'Lorena López: «Ha sido un acierto que dos mujeres hayan guionizado ‘Amor en polvo'»'

Sus dos recientes estrenos cinematográficos son Amor en polvo, de Juanjo Moscardó Rius y Suso Imbernón, y Asamblea, de Álex Montoya. Hoy, esta emergente actriz valenciana nos hablará de su momento artístico actual. Lorena López estrena este viernes 24 Amor en Polvo, su último trabajo cinematográfico.

Lorena López: "Ha sido un acierto que dos mujeres hayan guionizado 'Amor en polvo'”

Tras el estreno en streaming de Asamblea llega el de Amor en polvo, dos películas con distintas temáticas y donde podemos ver a dos «Lorenas» muy distintas.

Para mí ha sido un regalo. Poder hacer dos temáticas tan dispares ha sido maravilloso. Son películas muy diferentes a nivel de montaje, de guion… pero me hace muy feliz. Son personajes muy diferentes. Es genial poder hacer dos cosas tan distintas y que se alejen tanto la una de la otra. Además, ambas son de productoras valencianas, donde también se están haciendo cosas interesantes. La acogida de Asamblea creo que ha sido bastante buena y ojalá que la de Amor en polvo sea igual.

La verdad es que Asamblea es una película muy peculiar…

Pues sí. Las películas así, o te gustan mucho o no te gustan nada. A mí me parece una película muy interesante. El cómo se debate de algo que nunca se dice qué es, y al final te quedas enganchado sin saber muy bien qué estás viendo. Y las personas que han estado en asambleas lo entienden muchísimo. Vas localizando a la gente que va hablando. Y por su parte, Amor en polvo es otra historia totalmente distinta. 

¿En qué momento te llegan estos títulos, a los que hay que unir tus últimos trabajos en televisión?

Pues ambas se rodaron casi por el mismo año. Asamblea fue en marzo de 2018 y Amor en polvo se rodó en junio. Dos películas en un mismo año que para mí fueron: “qué alegría, por favor, qué pocas veces pasa esto”. Hice la obra de teatro de Asamblea, que se llamaba La gent, con el texto de Judi Disla y Jaume Pérez, que hicieron la adaptación al cine con la ayuda de Álex Montoya, quien hizo su aportación al guion. Ya había trabajado con Álex en un cortometraje que se llama Maquillaje, y me llamaron para hacer la película. Fue una alegría porque es muy diferente la experiencia en teatro a la audiovisual. He podido estar en las dos partes y me parecen muy interesantes ambas. Es verdad que para mí el teatro tenía ese componente de estar con el público porque nosotros formábamos parte del mismo, entrábamos con ellos en la sala… y hasta que no empezábamos a hablar, la gente no sabía quiénes eran los actores. Nos pasaron cosas del tipo de gente que venía a la obra y se iba porque decía “no, es que yo he venido a ver una obra de teatro”. Es que era muy real, ellos se sentaban con nosotros. Eso en la película no pasa, aunque la esencia está. 

Con Amor en Polvo también me pasó algo curioso porque se hizo un primer casting en 2015. Luego se paró la película, que suelen pasar estas cosas. Y de repente, en 2018 me volvieron a llamar, volví a hacer la prueba y tuve la suerte de que al final me cogieron. Me hizo muy feliz porque yo pensaba que al hacer un segundo casting iba a ser más complicado, porque no lo tuvieran tan claro. Y al final, pues mira, sí que me cogieron y lo he disfrutado muchísimo. Ha sido un proceso muy bonito, y el ser cuatro actores hace que sea todo muy familiar.

Amor en polvo, una comedia de situación sobre las relaciones de pareja

Centrándonos en tu último estreno, que será mañana viernes, Amor en polvo, donde eres coprotagonista con Enrique Arce, Luis Miguel Seguí y Macarena Gómez, hablamos de una comedia de situación sobre las relaciones de pareja. ¿Cómo te has sentido en el papel de Blanca?

Bastante bien. Es una cabeza bastante diferente a la mía. Meterte en otras cabezas es interesante y con ellos ha sido muy fácil. Cuando estás en sintonía y se comprende la escena y puedes jugarla, si tienes compañeros estupendos y generosos, todo sale de maravilla y es más fácil. Ha sido una experiencia muy gratificante. Tienen una carrera muy dilatada y han sido muy generosos conmigo. No tengo tanta experiencia en el audiovisual y quieras o no, siempre tienes algo de miedo a sentirte más pequeña. Y al final todo cuadró muy bien y me hicieron sentir fenomenal. 

La relación entre Pablo y Blanca, aparentemente, transcurre con normalidad y mucho sentido de la libertad, pero llega a un punto donde se aprecian algunas grietas. ¿Cómo ha sido este mano a mano con Enrique Arce?

Ha sido bastante guay porque Enrique tiene mucho de payaso, no tenía ni idea de que fuera así. La gente lo recuerda con esta cosa de La Casa de Papel, que Arturo es un personaje muy oscuro y asqueroso… De repente era muy tierno verle trabajando. Ensayamos bastante porque Suso y Juanjo querían ensayar, y tuvimos una semana de ensayos nosotros y luego nos unimos los cuatro. Al entrar en estas cosas conyugales, a veces puede remover. Pero con él ha sido muy fácil. Hemos tenido muchas risas a la hora de rodar. 

Amor en polvo abre muchos interrogantes en las relaciones de pareja, todos con el amor, el sexo, la libertad, la sinceridad, la confianza, los celos, las nuevas experiencias… ¿Lo ves así?

Creo que en las parejas pasan muchas cosas que no sabemos. Lo que pasa en la pareja se queda en ella, porque te puedes mostrar de una manera de cara a tus amigos, o a tu familia, pero luego en la pareja es donde se cuece todo. Me gusta que tengan que hablar las cosas en esta película. A veces cuesta, pero hay que decirlas para que se puedan arreglar. Tanto para bien como para mal, pero hay que hablar porque sino es una olla express. Aprietas, y peta. Y puedes decir las cosas muy mal, de malas maneras… que esto pasa también. De repente es “vamos a aprender a comunicarnos”. La importancia de la palabra, de cómo nos expresamos y cómo lo decimos. De eso hay mucho en la película también. 

Además es curioso eso que dices de obligarse a hablar, porque vuestros personajes ni siquiera salen del apartamento, que representa muy bien esta claustrofobia que te da el enfrentarse a algo así en un piso que no tiene ventanas. 

Sí que da miedito. Hay veces que dices “ay, no sé si decir esto o no”, “vamos a intentar arreglarlo”… Es claustrofobia total, ahora que lo estoy pensando. Estamos dentro de este loft sin ventanas. A las personas que vean la película se les van a remover cosas, da que pensar en cómo nos enfrentamos a la pareja y cómo somos con ella.

Amor en polvo, una comedia de situación sobre las relaciones de pareja

Tiene mucho sentido el planteamiento que tiene cada uno de los personajes

Sí, sí. Establecen roles dentro de la pareja, que a veces son muy difíciles de cambiar, y creo que en Pablo y en Blanca están, porque no se dicen las cosas a veces. Y se preguntan por qué se tienen que conformar con eso cuando se pueden cambiar las cosas.

Además, en el centro del planteamiento de la trama se encuentra el intercambio de parejas, del que tanto se habla pero al que tantas aristas se le presuponen. Dudas y conflictos a la par, ¿no?

Lo del intercambio de pareja está muy bien planteado. Me resulta interesante abrir esta vía, pero abres por ese lado y aparecen otras cosas. Es una película que no se queda solo en el intercambio de pareja. Está, pero hay otras cosas por debajo que es lo que empieza a aflorar en la película y que fuerza la situación. 

Amor en polvo es la ópera prima de Suso Imbernón y Juanjo Moscardó. ¿Qué tal ha sido, en tu caso, la relación directores/actriz?

Ha sido estupenda. Como te he dicho, tuvimos muchos ensayos y mucha comunicación con ellos. Es una suerte tener al guionista que a su vez es director, porque la película la escribió Juanjo junto a María Mínguez y María Laura Gargarella, lo cual es un punto muy a favor que hayan entrado. Juanjo tuvo mucho acierto en meter a dos mujeres para guionizar porque se nota en la película, le da ese punto de vista femenino. Fue una suerte tener a Juanjo, como te he dicho, como director y guionista porque te resolvía las dudas cuando las planteabas. La ha escrito y la ha pensado él, qué mejor manera de trabajar que con el que ha tenido la idea al lado. Y ellos, para ser su primera película, lo han hecho super bien, la verdad. Yo he trabajado muy a gusto con ellos.

Como bien has mencionado, el guion ha sido coescrito por María Mínguez, María Laura Gargarella y Juanjo Moscardó Rius. Este ha declarado que «para escribir esta comedia, veía esencial contar con el punto de vista femenino». 

Yo lo he notado totalmente. Están los dos puntos de vista y está lo que hablábamos de la palabra, de la importancia del lenguaje y cómo lo usamos. Creo que ahí se ve muy bien la mano de ambas mujeres. Es interesante que no se quede en un punto de vista masculino, que puede pasar. En una relación de pareja tienen que estar ambos puntos de vista, y ahí es donde es interesante que estén los dos, y que tengan esos diálogos en los que se ven. Ahí Juanjo estuvo muy acertado y fue muy generoso al enseñarnos cómo dialogan estos personajes desde ambas perspectivas.

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