película y desde que el productor, Ximo Pérez, me dijera que quería hacerla.
Joan Corner: No es normal que un director tenga 22 versiones de un guión (sonrisa).
Nacho Ruipérez: Rodamos la 35… (risas).
Joan Cornet: La 35, pues fíjate… Esto para un actor es un regalo. Para los productores no sé si tanto, pero para los actores, que nos gusta esto mucho, la historia es un regalo. En la película ves tanto trabajo y tantos detalles, porque hay detrás tres años haciendo versiones.
Nacho Ruipérez: Tenemos que agradecer que nos hayan dejado hacer esto. No es habitual porque incluso en el propio rodaje, a menudo, cambiábamos cosas. Y según lo que iba pasando hacíamos que evolucionara. Recuerdo que un día le llamé a él (Jan Cornet) ya que yo estaba obsesionado porque había algo que creía que no iba a funcionar y quería cambiarlo. Pero como es una película multitrama, al cambiarlo afectaba a su personaje. “Jan, necesito tu ayuda. ¿Estás seguro de que esto puede funcionar?”. Y eso te hace ver que hay que perder el miedo a la armadura del guión…
Jan Cornet: …esto se agradece, porque normalmente nos ponemos muy controladores en este trabajo y al ser algo artístico no puede ser controlado. Las cosas salen mejor cuando dejas algo a la improvisación. En ese sentido fue muy gustoso el rodaje y todo el proceso. También tuvimos una semanita en la que nos juntamos Michel (Noher) y Nacho viendo la “cocina” del rodaje.
Nacho Ruipérez: Eso es muy positivo y gratificante en una película. Ese trabajo lo gana siempre la película.
Jan Cornet: Sí, porque muchas veces estás solo preparando la película, y si tienes al lado a un director tan metido en el proyecto, que lo mimó tanto, se agradece.
Nacho ha comentado algo que es digno de ser destacado como que un director hable con los actores y cambie impresiones sobre el rodaje con ellos.
Nacho Ruipérez: Tiene que ser así. Es un trabajo colectivo. No lo podría ver de otra manera. Un actor ha vivido cosas que los directores no hemos vivido. Si intentas imponer algo estás restándole posibilidades artísticas. Ellos aportan mucho; de hecho, ya nos ofrecen demasiado (risas). A veces hay que poner el freno de mano. Es algo que lo agradece la peli.
Jan Cornet: Sí. Para nosotros tiene que ser un ejercicio hecho a la par. Muchas veces echo de menos esa relación cordial. Como si los directores tuvieran miedo a los actores y al revés. En una película tiene que haber comunicación y una relación muy transparente. Muchas veces no pasa por no querer dejarse controlar ninguna de las partes. Yo tengo que confiar en el director, aunque sea mi papel. Nos lo hemos pasado muy bien rodando esta película. Ha sido un trabajo duro, pero muy gustoso. La experiencia ha sido muy rica porque nos hemos llevado muy bien. Todos hemos remado en la misma dirección.
La película toca lacras importantes de la sociedad, como la corrupción político-urbanística, la prostitución, la trata de mujeres…
Nacho Ruipérez: Parece que se tocan muchos temas pero al final es un magma que va a parar a la misma cuestión, que es la ausencia de la verdad. Esta ausencia de verdad genera corrupción. Y el exceso de poder y la ambición también generan corrupción. Todos estos temas están tratados en la película de una forma coral.
La relación de tu personaje, Diego, con su primo Jordi (Michel Noher) es perfecta. Incluso parecéis primos de verdad de lo compenetrados que se os ve.
Jan Cornet: (Risas). Gracias. Es un gran cumplido, ¿eh? ¡Qué bueno!, ¡Qué bueno! A eso íbamos. Fue muy fácil desde el primer día. En cuanto nos conocimos nos fuimos a cenar juntos. No nos conocíamos. Michel y yo nos parecemos mucho actoralmente. Él también le da vueltas a la cabeza. Es una buena “cafetera” también, como yo… en la forma de entender el trabajo, el compromiso y la responsabilidad. Esto no es cualquier cosa. En eso coincidimos mucho.
Nacho Ruipérez: Es que es una responsabilidad muy grande que tenéis los dos. Pero al final, el fruto de todas esas decisiones y de ese trabajo, tanto para bien o para mal se queda en la película. Y genera una historia en el cine. Por tanto, es una responsabilidad y hay que tomársela así. Hay que estar dispuesto a trabajar mucho, incluso a discutir, porque se generan momentos de tensión.
Jan Cornet: Creo que eso apareció porque todos sentimos una libertad de poder trabajar a gusto, y de sentir que la película era de todos. Michel y yo teníamos libertad para hablar con el director sin que él hiciera de jefe.
¿En qué momento podéis decir, “bueno, el trabajo ya está hecho, ahora son el público y la crítica quienes tienen que valorar la película”?
Nacho Ruipérez: Ahora estoy súper relajado. Es una ópera prima y la gente me pregunta cómo estoy e interpreta que estoy nervioso. La verdad es que no. Estoy relajado, porque estoy contento con la película. Siempre hay cosas que se quedan ahí, que podían haberse hecho mejor, pero estamos aprendiendo. La película ya está. Las decisiones ya se han tomado. Ahora lo que queda es disfrutar de ella. Todo le corresponde ya al público, a la prensa… y a ver la película.
Jan Cornet: Yo también. Ahora toca un poco la promoción, que es lo que hacemos ahora. Es una etapa igual de importante que el rodaje. Pero es otra cosa. La película ya está. Es una buena película. Va a gustar más o menos, pero cuando uno ve que todo el trabajo realizado se ve reflejado en el resultado se tranquiliza. Ahora, a disfrutar.
Fotografía de portada de Andrea del Zapatero.