'Mamen Díaz y Violeta Rodríguez hablan para Gatrópolis de su película ‘Violeta no coge el ascensor’'

Mamen Díaz es directora, coproductora y coguionista, cámara y montadora de la película Violeta no coge el ascensor. Violeta Rodríguez es protagonista, coguionista y coproductora. La película, una apuesta personal de ambas, fue descrita por el Festival de Cine de Sevilla de 2019, “fresca como una caña en verano”.

Mamen Díaz y Violeta Rodríguez hablan para Gatrópolis de su película ‘Violeta no coge el ascensor’
Fotografía de Patandi

Habéis declarado que Violeta no coge el ascensor ha sido una película “para hacerse feliz y para salir de la desubicación y la tristeza”, ¿os ha servido a vosotras? Por parte de público que ya la ha visto, ¿os ha llegado ese mensaje de su parte?

Violeta Rodríguez: Yo creo que sí nos sirvió, sobre todo en ese verano, y todo lo que nos ha traído después de encontrar un sitio en esto que nos gusta hacer, muy diferente al que estábamos antes. Con gente diferente y con la que hemos creado unas relaciones súper bonitas, que creo que nos han sacado de la desubicación.

Mamen Díaz: Esto es algo que nos ayudó a nosotras, a lo mejor sí que es verdad que se transmite en la peli porque al romper la cuarta pared, hacemos a todo el mundo partícipe de cómo fue el proceso y de cómo eso nos estaba ayudando.  En un instituto donde están haciendo un módulo de imagen y sonido nos estudiantes nos contaron que la peli les había animado a hacer cosas. Y eso sí que es bonito, sacarlos a ellos también de la desubicación.

Habéis comentado en la presentación de la película que ha sido hecha por y para amigos, ¿qué nos podéis contar de cómo ha sido su rodaje y toda la preparación previa? ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

Mamen Díaz: Ha sido una cosa enormemente placentera (risas). En un principio estábamos ella (Verónica) y yo solas. Cuando escribíamos el guion sí que era una cosa más íntima entre las dos. Pero después, poco a poco, fuimos uniendo gente, y ahí se hizo real, y fue cuando tuvimos un poco más de vértigo y dijimos de dar el salto. Íbamos a involucrar a mucha gente y había que hacerlo bien, y le pedimos que nadie se sintiera avergonzado de haber participado en esto (risas). Pero creo que fue terriblemente divertido, incluso con las personas que no conocíamos antes, que eran los tres actores protagonistas y un par más. Jugamos a una sola carta, y al final salió muy bien.

Mamen Díaz y Violeta Rodríguez hablan para Gatrópolis de su película ‘Violeta no coge el ascensor’

Guillermo Rojas comentó en la presentación de su película, Una vez más, en el Festival de Cine de Sevilla, que su película está hecha también entre amigos y familiares. Y reseñaba que le gustaba la idea de ver de nuevo esa película dentro de unos años y recordar ese momento y a todos esos amigos, ¿vosotras tenéis también ese concepto sobre vuestra película?

Violeta Rodríguez: Antes de todo esto sí que es verdad que pensábamos en la peli como que no sabíamos qué iba a salir de todo esto y qué va a pasar. Pero iba a ser un testimonio del verano del 2018. Será como “mira, ese verano fue lo que quisiese ser, pero salió esto”. Creo que necesitamos un poco de distancia para saber eso.

Mamen Díaz: Sí, sí. Va a tener algo de documental ese verano a todos los niveles.

Violeta Rodríguez: Pasa, creo, que con todas las películas, aunque sean de otra temática, es imposible quedarte solo con la historia. También te acuerdas del día en el que rodaste algo concreto…

Mamen Díaz: Te salen todos los fuera de campo. Es maravilloso cuando has trabajado en esa peli y ves todos los fuera de campo, te acuerdas de todo con cada secuencia. Es muy bonito. 

¿Qué hay de ficción y qué de realidad en Violeta no coge el ascensor? ¿Qué habéis añadido de vuestra propia experiencia?

Mamen Díaz: Hay una parte que está ficcionada, que no tiene nada que ver con nosotras, que es la que está inspirada en la peli en la que se apoya la nuestra, Hannah takes the stairs (Joe Swanberg, 2007). Hay cosas que estaban ahí, y que no son nuestras. La elegimos porque tenía mucho que ver con nosotras, estaban muy vinculadas. Y luego hay muchas cosas que sí son nuestras. Cambiamos muchos diálogos para hacerlos más nuestros y hay frases que están sacadas de conversaciones entre nosotras. También hay otras que fuimos improvisando durante el rodaje y el proceso creativo cuando conocimos a los actores que iban a participar. Ahí fuimos encajando cosas que formaban parte de la vida de los actores, que nos dieron a conocer, y nos parecieron tan maravillosos que al final formaron parte del guion. 

Violeta Rodríguez: Al final la forma en la que contamos todo esto es la nuestra. Cómo lo ha rodado Mamen y el tiempo en el que se cuenta. Y creo que los actores tampoco queríamos hacer nada alejado de como somos nosotros. Llevar esas situaciones a nuestro terreno y a nuestra forma de vivir, que no son tampoco extraordinarios. Yo sí las he vivido y he sentido mucho de esas cosas, e intentaba hacerlo desde ese sentimiento.

Mamen Díaz y Violeta Rodríguez hablan para Gatrópolis de su película ‘Violeta no coge el ascensor’

A lo largo de la película aparecen varios momentos en los que la acción que se está rodando, lo que está viendo el público, se rompe con lo que se escucha fuera de cámara, como cuando Mamen le da órdenes a Violeta para la escena, ¿cómo surgió esta forma de montar el metraje?

Mamen Díaz: En unos de los pases me lo preguntaban, y mis padres me decían, “esto que cuentas de la cuarta pared… Lo que tienes que decir es que hablas mucho, y has tenido que hablar hasta en la película” (risas). Esto es lo que más diferencia a nuestra peli de Hannah takes the stairs, porque esto no ocurre en esa. Durante el proceso de rodaje, cuando llegaba a mi casa, escribía un blog en el que contaba las cosas que habían ido pasando, y como que a todo el mundo le gustaba la secuencia en la que están en el chino, y eso formaba parte del blog. Y cuando empezamos a hacer los primeros pases con los primeros pre-montajes, Violeta me decía que porqué no metía todas esas cosas del blog que eran tan bonitas. Al principio me negaba porque necesitaba tener la estructura de la peli hecha, y una vez que estuviéramos seguros de “vamos a tener esto”, ya jugaríamos a romperla. En un visionado lo metimos, lo vimos y nos pareció muy bonito, porque nos hacía parecer más honestas. Es decir, lo hemos hecho así, con estos medios, con esta gente, y nos gusta que eso forme parte de la película. 

Violeta Rodríguez: También como el blog estaba abierto a todos nosotros… A lo mejor si no lo hubiese estado no hubiésemos visto ese contenido, y no habría dicho “oye, a mí hay cosas aquí que me gustan, que aportan”. Mi madre también se leía el blog y apoyaba que eso se viera en la película. El blog tenía algo muy nuestro, reflejaba el rodaje y lo que íbamos viviendo. De no estar abierto nos hubiésemos perdido muchas grabaciones y mucho material.

La primera vez que se produce esa ruptura es un poco desconcertante para el público, pero es verdad que se agradece esa honestidad a la hora de montar de la que habláis. Le da a la película un punto más fresco…

Mamen Díaz: Claro, claro. Es verdad que en la peli hay muchas situaciones entre los personajes que son como incómodas. Ellos están intentando vivir una vida de madurez, pero de una manera incómoda. De repente había una situación más intensa y era “vamos a romper la cuarta pared y que la gente tampoco se venga arriba”. Y fomentar esa incomodidad a todos los niveles, que lo pienso y es muy de película indie. También había algo de cada cierto tiempo recordarnos a nosotros y a los que la están viendo, que es una película chiquitita. Somos conscientes de lo que hemos hecho, y no lo queremos olvidar.

Violeta Rodríguez: Creo que las rupturas van evolucionando. Al principio nos estamos conociendo, pero a medida que avanza el final, las rupturas de la cuarta pared son muy distintas a las del principio. No lo había pensado antes, pero esas últimas son en otro tono y con otra energía, acompañando el final, que es menos alegre y jovial que al principio. Se posan más las cosas y todo es un poco más serio. 

Mamen Díaz y Violeta Rodríguez hablan para Gatrópolis de su película ‘Violeta no coge el ascensor’
Fotografía de Patandi

En la película se tratan dos temas muy de actualidad como son la insatisfacción que sienten los jóvenes hoy en día, y por otro lado la precariedad laboral a la que tienen que enfrentarse.  Aun así, el personaje de Violeta siempre se le ve sonriente y feliz a pesar de este presente que a muchos nos toca vivir, ¿compartes este rasgo con la protagonista?

Violeta Rodríguez: Nuestra amiga Pilar, que sale en la peli, y que nos ayudó mucho también en la parte técnica, siempre dice que tenemos una manera muy alegre de sobrellevar la tristeza. Puede ser que sin nosotras pensarlo, se vea en la peli. No dejamos de pensar que hay muchísimas cosas buenas en nuestra vida, no podemos darnos el placer de estar súper mal. A veces lo estamos, pero de repente es verano, estás muy mal, pero con gente que te gusta un poco o te lo pasas bien, todo eso se pone por encima. Intentas también sacar al otro  de ahí. 

Mamen Díaz: Creo que somos un poco así nosotras. En nuestra forma de enfrentarnos al día a día y a nuestras cosas. Y está reflejado de una manera muy inconsciente. Nos lo habéis destacado mucho, y no nos habíamos dado cuenta de que eso estaba ahí, y nos parece muy bonito que lo veais así. 

El guion de Violeta no coge el ascensor está escrito por vosotras, ¿cómo nace la idea de plasmar una historia en una película? 

Violeta Rodríguez: Nace cuando vemos Hannah takes the stairs, tanto por los temas que trata, que son prácticamente los mismos, y la forma en la que la hacen, que si ahora la nuestra puede motivar a los jóvenes de un instituto, esta a nosotras nos motivó a que se puede hacer entre amigos, en casa, y que no hace falta nada más. Y hablando de cosas que ahora mismo te están obsesionando un poco. A partir de ahí, Mamen cogió…

Mamen Díaz: Sí, la comentamos y en ese momento pensé que podíamos hacerlo. Y en una Semana Santa, no sé por qué, me puse y estuve transcribiendo, le cambié cosas, y se la mandé. Teníamos un documento compartido en Google Drive, y cada una desde su casa iba escribiendo cosas, cambiando otras, metiendo comentarios sobre lo que poníamos, un comentario del comentario… Yo tenía vicio de llegar a casa del curro, y ver qué había escrito ella, qué había comentado… (risas). 

Violeta Rodríguez: Y si no había cambios era como una bajona (risas).

Mamen Díaz: A mí es una de las cosas que más me gustó hacer. 

Violeta Rodríguez: Lo hicimos con mucho tiempo, de repente, nos dimos cuenta que comenzábamos a grabar, y nos faltaban muchas cosas por poner en pie, buscar actores… Pero ahí fueron como dos meses con mucha tranquilidad, e ir quedando a veces. Estábamos separadas, pero conectadas por ese Drive. 

https://www.youtube.com/watch?v=a8yz0vKVlBU&t=24s

En lo referente a la producción, estamos hablando de una película muy pequeña, ¿cómo ha sido vuestra experiencia?

Mamen Díaz: La producción es la parte más dura, es lo que menos se valora y lo que menos te agradecen en un rodaje. Nuestra producción ha sido placentera porque ha sido muy básica, hablar con los actores y buscar cuatro localizaciones. Tampoco ha sido muy dura, yo he sido ayudante de producción en muchas ocasiones y lo he sufrido bastante, entonces todo lo que era pedir permisos, no lo hicimos. Movernos por las calles de Madrid, era movernos entre amigos en dos taxis… Ahora sí que es verdad que nos estamos enfrentando a cuestiones de producción ya un poco más altas, como hablar con distribuidores. 

Violeta Rodríguez: En un encuentro organizado en el Festival de Cine de Sevilla [‘Dirigiendo y actuando en el cine independiente de la España actual’] los compañeros hablaban de la inversión, del dinero aportado en sus películas, que preferirían no volver a ponerlo ellos… Pues yo, si tuviera otra vez ese dinero, no me lo gastaría en chorradas, preferiría gastármelo en esto. Si es un  dinero que puedo usar aparte de mis necesidades, yo, feliz de ponerlo. 

Mamen Díaz: Pero sí que es verdad que para la próxima película que queremos hacer y que tenemos en mente, nos gustaría tener un poco más de dinero, y nos gustaría que otra persona también pusiese. 

Violeta Rodríguez: Cuando haces algo quieres ser un pelín más ambicioso técnicamente, o tener más disponibilidad de actores  o de sitios; ahí ya no llegamos…

Fotografía de portada de Patandi.

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