Durante la pasada edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla fue presentada y preestrenada la última película de Manuel Martín Cuenca. Gatrópolis ha dado buena cuenta de la misma durante estos días, con entrevistas a Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre y Adelfa Calvo. Hoy ofrecemos otra de las realizadas el 5 de este mes. Fue horas antes de su puesta de largo. Mañana será el día grande, ya que las salas de España tendrán la oportunidad de proyectar un film muy bien acogido en la cita hispalense.
La película se presenta esta noche (día 5) en el festival, y el 17 de noviembre será su estreno oficial, ¿cómo te encuentras ante este reto?
Con muchas ganas de que se estrene ya la película, después de tantos festivales, y para ver cómo reacciona la gente. En realidad, todo esto que hacemos es un camino de promoción, que está muy bien. Te sientes orgulloso por ir a un festival o porque te den un premio, como nos pasó en Toronto. Pero todo esto es para que la gente vaya al cine, para poder hacer otra película, para poder sobrevivir. Lo más importante es que la película alcance la masa crítica de espectadores, para poder hacer otra, eso es lo que de verdad me importa. Yo estoy cruzando los dedos, porque nunca se sabe, hay mucha incertidumbre en todo esto.
Has comentado en la rueda de prensa que esta historia, basada en El Móvil, una novela de Javier Cercas, llegó a ti de forma casual, ¿podrías compartir esta anécdota con nuestros lectores?
Fue un poco después del proceso de Caníbal, de marketing, estreno, los Goya… Estaba en un momento de cuestionarme todo lo que significa hacer una película, ser cineasta… En ese momento llega la novela de Cercas a mis manos, me la encuentro en una librería. Ya había leído cosas de él, pero no conocía esta. Y de repente, me siento muy identificado con lo que estaba contando, con ese autor que quiere transcender, pero a la misma vez no sabemos si es un idiota o un genio. Y eso estaba en la novela, esa ironía sobre el hecho de ser autor. Ese fue el motor. Terminé de leer la novela y pensé que ahí había una película, y una que podía hacer yo.
¿Cómo ha sido el proceso de elección de este reparto?
Depende de cada caso. En el caso de Javier, pensé en él escribiendo el guión. Pensé en María (León) poco después de terminar las primeras versiones del guión. En el caso de otros, fue haciendo pruebas y castings, como con Adelfa. A los mexicanos Tenoch y Adriana los descubrí en unas películas. De repente, pensando en hacer una película con dos actores de fuera, latinoamericanos en el guión, pensé que podrían ser ellos. A partir de ahí los buscamos. Cada uno ha llegado de una manera distinta.
Javier Gutiérrez interpreta a Álvaro, el protagonista de la historia, un personaje muy complejo. ¿Cómo ha sido la creación de éste junto al actor?
Ha sido un camino. Le preguntaba a Javier «¿cómo es el personaje?», y él me contestaba, «no sé. Tenemos un guión, tenemos una intuición mía, un sueño. Lo que tú traes, lo que tú das. No vamos a interrogarnos y a darnos respuestas de cómo es el personaje. Vamos a ir camino a camino. Escena a escena. Vamos a ir buscando el chispazo de verdad, y vamos a encontrarlo, vamos a saber cuándo esto va a estar«. Entonces fue un camino muy divertido, donde los ensayos los hacíamos sobre improvisaciones y juegos… Nos lo pasamos muy bien. Sobre todo es lo que nos divertimos. No sabíamos lo que estábamos haciendo conscientemente, pero sí inconscientemente, y ese era el camino. Y es el mismo camino tanto con Javier, como con Antonio (De la Torre) o para el resto de actores, es encontrar a un cómplice para tirarte a la piscina y trabajar de esa forma.
En El Autor vuelves a trabajar con Antonio de la Torre, que además es amigo, ¿cómo es trabajar con él?
Al igual que con Javier, se establece una complicidad y una forma de trabajo que además se mantiene, en el caso de Antonio, a lo largo de los años y con las películas. Y en el caso de Javier, espero que también se mantenga, porque nos hemos hecho amigos trabajando juntos. Es una forma hermosa de conocerse. Las películas son un lugar, aunque sólo para algunos o para los que la hemos vivido, de alguna manera existe. Y yo he encontrado a Javier en esta película. Hemos encontrado la Sevilla que hemos vivido juntos. Y espero poder coincidir con él en muchos sitios.
Hablas de Sevilla, donde la película está grabada en su totalidad, ¿por qué te decidiste por esta ciudad?
Fue una intuición. Yo quería seguir grabando en Andalucía, quería seguir explorando mi tierra como lugar. Y fue un poco la intuición del personaje que quiere trascender, y es un poco como esta ciudad. Sevilla fue la capital del mundo, entonces este hombre vive en esta gran ciudad, que ya no es la capital del mundo, pero lo ha sido y se nota en sus calles, en su atmósfera, incluso en su gente. Y ese es el personaje que quiere estar en Sevilla para escribir la gran novela sevillana. Fue esa intuición, y luego es una ciudad donde siempre me he sentido bien y quería rodar.
Se considera a Adelfa Calvo como la revelación de la película y de la temporada, ¿cómo ha sido trabajar con ella?
Llevándola con la misma forma que tengo de trabajar con los actores, desprenderte de todo y tirarte, poniéndole trampas. A mí me interesan las personas que hay dentro de los actores, no lo actores, ni el alarde técnico de un actor. Me interesa el modelo, el alma que hay dentro. Tratando de desnudarla física y emocionalmente. Es una gran actriz, y creo que ha hecho un gran personaje.
Y tras tantos meses trabajando en un proyecto como este, entre preproducción, rodaje, postproducción, un periodo que en algunos casos se alarga incluso años, ¿qué se siente cuando se ve por fin la película estrenada?
Alivio, porque por fin te la vas a poder quitar de encima. Para mí es súper gozoso y súper creativo todo el momento hasta que haces la película del todo, no en rodarla, sino al completo. Me encanta montar, me encanta rodar, me encanta el sonido… Luego hay periodos muy estresantes, como es el de los festivales… Es un periodo muy vaciante bajo mi punto de vista. Es algo que tienes que hacer, pero que no siento que sea parte de mi naturaleza. Pero lo tengo que hacer, y esto esperando a que pase, y que salga bien para poder seguir rodando más películas.
Uno de los aspectos más llamativos de la película lo encontramos en su banda sonora, que firma el cantautor José Luis Perales, ¿cómo surgió esta colaboración?
A mí, Perales siempre me ha parecido un excelente compositor. Canciones como ‘¿Por qué te vas?‘, de Jannette, que la usó Saura en su película; o ‘Un velero llamado libertad‘… Además me ha parecido un compositor para llegar al corazón de la gente, directo, sencillo, honesto… un gran compositor de música popular, en el mejor de los sentidos posibles. De repente, yo metí en el guión la canción de ‘Se me enamora el alma’, de Isabel Pantoja, que me parecía magnífica. Y buscando los derechos de ese tema para poder utilizarlo, me dijeron, «es que es una canción de José Luis Perales«. Y dije, «¡Ah, esta también es de Perales!». Fue como «¿por qué me gusta esta canción de Pantoja?, pues porque es de Perales». En ese momento no tenía músicos, y dije «¿y por qué no José Luis Perales?». Fue una especie de atrevimiento e ignorancia decir no quiero poner la música que se supone que tengo que poner. Quiero que venga un grandísimo músico como es José Luis, y que haga otra cosa.
El Autor es una película, más que sobre personajes, sobre personas, ¿no?
Yo creo que debe ser así. El trabajo sobre los personajes es sobre las personas, sobre lo que hay dentro. Lo que hay dentro y no conocemos, y no verbalizamos.
Algo que en la vida cotidiana damos por hecho, pero no nos paramos a pensar, vivimos una vida que no es la correcta…
Exacto. ¿Qué es un personaje? Tú, yo, ella… Como personajes, ¿quiénes somos? Nadie se para a pensar. «Yo soy de tal manera«, no, fingimos. Yo trato de quitar intelectualización de lo que se supone que es un personaje, y llevar a los actores al punto en el que viven en la película.
Para concluir, y cambiando un poco de tema. Con lo complejo que es salir adelante en el cine español, ¿qué hay dentro de las personas que hacéis cine para que os embarquéis en estos proyectos? ¿Qué os da la fuerza y la ilusión?
Scorsese lo definió muy bien hace tiempo. Decía que un director de cine es aquel que está dispuesto a hacer una película por encima de todo, contra todo y hasta el final. Tú tienes que tener un motor. ¿Qué es lo que hace que en un momento determinado Cristóbal Colón se embarque y esté años intentando convencer a unos y a otros para que le paguen una expedición? Porque él sabe que el mundo es redondo, porque él era científico, no estaba loco. ¿Y qué le hace embarcarse en eso? Porque sentía que tenía que hacerlo. ¿Qué le hace a un montañero subir el Everest por primera vez? Tiene que hacerlo. ¿Qué le hace a un escritor escribir una novela? Siente que tiene que hacerlo, y deja su trabajo, y se encierra a escribir. Esa obsesión del ser humano por trascender, por agrandar los límites de la realidad, e igualar a Dios. Ir más allá es algo que está en el arte, en la ciencia, en la exploración, en todo…